Tratamiento directo del estiércol con larvicidas

El tratamiento con larvicidas del estiércol, gallinaza u otras acumulaciones de materia orgánica en las que se crían las moscases bastante eficaz y se emplea con frecuencia para el control de las larvas de moscas domésticas y del establo en instalaciones lecheras, porcinas y avícolas.

Casi todos los productos son a base de organofosforados o carbamatos diversos, o de inhibidores del desarrollo de los insectos (p.ej. ciromazina, diflubenzurón, triflumurón, pyriproxyfén). Una vez diluido si es el caso, el producto (líquido, polvos, granulado, etc.) se aplica directamente sobre el estiércol. También se ha empleado con cierto éxito Bacillus thuringiensis en forma de polvos o en suspensión, aplicado directamente sobre la gallinaza.

La mayoría de los productos tienen el inconveniente de ser también tóxicos para la gran parte de los enemigos naturales de las larvas de las moscas. Una notable excepción es la ciromazina.


Pila de estiércol: una verdadera "fábrica de moscas"

Tratamiento de superficies con insecticidas mosquicidas

La aspersión o pulverización de superficies se lleva a cabo para tratar los lugares donde se posan habitualmente las moscas domésticas, las moscas del establo u otras moscas chupadoras. Se emplean sobre todo organofosforados , carbamatos y piretroides con actividad de contacto, solos o mezclados.

La selección correcta de los lugares a tratar es esencial para el éxito del control, pues cada tipo de moscas tiene sus preferencias en cuanto a los lugares para reposarse.

El tipo de superficie a tratar (cemento, madera, metal, etc.) juega también un papel importante en la duración del efecto residual. En general, cuanto más porosa y absorbente es una superficie, tanto menos dura el efecto. La humedad, la exposición de las superficies tratadas a la lluvia o al sol, la acumulación de suciedad, etc. pueden también reducir considerablemente el efecto residual de un mosquicida.


Nebulización ambiental de insecticidas

La nebulización ambiental (o fumigación) consiste en tratar, no una superficie sino, por así decirlo, "el aire", creando una nube tóxica. Su objetivo es eliminar rápidamente grandes poblaciones de moscas o mosquitos dentro de gallineros, establos, graneros, etc. Controla sólo a las moscas o mosquitos directamente alcanzados por la nebulización, y no ofrece ningún efecto residual. Hay que evitar las corrientes de aire (aire acondicionado, viento, ventilación, etc.) durante la nebulización. Se emplean sobre todo productos con organofosforados volátiles (p.ej. diclorvos) y piretroides.


Pulverización de instalaciones con insecticidas

La pulverización de las instalaciones a alta presión es el método de aplicación más adecuado para controlar a los ácaros rojos, los chinches y las garrapatas blandas en avicultura. Se trata del único método que asegura la penetración adecuada del producto en las grietas y rendijas donde se esconden casi todo el tiempo esos parásitos. Se emplean sobre todo productos con organofosforados, carbamatos y piretroides. De ordinario se hacen estas pulverizaciones entre dos ciclos productivos, pues algunos productos pueden ser tóxicos para las aves.


Pulverización doméstica para el control ambiental de pulgas

Este tema se trata en detalle en el artículo en este sitio sobre el control de pulgas en perros y gatos (enlace).


Aplicación de polvos insecticidas

La aplicación de polvos insecticidas se emplea en avicultura para tratar a las aves, la yacija o las instalaciones contra todo tipo de ectoparásitos. El comportamiento de las gallinas puede aprovecharse a veces para simplificar su tratamiento: se aplica el polvo a la yacija o al suelo, y se deja que las gallinas se empolven a sí mismas. Pero no funciona con los gallos, que apenas tienden a autoempolvarse. En general, este método es menos eficaz que la pulverización a alta presión, pues el producto no penetra apenas en los escondrijos de los parásitos.


Tratamiento de la yacija o la cama de establos bovinos, ovinos y porcinos

El tratamiento de la yacija o cama de establos (paja, serrín, arena, etc.) con insecticidas o larvicidas puede ser útil para el control de pulgas, pues es donde tiene lugar su desarrollo. Tratar el ganado directamente casi nunca resulta suficiente para controlar las pulgas, pues en una población de pulgas el 90% o más de los individuos lo constituyen las larvas y pupas en el suelo y no las pulgas adultas sobre el ganado. Para esto suelen usarse larvicidas clásicos (p.ej. organofosforados) o varios inhibidores del desarrollo (p.ej. diflubenzurón, ciromazina, triflumurón, metopreno).


Tratamiento de aguas estancadas con parasiticidas

A veces es adecuado tratar este tipo de charcas contra las larvas de mosquitos (zancudos)

No se trata aquí del tratamiento masivo de flujos de agua para el control de plagas en higiene pública (p.ej. mosquitos o zancudos), sino del de las pequeñas lagunas de reserva de agua o de charcas de deyección frecuentes en algunas explotaciones avícolas y porcinas en las que suelen abundar los mosquitos (zancudos).

Estas aguas pueden tratarse con larvicidas o B. thuringiensis para interrumpir el desarrollo de las larvas de los mosquitos, siempre que se asegure que no se contaminarán flujos de agua abiertos.


Tiras de plástico impregnadas de parasiticidas

Las tiras de plástico impregnadas con un insecticida –de ordinario un piretroide– se han utilizado con éxito para controlar a los ornitonisos en gallineros de ponedoras. Reducen marcadamente las infestaciones cuando se suspenden en las jaulas donde están las gallinas. Pueden procurar varias semanas de control satisfactorio. Sin embargo, ese tipo de tiras de plástico se comercializan en muy pocos países.


Tratamiento de pastos con insecticidas

En algunos países hay unos pocos productos (organofosforados o piretroides) autorizados para el tratamiento de praderas, céspedes, etc., en parques de recreo periurbanos contra las garrapatas que podrían atacar a los visitantes y sus mascotas (sobre todo de los géneros Ixodes y Dermacentor) y que provienen de la fauna salvaje (ciervos, gamos, zorros, liebres, roedores, etc.), que frecuentan esos parques.

En esas situaciones pueden tener sentido tales tratamientos dentro de ciertos límites, por el riesgo que suponen las garrapatas para los seres humanos, y porque no se puede tratar con garrapaticidas la fauna salvaje que son los hospedadores habituales de las garrapatas.

Pero no es nada recomendable hacer algo similar para controlar las garrapatas que infestan los pastos del ganado vacuno u ovino. Por un lado, esos métodos no lograrían eliminar las poblaciones de garrapatas. Por otro lado matarían indiscriminadamente a toda la fauna de los pastos, esencial para que éstos se desarrollen correctamente, y podrían contaminar las aguas freáticas. Y al contaminar los pastos, el ganado que se alimenta de ellos podría intoxicarse él mismo o desarrollar residuos ilegales en carne o leche.


Marcas comerciales de productos para el tratamiento ambiental del entorno ganadero

Algunos de los concentrados para baños del ganado también están indicados para el uso ambiental. Puede consultar en este sitio las fichas técnicas de las marcas comerciales más extendidas:

  • Organofosforados y carbamatos (enlace)
  • Piretroides: CIPERMETRINA (enlace)
  • Piretroides: OTROS (enlace)
  • Inhibidores del desarrollo (enlace)
  • Mezclas y otros (enlace)