Prevención de infestaciones de garrapatas

Lo mejor para evitar que una mascota atrape garrapatas es no visitar territorio de garrapatas durante la temporada de garrapatas.

Pero esto no significa lo mismo según se trate de regiones de climas templados o fríos (p.ej. Europa, sur de Argentina y Chile) o de regionens de clima tropical o subtropical (p.ej. América Latina desde México al Norte de Argentina).

En regiones de clima templado o frío las garrapatas que atacan a las mascotas (y a sus dueños...) abundan en y alrededor de los bosques y de zonas de maleza, sobre todo si albergan animales salvajes hospedadores de garrapatas (p.ej. ciervos, corzos, jabalís, etc.). Por lo general las garrapatas están a la espera en la vegetación (sotobosque, arbustos, borde de bosques, etc.) no directamente sobre el pavimento de pistas, calzadas, caminos o carreteras). No obstante es difícil impedir a un perro que se adentre en la vegetación adyacente si se visitan tales lugares. Apenas habrá garrapatas en praderas y pastizales limpios de maleza como los que abundan en propiedades ganaderas (p.ej. granjas lecheras o tambos en esas regiones).

En regiones de clima tropical y subtropical habrá garrapatas prácticamente en cualquier lugar al exterior, en zonas rurales, sea en bosques, selva, o zonas de maleza, o a su alrededor, especialmente durante la temporada húmeda. Pueden ser particularmente abundantes en y alrededor de propiedades ganaderas, especialmente donde el ganado o mamíferos salvajes tiende a congregarse (bebederos, comederos, zonas sombreadas bajo árboles, etc.). Un perro que visite tales lugares durante la temporada alta puede atrapar docenas o centenares de garrapatas, si bien la garrapata común de los bovinos (Rhipicephalus = Boophilus microplus) frecuente en esas regiones no afecta a los perros.


Encontrar y quitar las garrapatas a mano

Amblyomma cajennense, hembra repleta. Fotografía de M. Campos Pereira

Una vez que las garrapatas han encontrado a su hospedador, no suelen picar inmediatamente, sino que buscan un lugar «a su gusto» para picar: p.ej. donde la piel es más blanda, o está más caliente, etc. El hecho es que se pasean por el pelaje de la mascota hasta encontrar estos lugares. Cada especie de garrapatas tiene sus lugares preferidos: entre las patas, en las orejas, en la zona inguinal, en el vientre, en el cuello, debajo de la cola, etc. Esta búsqueda puede durar horas. Esto significa que al regresar de un paseo, si la mascota ha atrapado garrapatas, es muy posible que unas hayan ya picado, y otras no, y anden aún correteando por el pelaje.

Es también importante saber que, de ordinario, las garrapatas no producen «picor» o «comezón» a las mascotas tras la picadura. Al contrario de lo que ocurre con las pulgas, el hecho de que no se rasquen no significa que no tienen garrapatas. Si se rascan, lo más probable es que tengan pulgas u otros parásitos.

Cómo inspeccionar la mascota para encontrar las garrapatas

Para inspeccionar una mascota a la búsqueda de garrapatas hambrientas, es decir «no prendidas», que todavía no han picado, lo mejor es usar un peine de pulgas y peinar repetidamente todo el cuerpo. El peine será capaz de sacar las garrapatas adultas y tal vez las ninfas, pero no las larvas de todas las especies, que son más pequeñas que las pulgas.

Estas ninfas o adultas hambrientas hay que matarlas inmediatamente, pues pueden picar también a los seres humanos. Por sí mismas no abandonarán a la mascota para subirse a una persona u otra mascota. Pero si con el peine se las quita de la mascota y, p.ej., caen al suelo vivas, se pondrán a buscar otro hospedador, que podría ser el dueño o alguien de la familia. Atención: no es fácil matarlas, pues tienen un cuerpo muy coriaceo. Hay que meterlas en alcohol, gasolina u otro disolvente orgánico. O echarlas al fuego, o atravesarlas con un alfiler. Si se tiran al retrete vivas, sobrevivirán el chapuzón...

