Leer atentamente la etiqueta del producto

Los productos antihelmínticos para uso en el ganado bovino, ovino, caprino y porcino son compuestos capaces de mantener las infecciones de gusanos bajo control a niveles inferiores al del umbral de daño económico.

Pero para lograrlo hay que asegurar el uso correcto e inteligente. Esto exige primeramente leer atentamente la etiqueta del producto antes de la administración para aclarar lo que el producto ofrece, y lo que no ofrece.

Desconfíe de un producto cuya etiqueta no ofrece informaciones claras y precisas.

Nunca administre un producto sin haber leído atentamente las instrucciones de uso

Además de las precauciones de uso y de las advertencias de seguridad, la etiqueta de un producto debe contener información sobre las especies de gusanos que el producto controla (es decir, su espectro de actividad, o sus indicaciones) y sobre si controla también las larvas y estadios inmaduros (también los inhibidos), o no.

También debe indicar la dosis recomendada, que puede variar según la especie de parásito, el tipo de ganado, su edad y peso, si está preñado o no.

Algunas etiquetas también incluyen información sobre el poder residual, es decir, la duración de la eficacia, pero que puede variar según el parásito o el tipo de ganado. Otras etiquetas pueden recomendar regímenes de tratamiento, pero muchas no los incluyen porque deben ser diseñados de acuerdo a las características de cada propiedad (tipo y manejo del ganado, entorno ecológico, condiciones climáticas, etc.).

También hay que saber, que el fabricante no puede incluir toda la información disponible sobre un producto en la pequeña etiqueta que lo acompaña. A menudo se encuentran más informaciones en prospectos o folletos comerciales, y también en los sitios Internet de los fabricantes. Y en Internet hay cada vez más informaciones adicionales sobre las características de un producto, no sólo las editadas por el fabricante, sino también por instituciones independientes, usuarios concretos, etc. Vale la pena consultarlas, pues pueden contener informaciones prácticas adicionales.


Aclare qué especies de parásitos controla el producto (espectro de acción)

Ningún antihelmíntico controla todas las especies de gusanos que pueden infectar el ganado. Todos tienen un espectro de actividad más o menos limitado. Esto significa que, a las dosis recomendadas, no controlan todas las posibles especies y estadios que pueden infectar el ganado. 

Nematodo (1), trematodo (2) y cestodo (3)

Por lo tanto, es crucial diagnosticar correctamente qué especies (al menos qué tipo de gusanos) causan el problema en cada propiedad concreta y luego seleccionar un producto que esté indicado para el control de dichas especies. Si no, puede ocurrir que se use un producto inadecuado, con consecuencias dramáticas en casos de infecciones agudas graves.

En general, si la etiqueta de un producto no menciona una indicación (un parásito concreto, un estadio de desarrollo, etc.) hay que presumir que no lo controla, o al menos no siempre, o no a la dosis recomendada, o no en todos los tipos de ganado, etc. Si no, el fabricante no habría omitido incluirlo en la etiqueta. No sabiendo a qué dosis aplicar un producto contra un parásito no incluido en la etiqueta, lo razonable es no usarlo, pues es muy probable que lo que se haga sea inútil, por dosis insuficiente, o incuso dañino (dosis no tolerada por el ganado, residuos excesivos, etc.).


Aclare si el producto controla también los estadios inmaduros (p.ej. larvas) de los gusanos

La eficacia contra las larvas (o estadios) inmaduros, también llamadas inhibidas (o hipobióticas) es esencial para el control de numerosos gusanos. Hay que ser conscientes de que si bien muchos productos controlan los gusanos adultos a la dosis recomendada indicada en la etiqueta, algunos no controlan los estadios inmaduros, o el control es menor, o para ello se requiere una dosis mayor (es el caso de numerosos fasciolicidas).

Lo mismo ocurre con respecto a la eficacia de algunos compuestos (p.ej. tiabendazol, levamisol) contra las larvas hipobióticas o inhibidas de algunos gusanos (p.ej. del género Ostertagia, Dictyocaulus, etc.). Una sola dosis de tales productos matará a la mayoría de los gusanos adultos en el hospedador y a algunas larvas. Pero habrá demasiadas larvas sobrevivientes que maduran y siguen infectando al hospedador, dañándolo y haciendo que siga produciendo huevos que contaminan los pastos.

Esto es aún más grave si el daño al hospedador lo causan las larvas en gran medida (p.ej. los géneros Bunostomum, Cooperia, Haemonchus, Oesophagostomum, Ostertagia, etc.), o en su totalidad (p.ej. Fasciola).


Aclare si posible el nivel de eficacia del producto

Al seleccionar un antihelmíntico es importante ser consciente de que, aunque la etiqueta indique que controla a un parásito y el producto haya sido autorizado para ello, su nivel de control puede ser menor o mayor que el de otros productos autorizados para controlar los mismos parásitos.

Por ejemplo, la normativa de la UE para la autorización de antihelmínticos exige que el producto reduzca la infección de los animales tratados al menos en un 80% y preferiblemente en un 90%. Otros países aplican normativas similares. Es obvio que un producto que alcanza el 95% de control de un parásito es mejor que otro que sólo alcanza el 80% de control, a pesar de que ambos productos indiquen en la etiqueta que controlan dicho parásito.

En caso de infecciones graves, un producto que ofrece el 95% de control puede lograr reducir la infección por debajo del umbral económico, mientras que otro que ofrece sólo un 80% de control tal vez no lo logre, o necesite más tiempo, o varios tratamientos sucesivos para lograrlo. Un producto con el 80% de control dejará que sobrevivan más gusanos en el hospedador que a su vez producirán más huevos, lo que resultará en pastos más contaminados.

De ordinario el nivel preciso de control no se indica en la etiqueta porque suele variar según las especies concretas, según el estado de salud del ganado, etc. Esta dificultad se complica por el hecho de que la mayoría de las infecciones con gusanos gastrointestinales son mixtas, es decir, son varias las especies que infectan al ganado.

Por ello, conviene consultar a un veterinario o técnico zoosanitario para determinar qué producto es más adecuado para el problema de cada propiedad particular. Algunas veces pueden encontrarse informaciones valiosas en Internet, o en los folletos comerciales de los fabricantes.


Aclare si posible el poder residual del producto

El poder residual o periodo de protección de un antihelmíntico es una característica esencial. A este respecto, es muy importante saber que la mayoría de los antihelmínticos clásicos (p.ej. la mayoría de los de aplicación oral como benzimidazoles, levamisol, piperazina, morantel, etc.) no tienen ningún poder residual, o sólo unos pocos días. Esto significa que matan los gusanos sólo durante un máximo de 3 días tras la administración, después de lo cual se excretan o metabolizan rápidamente.

En cambio, la mayoría de los endectocidas tienen poderes residuales de 1 a 4 semanas aplicados por inyección, por vía oral o en pour-on, y hasta 3 meses los inyectables de alta concentración. Un largo periodo residual es evidentemente una característica profiláctica y terapéutica muy deseable. Si una sola aplicación es capaz de matar gusanos adultos y larvas durante semanas, protegerá al ganado contra la reinfección durante ese mismos período, con los consiguientes beneficios para su salud y productividad.

Ahora bien, tales productos suelen tener un periodo de espera para el sacrificio más largo que los productos con escaso poder residual. Esta posible desventaja debe ser ponderada contra la mayor eficacia y otras posibles ventajas del largo efecto residual (p.ej. menos movimientos y recogidas del ganado para efectuar los tratamientos).

Puede serle útil consultar el artículo en este sitio sobre las etiquetas y envases de los antiparasitarios (enlace).