Numerosos compuestos químicos orgánicos producidos naturalmente (por plantas o microorganismos) poseen propiedades insecticidas, acaricidas, antihelmínticas, etc. Muchos son producidos por plantas cuyas propiedades parasiticidas se conocen desde antiguo y que se usan en la medicina popular con ese propósito con mayor o menor éxito.

La inmensa mayoría de tales compuestos se han identificado, aislado, y en buena parte sintetizado en laboratorio durante el siglo XX. Pero la búsqueda de nuevos compuestos en plantas menos conocidas constituye un inmenso campo de investigación de las compañías agroquímicas y farmacéuticas, y de universidades y otras instituciones dedicadas a la investigación.

Flores de Pyrethrum spp. de las que se extraen las piretrinas

Hay bastantes antiparasitarios que contienen compuestos naturales, sobre todo para mascotas. Pero muchos otros ingredientes (conservantes, estabilizandes, emulgantes, etc.) de tales productos no son de ordinario de origen natural sino sintético.

Hay dos tipos fundamentales de compuestos químicos naturales: los producidos por plantas superiores, (árboles, arbustos, hierbas, etc.) y los producidos por microorganismos (bacterias, levaduras, hongos, etc.).

La diferencia fundamental es que los producidos por plantas superiores se obtienen a menudo por simple extracción (más o menos industrial y sofisticada) de plantas cultivadas para este propósito según modos tradicionales, y casi siempre pueden también usarse en remedios y recetas caseros. Mientras que los producidos por microorganismos se obtienen sólo por producción industrial (fermentación) de tales microorganismos (a veces manipulados genéticamente) de los que seguidamente se extrae el compuesto deseado. Estos microorganismos y los compuestos que producen no están de ordinario disponibles para remedios caseros.

Además, hay una serie de compuestos inorgánicos (minerales) que también tienen una cierta eficacia insecticida o antihelmíntica. Estos no los producen las plantas sino que se obtienen más o menos directamente de minerales naturales.


Compuestos químicos naturales antiparasitarios

A continuación se enumeran los compuestos químicos con propiedades insecticidas, acaricidas o antihelmínticas más utilizados en salud animal (los enlaces conectan con artículos específicos en este sitio):

Sustancias activas orgánicas naturales extraídas de plantas:

  • Azadiractina: insecticida, acaricida, antihelmíntico; uso muy escaso en veterinaria
  • Carvacrol: insecticida; no consta que se use directamente en veterinaria
  • Citronellal (y citronellol): repelente; uso escaso en veterinaria
  • D-limoneno: insecticida y acaricida, repelente; uso escaso en veterinaria
  • Eucaliptol: repelente; uso muy escaso en veterinaria
  • Eugenol: insecticida y acaricida, repelente; uso muy escaso en veterinaria
  • Geraniol: repelente; uso muy escaso en veterinaria
  • Linalool: insecticida y acaricida, repelente: uso muy escaso en veterinaria
  • Piretrinas: insecticidas y acaricidas, repelentes: uso abundante en veterinaria
  • Rotenona: insecticida; uso escaso en veterinaria
  • Timol: insecticida; uso muy escaso en veterinaria

Estos compuestos se emplean a veces como tales, pero también a menudo en forma de aceites esenciales de plantas concretas que contienen siempre una mezcla más o menos variable de algunos de estos y otros compuestos naturales.

Hay otros compuestos naturales que se emplean algo en la agricultura (sea la sustancia activa o extractos de plantas) como insecticidas pero que no consta que se usen por ahora en antiparasitarios veterinarios comerciales, p.ej.:

  • Nicotina: el alcaloide del tabaco (Nicotiana tabacum) y de otras plantas solanaceas (patatas, tomate, etc.). Se usó bastante en la primera mitad del siglo XX.
  • Rianodina: otro alcaloide que se encuentra en los arbustos de Ryania speciosa, cuyo polvo machacado se usa algo en agricultura como bioplaguicida.
  • Cevadina: otro alcaloide que se encuentra en las semillas de sabadilla (Schoenocaulon officinale) una liliácea sudamericana. No se usa como tal pues es bastante tóxica, sino en preparados vegetales con bajo contenido.
  • Cinnamaldehído: un componente del aceite esencial de la canela (Cinnamomum zeylanicum).

Sustancias activas orgánicas naturales producidos por microorganismos:

  • Abamectina: insecticida, acaricida y antihelmíntico; uso abundante en veterinaria
  • Spinosad: insecticida, acaricida; uso abundante en veterinaria

Compuestos inorgánicos minerales:

  • Azufre: insecticida; uso muy escaso en veterinaria
  • Bórax: insecticida; uso muy escaso en veterinaria
  • Sílice, tierra de diatomeas: insecticida, acaricida; uso muy escaso en veterinaria
  • Cobre: antihelmíntico: uso muy escaso en ganado

Derris elliptica, de cuyas raíces se extrae la rotenona. Fotografía tomada de www.chuogakuin-h.ed.jp/bio/mame.htm

Conviene recordar, que el origen natural no garantiza en absoluto que los compuestos naturales sean menos tóxicos, pues son tan "químicos" como los compuestos sintéticos. ¡Todo depende de la dosis! Pero por lo general, los compuestos orgánicos naturales son menos persistentes en el animal tratado y en el medio ambiente que la mayoría de los compuestos orgánicos sintéticos, pues suelen ser poco resistentes a la luz solar, y se excretan y/o metabolizan y/o se descomponen de modo relativamente rápido, dejando pocos residuos.

En cuanto a la eficacia antiparasitaria, hay una característica común a la mayoría de estos compuestos químicos naturales comparados con los compuestos químicos sintéticos. Los compuestos químicos naturales son casi siempre menos eficaces, menos contundentes, a menudo más lentos en actuar y casi siempre menos persistentes que los sintéticos. La única excepción es la abamectina, que posee propiedades muy similares a la ivermectina, un compuesto parasiticida muy similar pero de origen semi-sintético. Pero lo que es una desventaja por un lado, puede ser una ventaja por otro, p.ej. en la ganadería ecológica en la que se procura que no haya residuos de pesticidas en carne, leche, huevos, cueros, etc.

Por último conviene saber que, en la inmensa mayoría de los países, los productos llamados "naturales" (p.ej. con aceites o extractos de plantas) no están sometidos a la misma estricta reglamentación de aprobación que los antiparasitarios sintéticos, ni en lo que se refiere a la eficacia, ni a la seguridad. Resultan pues mucho menos costosos de desarrollar y más fáciles de registrar: por eso hay tantos...