Para inspeccionar una mascota a la búsqueda de garrapatas prendidas, que ya han picado, hay que palpar la piel de la mascota en búsqueda de pequeñas protuberancias, o «granitos», del tamaño de una grano de arroz o menores, hasta el de un frijol. Es mejor hacerlo a contrapelo, al mismo tiempo que se inspecciona visualmente la piel.

Si se descubren unas pocas garrapatas prendidas -dos o tres- lo más razonable es extraerlas una a una. Si se descubren más, puede ser aconsejable aplicar un producto garrapaticida, entre otras razones porque es muy posible que el examen visual no haya descubierto todas las garrapatas.

Sacar las garrapatas a mano, una a una

Hay disparidad de opiniones y experiencias respecto a cómo hacerlo. En algunos casos funciona cubrir la garrapata con aceite de oliva o similar, o echarle una gota de alcohol, petróleo o gasolina a la garrapata, o acercarle un cigarrillo encendido; y esperar a que se suelte sola.

Pero hay quienes recomiendan no «echarle» nada a la garrapata sino sacarla efectivamente «a mano» o «a dedo». Para ello, agarrar la garrapata con los dedos o con una pinza, lo más adelante posible, es decir, lo más cerca posible de la boca con la que esta prendida a la mascota. A tí no te puede pasar nada, es decir, no corres ningún riesgo de infectarte, tampoco si la garrapata revienta y te manchas de sangre. Y si la sacas viva entera, la garrapata no te hará ningún daño, no te picará a ti, etc.

Tira de la garrapata hacia fuera de modo continuo pero no excesivo, sin girarla o torcerla, hasta que se desprenda: puede tardar bastante tiempo en soltarse. Se trata de evitar que se desgarre y queden las piezas bucales dentro de la piel, pues la herida podría infectarse. Evita apretar o aplastar el cuerpo de la garrapata mientras está prendida a la mascota, pues esto podría “inyectar” su contenido en la mascota. Si se desgarra y quedan las piezas bucales en la picadura, normalmente se expulsarán naturalmente tras cierto tiempo, aunque no se excluye que pueda infectarse la picadura. Puedes aplicar un desinfectante para la piel tras la extracción.

Después, mátala (p.ej. en alcohol o gasolina) y tírala una vez muerta al retrete, o al fuego, o en su caso consérvala (en alcohol) para podérsela enseñar al médico veterinario si la mascota enferma más tarde.

Si una garrapata repleta de sangre cae al suelo viva dentro de la casa, y no se la descubre, puede esconderse en algún lugar y poner miles de huevos. Tras varias semanas, de estos huevos pueden eclosionar larvas que a su vez pueden infectar a las mascotas o a seres humanos. Es poco probable que ocurra con la mayoría de las especies de garrapatas, pero no puede excluirse con las de la especie Rhipicephalus sanguineus.


Insecticidas y repelentes naturales

Desafortunadamente los insecticidas naturales disponibles (p.ej. aceites esenciales de ciertas plantas) pueden matar algunas garrapatas en mascotas infestadas, pero son insuficientes para protegerla de las garrapatas, sobre todo en regiones tropicales y subtropicales con altas poblaciones de garrapatas.

Algunos de estos extractos o aceites esenciales vegetales también forman parte de productos comerciales que se autodenominan «biológicos» o «naturales», en forma de pipetas, champús, lociones, sprays, etc. Su eficacia suele ser notablemente inferior a la de los antiparasitarios químicos sintéticos comerciales, tanto el efecto curativo, como el preventivo (duración de la protección). A parte de tener una eficacia intrínseca menor que la de los antiparasitarios químicos sintéticos, muchos de estos productos apenas resisten al agua y al lavado, y la luz solar (los rayos UV) los descompone con mucha mayor facilidad que a los antiparasitarios sintéticos.

