¿Qué son los baños de inmersión para el ganado?

Los baños de inmersión son un modo de tratar el ganado con antiparasitarios líquidos que permite tratar de modo muy eficaz y en poco tiempo a muchos animales.

Reses durante el baño de inmersión

Para el control de parásitos externos del ganado bovino y ovino, los baños de inmersión con antiparasitarios garrapaticidas, mosquicidas, sarnicidas, piojicidas, etc. son probablemente la opción más eficaz y económica cuando hay que tratar repetidamente un gran número de animales. Se emplean sobre todo antiparasitarios del grupo de los organofosforados, piretroides o amitraz –solos o mezclados– y, en lanares, también algunos inhibidores del desarrollo, estos últimos sobre todo para el control de piojos o califóridos. El uso de baños de inmersión para el ganado porcino es menos común.

También hay productos concentrados para bañar perros y gatos, para controlar pulgas, garrapatas, piojos, ácaros, etc., si bien los baños de mascotas cada vez se usan menos, sustituidos por las pipetas o spot-ons (enlace), menos engorrosas de aplicar, (pero más costosas...). Algunos de los productos para el ganado también están autorizados para mascotas, si bien los envases para el ganado suelen ser demasiado grandes para tratar uno o varios perros o gatos. Otros productos son específicos para mascotas. Algunas de estas marcas para baños de mascotas pueden consultarse en este sitio (enlace). Contienen también sobre todo organofosforados, carbamatos, piretroides o amitraz (atención, ¡tóxico para gatos!), muy a menudo en mezclas.


Ovinos durante el baño de inmersión

Ventajas e inconvenientes de los baños de inmersión para el ganado

Los baños de inmersión del ganado son especialmente adecuados para el control de parásitos externos como las garrapatas, los ácaros de la sarna y los piojos, y en parte las moscas picadoras.

Un baño de inmersión correcto asegura no dejar sin tratar ninguna parte sensible del animal donde pueden "esconderse" las garrapatas, los ácaros de la sarna y los piojos, p.ej. el interior de las orejas, las ubres, debajo de la cola, etc.

Pero también tiene inconvenientes: la inversión inicial para construirlo es considerable, igual que la que hay que hacer cada vez que se vacía y hay que cargarlo desde cero con antiparasitario. En un baño de inmersión hay poca flexibilidad para cambiar de producto, y no es raro que algún animal se lastime durante el baño. Además hay que llevar el ganado al baño que, si está alejado, cuesta tiempo y significa trabajo adicional para el personal; y tiene que haber suministro de agua cercano.

Desde aprox. 1985 ninguna empresa multinacional ha decidido invertir en el desarrollo de nuevas sustancias activas para baños de inmersión o aspersión para el ganado. Las razones son múltiples, pero la más importantes es lo difícil y lo costoso que sería el desarrollo de un proceso que asegure la eliminación de los residuos de plaguicidas de los baños acorde con las exigencias medioambientales actuales.

Se puede decir que, hoy en día, un baño de inmersión ya no es “registrable” en los países desarrollados. Todas las sustancias activas nuevas se desarrollan como pour-ons, inyectables, etc. que no provocan el problema de tener que eliminar grandes cantidades de residuos de productos químicos o de sedimentos contaminados por los mismos. Los únicos nuevos productos para baños que se lanzan al mercado contienen sustancias activas genéricas, solas o mezcladas, y rara vez representan una verdadera innovación.


Gestión y manejo de un baño de inmersión para el ganado

La gestión de un bañadero requiere una capacitación adecuada y disciplina en su manejo. De otro modo la protección del ganado puede ser insuficiente y puede peligrar la salud de los animales, todo con el consiguiente costo. A continuación se indican las reglas generales más importantea a tener en cuenta.

Evitar que penetre agua en un bañadero cargado

La construcción correcta y el emplazamiento adecuado de un bañadero fijo para bovinos u ovinos son los primeros requisitos para su futuro éxito. Debe estar construido en un lugar y de un modo que no se inunde cuando está cargado: esto diluiría el baño y perdería eficacia. Por consiguiente hay que construirlo en lugares que de ordinario no se inundan con lluvias o crecidas de los cursos de agua cercanos.

