Prevalencia de la resistencia de Fasciola hepatica a fasciolicidas en ovinos

Hay reportes de resistencia de Fasciola hepatica a la rafoxanida y al closantel en ovinos, dos representantes de la clase química de las salicilanilidas, tal vez con resistencia cruzada al nitroxinil, si bien no parece que está muy extendida.

También hay algunos reportes de resistencia al closantel en bovinos (p.ej. en Suecia). También hay reportes de resistencia al clorsulón en ovinos en España.

Fasciola hepatica adulta, vista ventral, con ventosas

Pero más problemática es la resistencia de Fasciola hepatica en ovinos al triclabendazol, uno de los fasciolicidas más utilizado por su alta eficacia tanto contra los adultos, como contra los estadios inmaduros.

Esta resistencia se reportó por primera vez en Australia en 1995 y desde entonces su aparición ha sido confirmada al menos en numerosos países de Europa (p.ej. España, Irlanda, los Países Bajos, el Reino Unido, Suecia), América Latina (p.ej. Argentina, Bolivia, Brasil, Perú, Uruguay), en Australia y Nueva Zelanda.

La resistencia al triclabendazol es casi siempre cruzada con la resistencia al albendazol, si bien hay reportes de una cepa Argentina resistente al albendazol pero susceptible al triclabendazol.

También hay reportes de resistencia en bovinos (p.ej. en Australia, Holanda, Suecia, Argentina y Perú).

Es de temer que la aparición y extensión de poblaciones de Fasciola resistentes en otros países con gran población ovina, especialmente en América Latina, es sólo cuestión de tiempo.

No se ha determinado aún con certeza el mecanismo de la resistencia de Fasciola hepática al triclabendazol pero los estudios actuales apuntan a cambios en la estructura de la tubulina en los individuos resistentes que hacen que el triclabendazol o el albendazol no logren actuar sobre ella como lo hace en los individuos susceptibles.

La resistencia de la duela del hígado al triclabendazol en ovinos es especialmente problemática porque el daño que causa en ovinos es de ordinario más grave que en bovinos.

También lo es porque en numerosas regiones muy húmedas la prevalencia de Fasciola es enorme: prácticamente todo el ganado se ve afectado (p.ej. en casi toda Irlanda). Y de estas regiones puede afirmarse que, en gran medida, fue gracias al triclabendazol que se logró resolver el problema epidemiológico de la fasciolosis en las últimas décadas. Como es sabido, el triclabendazol es el único fasciolicida que controla tanto a los adultos, como a prácticamernte todos los estadios inmaduros en el hospedador, y esto es especialmente importante ya que el daño mayor lo causan los estadios juveniles (para consultar el artículo en este sitio sobre Fasciola hepatica pulse aquí).


Determinación de la resistencia de Fasciola hepatica a fasciolicidas

Para los ovinos Fasciola hepatica es especialmente dañina.

La determinación de la resistencia de Fasciola hepatica al triclabendazol, o a otros fasciolicidas, es tanto o más compleja que en el caso de la resistencia de los nemátodos gastrointestinales a los nematicidas (pulse aquí para consultar el artículo correspondiente en este sitio).

En efecto, por ahora sigue siendo necesario realizar tratamientos de prueba en el ganado ("in vivo") seguidos de tomas de muestras de los excrementos y de recuentos de huevos en materia fecal a hacer en laboratorio.

En el caso de Fasciola hepatica es más complicado aún porque la liberación de huevos en las heces es intermitente, y la ausencia de huevos en una muestra fecal no es siempre concluyente de eficacia, es decir, puede haver falsos negativos.


Manejo de la resistencia de Fasciola hepatica a fasciolicidas

Aunque no son tan eficaces contra los estadios juveniles de Fasciola como el triclabendazol, en la mayoría de lugares existen suficientes alternativas entre los fasciolicidas si el triclabendazol o el albendazol fallan: varias salicilanilidas (p.ej. closantel, rafoxanida), el clorsulón, el nitroxinil, etc.

Para consultar los artículos en este sitio sobre los fasciolicidas más importante pulse aquí.

No obstante, como para los nematodos gastrointestinales, además de un cambio de producto una vez confirmada o sospechada la resistencia en una propiedad, es tanto más urgente para el productor abandonar la actitud –si se daba– de apoyarse casi exclusivamente en el uso más o menos masivo e indiscriminado del triclabendazol o de otros fasciolicidas para resolver el problema de Fasciola hepatica. En su lugar debe introducir la filosofía y los métodos del manejo integrado de parásitos (MIP, enlace). En el caso de las infecciones de Fasciola hepatica y otros trematodos parásitos internos del ganado, hay numerosas medidas preventivas del desarrollo de las poblaciones de los gusanos en los pastos y para la protección del ganado, que es imperativo considerar por cualquier productor, más todavía el que se debe enfrentar con un problema de resistencia.


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