Conviene saber además que, en muchos países, los productos calificados como «naturales» (p.ej. extractos de plantas, aceites esenciales) están sometidos a normativas mucho menos severas para recibir el permiso de comercialización que los antiparasitarios químicos sintéticos, tanto en lo referente a la eficacia contra los parásitos, como a la seguridad para las mascotas. Por ser naturales se supone que no son peligrosos... Y respecto a la eficacia, el usuario puede decidir si el producto le es eficaz o no... Es evidente que los costos de desarrollo de estos productos son sustancialmente menores que los de los antiparasitarios químicos sintéticos, lo que hace que en algunos lugares proliferen enormemente. Es imposible ocuparse de ellos aquí en detalle.

Pulse aquí para más información sobre insecticidas naturales (azadiractina, d-limoneno, geraniol, piretrinas, etc.) en este sitio.


Remedios naturales, vegetales o caseros contra las garrapatas

La verdad es que no hay muchos remedios naturales realmente eficaces –digamos contundentes– para evitar que una mascota atrape garrapatas al salir al campo, o para eliminarlas si ya las ha atrapado. Pueden reducir el riesgo de que las atrape, o reducir el número de garrapatas atrapadas, pero no son siempre muy fiables y el efecto no durará más que unas pocas horas. Según el nivel de infestación con garrapatas del lugar que visite la mascota, esto puede ser adecuado para protegerla, o del todo insuficiente.

Frutos del mamey (Mammea americana). Fotografía tomada de Wikipedia commons.

En Internet hay numerosos sitios que proponen diversos remedios caseros, pero casi ninguno está apoyado por estudios serios. No obstante, probarlos cuesta poco y no se corre apenas riesgos. La mayoría se basan en piretrinas, aceites esenciales o extractos de ciertas plantas (citronella, lavándula, mamey, mandarina, masambey, nim, orégano, poleo, pomelo, romero, toronjil, etc.).

Algunos de estos extractos o aceites esenciales vegetales también forman parte de productos comerciales «biológicos» o «naturales» en forma de pipetas, champús, lociones, sprays, etc. Su eficacia suele ser notablemente inferior a la de los antiparasitarios químicos sintéticos comerciales, tanto el efecto curativo, como el preventivo (duración de la protección). A parte de tener una eficacia intrínseca menor que la de los antiparasitarios químicos sintéticos, muchos de estos productos apenas resisten al agua y al lavado, y la luz solar (los rayos UV) los descompone con mucha mayor facilidad que a los antiparasitarios sintéticos.

Conviene saber que, en muchos países, los productos calificados como «naturales» (p.ej. extractos de plantas) están sometidos a normativas mucho menos severas para recibir el permiso de comercialización que los antiparasitarios químicos sintéticos, tanto en lo referente a la eficacia contra los parásitos, como a la seguridad para las mascotas. Por ser naturales se supone que no son peligrosos para las mascotas... Y respecto a la eficacia, el usuario puede decidir si el producto le es eficaz o no... Es evidente que los costos de desarrollo de estos productos son sustancialmente menores que los de los antiparasitarios químicos sintéticos, lo que hace que en algunos lugares proliferen enormemente. Es imposible ocuparse de ellos aquí en detalle.

A continuación se enumeran algunas plantas para las que se ha descrito alguna eficacia contra las pulgas.

