Cysticercus ovis son los estadios inmaduros (cisticercoides, metacestodo) de la Taenia ovis del perro y otros carnívoros silvestres (zorros, lobos, etc.) en ovinos y caprinos que actúan como hospedadores intermediarios.
Se dan en todo el mundo, si bien la prevalencia varía regionalmente. Son más abundante en países con grandes poblaciones ovinas. Brotes inesperados pueden ocurrir debido a condiciones climáticas que favorecen la supervivenvia de los huevos en los pastos, o la actividad de los cánidos que transmiten la enfermedad.
La enfermedad causada por esta y otras especies de tenias se denomina cisticercosis.
Cysticercus ovis no afecta a bovinos, porcinos, caballos, gatos ni aves domésticas.
Los animales infestados con Cysticercus ovis ¿son contagiosos para seres humanos?
- NO. No hay evidencia de que este parásito infecte a seres humanos.
Localización de Cysticercus ovis
Los cisticercos se encuentran en el corazón, en el diafragma y en los músculos masticadores y esqueléticos (carne) de los ovinos. Los adultos se dan en el intestino delgado de perros y otros cánidos (lobos, zorros, etc.).
Descripción de Cysticercus ovis
Los cisticercos maduros enquistados tienen forma oval, miden unos 9x5 mm, el tamaño de un grano de arroz, son blanquecinos y contienen un gusano inmaduro envuelto en líquido. Carne contaminada puede tener docenas de quistes. Afectan sobre todo el músculo esquelético, cardíaco, del diafragma y de las mandíbulas. Los cisticercos viejos, con larvas muertas, se calcifican y muestran un aspecto de nódulos de color verde amarillento.
Biología y ciclo vital de Cysticercus ovis
El ganado se infecta al pastar, ingiriendo huevos (o proglotis cargadas de huevos) excretados con las heces de perros infectados: una sola tenia puede producir hasta 250'000 huevos al día, y un perro puede llevar varias tenias.
Los huevos eclosionan en el intestino delgado de los ovinos o caprinos, atraviesan la pared intestinal y, a través de la sangre, llegan a su destino, sobre todo los músculos esqueléticos y cardíacos, donde se enquistan, unas 6 a 10 semanas tras la infección. En animales viejos los cisticercos mueren con el tiempo, se calcifican y muestran un aspecto de nódulos verde amarillentos.
El ciclo sólo se completa cuando perros u otros cánidos ingieren carne contaminada con cisticercos. En ellos, los cisticercos se digieren, liberando el escólex (uno por cisticerco) que llegan al intestino delgado donde se prenden y completan el desarrollo a adultos.
Si no está familiarizado con la biología general de los cestodos pulse aquí.
Daños, síntomas y diagnóstico de Cysticercus ovis
Los cisticercos en el ganado pueden no provocar síntomas clínicos. En caso de infecciones graves de corderos, dentro de una semana tras la infección, pueden darse: debilidad, apatía, salivación elevada, distrurbios motores, fieber, diuresis frecuente, pulso y respiración lentos, conjuntivitis, anemia e ictericia. No se excluyen fatalidades en casos de infecciones masivas de animales debilitados.
Pero en la mayoría de los casos el ganado se recupera. Lo que sí ocurre es que los cisticercos permanecerán en la carne hasta el sacrificio, y su identificación en matadero llevará a la condena de la carne, a pesar de que estos cisticercos no son nocivos para los seres humanos
El daño económico mayor proviene por tanto del decomiso de la canal.
El diagnóstico sólo es posible post-mortem al descubrir los cisticercos. Los métodos inmunológicos en animales vivos pueden ser no específicos, y aún no están muy desarrollados
Prevención y control de Cysticercus ovis
Los órganos decomisados en matadero no deben darse a los perros. Debe evitarse que los perros y otros carnívoros coman carne o vísceras crudas o cadáveres de otros animales: para ello retirar todos los cadáveres de la propiedad lo antes posible. Dar a los perros sólo carne cocida del todo (sin partes rojas o rosadas) al menos a 80°C, o congelada al menos a - 10°C durante 7 días: sólo así se logra matar a los cisticercos.
De ordinario no está indicado tratar el ganado con productos antihelmínticos, si bien algunos cestodicidas como el praziquantel han logrado curar infecciones experimentales. El problema es que no es fácil saber cuãndo habría que tratar al ganado para interceptar una infección, y la mayoría de los cestodicidas no ofrecen más que unos pocos días de protección.
Por ahora no hay vacunas que protejan a los animales domésticos haciéndolos inmunes a este parásito. Por ahora no hay tampoco métodos de control biológico de este parásito mediante sus enemigos naturales.
Sí que se pueden tratar los perros y conviene hacerlo (p.ej. cada 30 días) en zonas rurales, y desde luego en propiedades con ganado ovino, para evitar que infesten los prados con los huevos. Para ello pueden emplearse varios cestodicidas como praziquantel o epsiprantel, etc., o benzimidazoles de amplio espectro (p.ej. albendazol, fenbendazol, mebendazol, oxfendazol).
Consulte a un veterinario o a los servicios zoosanitarios de su región para obtener informaciones y recomendaciones más precisas adaptadas a las condiciones climáticas y ecológicas regionales.
Consulte los artículos sobre el uso correcto de productos antihelmínticos en este sitio (pulse aquí).
Resistencia de Cysticercus ovis a los antiparasitarios
Por ahora no hay reportes de resistencia de Cysticercus ovis a los antihelmínticos de uso habitual.
Esto significa que si un producto no procura la eficacia esperada contra estos parásitos, lo más probable es que no se debe a un problema de resistencia, sino a uso incorrecto o a que el antiparasitario empleado no es adecuado para dicho control. El uso incorrecto es la causa más frecuente del fracaso de productos antiparasitarios.
Aprenda más sobre qué es la resistencia y cómo manejarla.