Los bañaderos para vacunos en zonas endémicas de garrapatas son siempre de construcción fija y se usan a menudo durante casi todo el año o al menos durante la temporada de garrapatas que puede durar 6 meses y más. Durante este tiempo es muy importante que no se inunden. Para ellos deben estar dotados de un techo o tejado para protegerlo de la lluvia, y deben estar rodeados de un sistema de drenaje que evite que el agua de la lluvia fluya hacia el bañadero.

Los bañaderos fijos para ovinos sólo suelen usarse durante unos pocos días en primavera antes de que los rebaños se trasladen a los pastos de verano, y durante otros pocos días en otoño, antes de regresar a los cuarteles de invierno. Se llenan una vez, se usan durante uno o varios días, se recargan cuando hace falta y después se vacían. No suele hacer falta que tengan un tejado, pues los días de baño se pueden programar para cuando no llueva.

Los muros y el fondo de un bañadero fijo deben estar libres de grietas por las que se pueda escapar el líquido del baño. Si aparecen grietas deben colmarse lo antes posible.

Res pasando por el pediluvio de un bañadero

Calibrar el bañadero correctamente

En cualquier momento se debe poder saber qué volumen de líquido contiene el bañadero. Esto se logra calibrando el bañadero, algo que se hace de ordinario la primera vez que se carga o tras cualquier modificación de la construcción. Para ello, al llenar el bañadero, se van añadiendo cantidades de agua conocidas (p.ej. de 100 en 100 litros) y se marca una escala en la pared con pintura resistente. También puede marcarse la escala en un palo o una vara que se calibra del mismo modo. Esta vara se guarda siempre en el bañadero y se introduce siempre en el mismo lugar del bañadero donde se calibró para medir el volumen actual.

Si el calibrado es incorrecto, tanto la carga inicial como la recarga serán incorrectas: o se carga el baño de más, con el consiguiente gasto; o de menos, con la merma consiguiente de eficacia. La acumulación de suciedad en el fondo puede falsear la lectura del volumen en la escala de calibración.

Evitar la suciedad excesiva en el fondo del bañadero

Los animales que entran al baño traen consigo suciedad: tierra adherida a las pezuñas y a las patas, excrementos, pelos o lana que se desprenden, etc. Esta suciedad se va acumulando en el baño. Y ocurre que las partículas de tierra y suciedad absorben parte de la sustancia activa, lo que disminuye su concentración en el agua, y con ello la eficacia. Además, en bañaderos de vacunos -que no se vacían cada vez que se usan-, esta suciedad se va acumulando en el fondo y puede constituir hasta el 25% del volumen del bañadero y más: las lecturas del volumen del baño se verían falseadas por este fenómeno.

Para disminuir la suciedad hay que incluir un pediluvio o baño para las pezuñas que elimine la mayor parte de la tierra que traen los animales. Además hay que vaciar el bañadero regularmente para eliminar el poso de tierra y suciedad acumulado. Cuándo conviene hacerlo depende de la frecuencia de los baños, del tipo de terreno, del clima, etc. En un lugar con baños semanales de centenares de reses, tierra arcillosa que se pega fácilmente a las pezuñas y clima húmedo, puede ser necesario hacerlo dos o más veces al año. En otros lugares puede bastar hacerlo una vez cada dos o tres años.

escurridero. El líquido que escurre de los animales debe poder fluir de regreso al bañadero: esto ahorra producto, evita que el bañadero se vacíe demasiado rápidamente y reduce la contaminación del terreno circundante con plaguicidas.

Asegurar la carga y la recarga correctas del bañadero

Bãnadero de ovinos móvil.

La carga inicial de un bañadero vacío es relativamente sencilla. De ordinario no debe echarse el producto directamente de su envase al agua del bañadero, sino que hay que diluirlo previamente en un balde o contenedor, luego esparcir esta dilución por el baño y seguidamente agitar el baño con un agitador manual o mecánico. Es también muy recomendable hacer pasar algunos animales (p.ej. entre 10 y 20, o más según el tamaño del bañadero) por el baño recién cargado para que lo mezclen bien, y hacerles pasar de nuevo otra vez hacia el final.