  • Allium sativum (ajo). En algunos lugares se usa contra los piojos. También se recomienda como alimento para mascotas capaz de repeler las garrapatas.
  • Azadirachta indica (neem, nim). Contiene azadiractina. Este árbol originario del Sudeste Asiático se encuentra hoy también en muchas regiones de América y África. Extractos acuosos o alcohólicos han mostrado una eficacia muy prometedora contra garrapatas Boophilus, Amblyomma y Rhipicephalus en estudios de campo. En algunos países hay ya productos comerciales a base de Azadirachta para uso agropecuario. Para uso casero, el aceite tiene efecto repelente contra moscas y otros insectos. También sirve al parecer contra la sarna. El aceite se obtiene machacando las semillas descortezadas hasta obtener un polvo marrón y pegajoso. Se añade algo de agua y se estruja la pasta para que vaya saliendo el aceite. También puede usarse el extracto de hojas en agua, de preferencia tras la fructificación. Utilizar hojas adultas poniéndolas a remojo durante varios días.
  • Chrysanthemum cinerariaefolium. Se trata de los crisantemos, de los que se extraen las piretrinas, los insecticidas y garrapaticidas naturales más ampliamente empleados y producidos industrialmente. Consulte el artículo en este sitio sobre las piretrinas y otros insecticidas naturales (enlace).
  • Citrus maxima (pomelo, pamplemusa) y Citrus reticulata (mandarina). Los extractos de la piel ricos en d-limoneno mostraron alta eficacia en laboratorio contra garrapatas Boophilus microplus adultas. También se emplean en repelentes.
  • Cymbopogon nardus y Cymbopogon winterianus (citronella, pasto citronella). El aceite contiene geraniol, d-limoneno, canfeno, citronellal, etc., usados en productos insecticidas y repelentes para seres humanos, perros y gatos.
  • Gynandropsis (=Cleome) gynandra (platanito, masambey). Plantada en los pastos tiene efecto tóxico y repelente contra las garrapatas. Extractos lípidos contienen metil isotiocianato conocido como tóxico para los artrópodos (insectos, ácaros, garapatas, etc.). También se han encontrado componentes repelentes de garrapatas (cimeno, nonanal, trans-geraniol, carvacrol, nerolidol etc.).
  • Juglans nigra (nogal negro). Se trata e un árbol que puede alcanzar grandes proporciones. Se da al este de Norteamérica y en Europa central. La infusión (dejar hojas a remojo durante varias horas y seguidamente cocerlas) aplicada a la piel de los animales tiene al parecer propiedades repelentes contra moscas. Las hojas trituradas esparcidas por el suelo de establos, perreras, cochiqueras, gallineros, etc. repelen a garrapatas, piojos, ácaros, etc.
  • Mammea americana (mamey). Es un árbol perenne común en América tropical, introducido en África y Asia. No debe confundirse con el mamey zapote (Pouteria sapota) con fruto de aspecto similar. De los frutos medio maduros raspados o cortados en finas rodajas en agua se extrae un líquido gomoso verde amarillento con efecto al parecer pulguicida, garrapaticida y piojicida. Las semillas finamente pulverizadas y aplicadas directamente sobre los animales tienen el mismo efecto.
  • Mentha pulegium (poleo). Las hojas trituradas y secas son al parecer un buen remedio casero contra las garrapatas de los animales domésticos. Se aplica espolvoreando la piel del animal y las zonas donde descansa, también es efectivo lavar al animal con una infusión bien concentrada de la planta. También hay estudios que muestran eficacia in-vitro del aceite esencial contra el ácaro rojo de las gallinas, Dermanyssus gallinae. Pero no debe usarse el aceite esencial sobre animales o seres humanos, pues es tóxico incluso a bajas dosis!
  • Origanum minutiflorum (orégano salvaje). El aceite esencial contiene carvacrol y timol. En ensayos de laboratorio mostró eficacia contra las garrapatas.
  • Pimenta dioica (pimienta de Jamaica, pimienta guayabita, malagueta). Se da en México y en el Caribe. Los frutos contienen eugenol y cariofileno. Los extractos en hexano mostraron cierta eficacia contra Boophilus microplus en ensayos de laboratorio.
  • Rosmarinus officinalis (romero). Las hojas trituradas tienen cierto efecto repelente contra pulgas y garrapatas.

