Control biológico de garrapatas, moscas y otros insectos, y helmintos parásitos del ganado bovino, ovino, caprino, porcino y aves, caballos, perros y gatos
En esta categoría sobre el control biológico se reagrupan y completan las informaciones sobre los métodos de control biológico de parásitos veterinarions en el ganado, caballos y mascotas, informaciones incluidas también en buena parte en los artículos sobre cada parásito o grupo de parásitos, a saber:
- control biológico de garrapatas y ácaros (enlace)
- control biológico de moscas y otros insectos (enlace)
- control biológico de helmintos gusanos nematodos (enlace)
Ya de entrada, para los propietarios de caballos, perros, gatos y otras mascotas: no hay por ahora ningún método de control biológico de parásitos de las mascotas o de los caballos como pulgas, garrapatas, piojos, ácaros, gusanos, etc. para aplicación por su propietario. Puede haber algunas aplicaciones para criaderos, perreras, clínicas, etc., pero muy escasas.
Entre especialistas se entiende por control biológico el que se lleva a cabo cuando se combate un parásito con un organismo vivo enemigo natural del parásito.
Hay tres tipos fundamentales de enemigos naturales de los parásitos, también de las moscas, piojos, garrapatas, etc.:
- Depredadores: se alimentan directamente del parásito, es decir, se lo comen (p.ej. aves, hormigas, escarabajos, ciertos ácaros).
- Parasitoides: organismos que pasan una parte de su vida en el interior o fijados al exterior del parásito que acaba por sucumbir o ser consumido (p.ej. ciertas avispas). Es decir, son parásitos de los parásitos del ganado.
- Organismos patógenos de los parásitos, es decir que infectan al parásito y lo debilitan o matan (virus, bacterias, hongos, protozoos, nemátodos, etc.). Se podrían considerar como "enfermedades" de los parásitos.
Sin embargo, hay una tendencia entre no especialistas a incluir dentro del control biológico a todo lo que se puede hacer para controlar un parásito que no implique el uso de antiparasitarios químicos sintéticos. Es decir, se considera "control biológico" no sólo el recurso a insectos u otros organismos vivos beneficiosos, sino también a vacunas, a plantas o extractos caseros de plantas, a productos químicos industriales extraídos de plantas, a productos minerales no sintéticos, etc.
Sin embargo, estrictamente, todo esto, junto con el uso de medidas preventivas, es lo que se incluye en el «Manejo integrado de plagas» (MIP, o en inglés IPM de «Integrated Pest Management»). Para ver el artículo sobre MIP en este sitio en la sección sobre «Resistencia» pulse aquí.
Pueden interesarle también los artículos en este sitio sobre:
- plantas medicinales y vacunas contra parásitos externos e internos (enlace)
- antiparasitarios naturales (enlace)
- antiparasitarios minerales ( (enlace)
Hay miles de investigaciones sobre los organismos que podrían procurar un control biológico de los parásitos del ganado o de las mascotas porque son enemigos naturales suyos. Lamentablemente, muy pocos de ellos han demostrado hasta la fecha ser suficientemente eficaces en condiciones de campo, sobre todo en comparación con la eficacia contundente de la mayoría de los antiparasitarios químicos sintéticos.
Además, su aplicación es siempre notablemente más delicada y compleja que la de un producto químico, lo que aumenta el riesgo de fracaso práctico en el campo. De ordinario es necesaria una capacitación específica que puede obtenerse en cursillos o talleres de unos días de duración y en la que se aprende a identificar y monitorear las poblaciones de parásitos, a descubrir sus hábitats de desarrollo y ciclos de vida, a manejar los insectos beneficiosos, etc.
Un problema en muchos países menos desarrollados es la dificultad para obtener parasitoides o patógenos adecuados, pues son aún escasas las empresas que los producen y comercializan. Por tratarse de material biológico vivo, la logística de su distribución es compleja y diferente de la que siguen los parasiticidas químicos. Por ejemplo, durante el transporte y el almacenamiento es imperativo evitar temperaturas extremas que matarían a los parasitoides o patógenos, y tanto en los puestos de venta como en las propiedades ganaderas, el tiempo que se pueden almacenar es limitado (varias semanas, como mucho un par de meses).
Pero la situación mejora poco a poco, sobre todo porque la demanda de parasitoides va en aumento ya que muchos se utilizan también en la agricultura, especialmente en el cultivo de frutas, hortalizas, legumbres y flores al exterior o en invernadero. Y hay ya programas exitosos en la ganadería. En los EE.UU. se siguen ya en muchos lugares métodos integrados de control de moscas en explotaciones lecheras, granjas avícolas y porcinas, y en explotaciones de engorde intensivo («feedlots»). Estos programas combinan el control biológico con otras medidas preventivas y estructurales y logran resultados del todo comparables a los que pueden obtenerse con productos químicos a costos similares e incluso menores.
Otra buena noticia es que la investigación en este campo es cada vez mayor, sobre todo en universidades y otras instituciones públicas. Y como cada vez es más difícil y costoso descubrir y desarrollar nuevos productos químicos que superen la resistencia de los parásitos, es muy probable que sea del control biológico de donde pueden esperarse más innovaciones en el futuro, fomentadas por el creciente interés por los productos biológicos y por el creciente aumento de costo del control químico.