Tras el paso de un cierto número de animales hay que recargar el baño. De ordinario hay que hacerlo cuando se ha consumido el 10% del volumen total del baño, aunque algunos productos pueden tener otras instrucciones. Es importantísimo que esta recarga se haga correctamente para asegurar que el baño mantenga la concentración de sustancia activa prevista.

Hay dos razones principales para ello: la primera es que si el nivel baja más, los animales mayores tocarán fondo al echarse al baño, lo que dificultará que se bañen correctamente (ver adelante); la segunda es que, en la mayoría de los baños, al bajar el volumen disminuye también la concentración de la sustancia activa en el líquido restante. Esto es lo que se conoce como el fenómeno del «stripping» o dilución progresiva.

¿Qué es el «stripping» o dilución progresiva?

A medida que el ganado va pasando por el baño, por un lado, el volumen de la solución del baño disminuye, pues cada animal puede extraer un volumen de hasta 4 o 5 litros de solución, según el pelaje o la longitud de la lana de los ovinos. Pero por otro lado, no sólo disminuye el volumen sino también la concentración de la sustancia activa en el líquido restante. Esto se debe a que las sustancias activas muestran más afinidad por la grasa del pelaje, sobre todo de la lana de los ovinos, que por el agua del baño.

Debido a este efecto, la concentración de la sustancia activa en el baño puede bajar p.ej. de 600 ppm en un baño recién cargado, a menos de 100 ppm (ppm=mg/L) con el pasar del ganado, con la consiguiente disminución de la eficacia o del poder residual.

El «stripping» exige que al recargar el baño se compense esta pérdida de sustancia activa, lo cual se logra mediante un régimen especial para la recarga, distinto del de la carga inicial, que varía para cada producto y viene detallado en las instrucciones de empleo de la etiqueta del producto. Estas instrucciones de empleo deben ser ejecutadas con el máximo esmero.

Esto es especialmente importante para el control de la sarna psoróptica en lanares, ya que el más mínimo error puede resultar en subdosificación y en el fracaso de la eliminación de los ácaros. Esta reinfestación podría ocasionar un brote en el rebaño ya estabulado y avanzado el invierno que podría ser fatal o muy costosa de combatir.

Los antisárnicos tradicionales no matan los huevos de los ácaros. Estos huevos que sobreviven el baño eclosionan de ordinario en la semana que sigue el baño. Para que no reinfesten el ganado es esencial que en la lana haya suficiente sustancia activa del antisárnico como para matar las larvas de los ácaros que han salido de los huevos. Dicho de otro modo, el antisárnico debe tener un poder residual de al menos unos 8-10 días.

Para garantizar este poder residual la recarga debe ser correcta y los animales deben tener un mínimo de lana, al menos 1 cm, mejor si es algo más. Pero no demasiada pues, lógicamente, cuanto más lana lleven, más producto consumirán.

Asegurar que el producto llega a todo el cuerpo de cada animal

Bañadero de ovinos circular

Los animales deben estar secos al entrar en el baño, pues de lo contrario el producto no penetrará correctamente en el pelaje o en la lana y no alcanzará a todos los parásitos.

Los bañaderos fijos deben ser lo suficientemente largos, anchos y profundos para que, al echarse al agua, los animales queden sumergidos por completo y deban nadar unos metros antes de volver a hacer pie. Esto es muy importante para asegurar que también las orejas sean adecuadamente bañadas.

En los bañaderos pequeños para lanares (circulares, portátiles, etc.) es vital que cada animal permanezca al menos 1 minuto en el baño y que se  sumerja la cabeza completamente al menos dos veces. De otro modo puede ocurrir que la lana no se moje del todo, o que partes críticas del cuerpo (p.ej. las orejas) queden sin tratar permitiendo la supervivencia de algunos ácaros que reinfestarán el rebaño en pocas semanas. Esto exige disciplina por parte del operario, pues lógicamente, cuanto menos tiempo permanezca cada oveja en el bañadero, antes acabará su trabajo.

En los bañaderos grandes de vacunos, a pesar de que sean profundos, es conveniente que un operario sumerja la cabeza de cada animal empujándola desde arriba mediante un palo o vara adecuada.