Puede interesarle el artículo en este sitio sobre plantas medicinales garrapaticidas e insecticidas (enlace).


¿Repelentes contra las garrapatas?

La inmensa mayoría de los repelentes comerciales contra insectos y garrapatas son para uso en seres humanos. Los hay con repelentes sintéticos (p.ej. DEET, icaridin) y con repelentes naturales (piretrinas, aceites esenciales y extractos de plantas). Hay algunos productos específicos para mascotas, pero muchos menos que para los seres humanos. Apenas los hay para el ganado, pues suelen ser poco eficaces.

Pero el efecto repelente de la mayoría de estos productos es fundamentalmente contra los mosquitos (zancudos) y algo contra algunas especies de moscas (tábanos, jejenes, moscas negras, etc.). El efecto repelente contra las garrapatas suele ser mucho menor, si no es del todo nulo. Y es común a todos estos repelentes comerciales que su efecto dura sólo unas horas, rara vez más de 6.

Algunos de los garrapaticidas químicos sintéticos de las pipetas (spot-ons), collares, champús , etc. también tienen cierto efecto repelente contra las garrapatas, p.ej. los piretroides  (permetrina, deltametrina, cipermetrina, flumetrina) y el amitraz.

Puede interesarle el artículo específico sobre repelentes en este sitio (enlace).


¿Vacunas contra las garrapatas?

A menudo se habla popularmente de «vacunas contra garrapatas», «vacunas contra pulgas», etc. Los usuarios piensan en productos que se administran periódicamente, p.ej. una vez al mes. Casi siempre están pensando en las pipetas o spot-ons o en tabletas contra las garrapatas, que se explican en el artículo sobre el control químico de garrapatas. Estos productos no son propiamente vacunas sino antiparasitarios químicos síntéticos clásicos. Hay unos pocos antiparasitarios externos inyectables, que tampoco son vacunas.

Respecto a vacunas propiamente dichas contra las garrapatas (o pulgas, piojos, ácaros, etc.) no las hay para las mascotas. La investigación continúa, pero deberán pasar decenios años antes de que se disponga de una vacuna comercial contra estos parásitos externos. Claro que hay vacunas para perros y gatos (y para seres humanos y el ganado) contra ciertas enfermedades microbianas y virales, pero no, o apenas, contra parásitos externos (garrapatas, pulgas, insectos, ácaros, piojos, etc.).

Para saber más sobre las vacunas contra parásitos externos e internos del ganado y las mascotas consulte el artículo correspondiente en este sitio (enlace).


¿Control biológico de garrapatas en perros y gatos?

No hay ningún método propiamente biológico de evitar que un perro o un gato atrape garrapatas. El único método «biológico» de «curar» las garrapatas que haya podido atrapar una mascota es quitárselas a mano, una a una.

En algunos lugares las autoridades sanitarias locales han hecho intentos de controlar las poblaciones de garrapatas que pueden afectar a los seres humanos (y a las mascotas) en parques y zonas de recreo periurbanas altamente infestadas de garrapatas porque las visitan también animales salvajes que sirven de hospedadores a las garrapatas (ciervos, corzos, venados, zorros, etc.). A veces se han probado métodos biológicos (sobre todo con hongos entomopatogénicos), pero hasta la fecha con poco éxito práctico.

Pueden interesarle los artículos en este sitio sobre el control biológico de garrapatas y ácaros en el ganado (enlace).


  • Pulse aquí para ver el artículo sobre el control químico de garrapatas con garrapaticidas sintéticos modernos.
  • Pulse aquí para visitar el artículo sobre la biología de las garrapatas en este sitio. Saber cómo viven las garrapatas (dónde se las encuentra, cómo se comportan y reproducen, cómo dañan a las mascotas, etc.), es decir, conocer su biología le ayudará a seleccionar las medidas de control y prevención más adecuadas para su caso concreto entre las muchas posibles.