En los baños de ovinos (contra sarna piojos, etc.) si poco después de realizado el baño llueve (hasta unas 12 horas después) hay que repetirlo, pues la lluvia eliminará buena parte del producto antes de que haya penetrado en la grasa de la lana, que es donde se deposita y desde donde garantiza el efecto residual tras el baño. Esto también ocurre en bovinos, pero las consecuencias son menos graves que en el caso de la sarna psoróptica ovina.

Cuidar la seguridad de los operarios

Es evidente que el personal debe protegerse adecuadamente del contacto con los productos tóxicos usando las medidas de protección recomendadas por las autoridades en cada caso (guantes, ropa protectora, máscaras, etc.). Una exposición accidental aislada no suele ser de ordinario problemática. Pero la exposición repetida y frecuente puede tener efectos nocivos cumulativos.

Esto puede ocurrir en propiedades con mucho ganado donde se baña el ganado cada semana en la temporada alta, en equipos profesionales que van de una propiedad a otra sólo para bañar el ganado de terceros (muy común en Gran Bretaña y Australia): estos trabajadores pueden estar expuestos diariamente a los parasiticidas.

Los riesgos inherentes a los baños, especialmente para los trabajadores que los llevan a cabo frecuentemente, han sido ampliamente discutidos e investigados científicamente en los últimos años en varios países, especialmente en Gran Bretaña y Australia, y se han emitido estrictas directivas de seguridad. Se recomienda atenerse estrictamente a las últimas recomendaciones de las autoridades responsables de cada país.

En caso de duda o sospecha de daño se ha de consultar siempre a un médico informándole del tipo de producto con el que se ha tenido contacto.

Cuidar la seguridad del ganado

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Para garantizar su seguridad, el ganado debe poder reposarse y beber antes del baño. Para animales debilitados el baño puede resultar demasiado estresante y producir lesiones; y animales sedientos pueden beber el líquido del baño con el consiguiente riesgo de intoxicación.

Hay que bañar por separado y con especial cuidado a animales más débiles, terneros jóvenes, vacas preñadas, reses que nunca han sido bañadas con anterioridad, etc.

Con la mayoría de los antisárnicos de inmersión para ovinos se ha de utilizar sólo dilución fresca. Esto se hace para evitar el riesgo de parálisis post-baño (en inglés post dipping lameness), una patología que puede afectar a los ovinos tras los baños de inmersión. Esta causada por una bacteria del suelo (Erysipelothrix rhusiopathiae) que puede multiplicarse rápidamente en los baños. Tales bacterias infectan a las ovejas a través de pequeñas heridas y rasguños causados por el mismo proceso del baño o que ya traían. Brotes de dicha bacteria pueden llegar a causar muertes, especialmente de corderos o animales debilitados.

Para evitar este riesgo, la solución del baño debe ser reciente y renovada cada día, o si no, se debe añadir un bacterioestático siguiendo las instrucciones de la etiqueta. Para reducir el riesgo de parálisis post-baño se aconseja igualmente limpiar a conciencia el bañadero antes de cargarlo, sobre todo para eliminar cualquier tipo de suciedad orgánica (barro, restos de excrementos y lana, etc.).

Evitar contaminar el medio ambiente

El riesgo para el medio ambiente ligado a la eliminación del líquido del baño puede ser considerable, sobre todo si se emplean piretroides, que son muy tóxicos para los peces. La contaminación accidental de un río o laguna puede ser catastrófica para la fauna piscícola. Por tanto, las normas y ordenanzas vigentes en cada país para el manejo y la eliminación e residuos de los baños deben ser cumplidas de modo imperativo.


Puede consultar en este sitio la sección sobre marcas comerciales de concentrados antiparasitarios para baños del ganado y tratamientos del entorno:

  • Organofosforados (enlace)
  • Amidinas/AMITRAZ a concentración de ≤12,5% (enlace)
  • Amidinas/AMITRAZ a concentración de >20% (enlace)
  • Piretroides: CIPERMETRINA (enlace)
  • Piretroides: OTROS (enlace)
  • Inhibidores del desarrollo (enlace)
  • Mezclas (enlace), sobre todo de organofosforados y piretroides.

Algunas de las marcas para baños de mascotas pueden consultarse en este sitio (enlace).