El amitraz se introdujo en la década de 1970, sobre todo para  controlar garrapatas y ácaros del ganado. Hoy en día se ha reportado resistencia de algunas especies de garrapatas al amitraz en numerosos países.

La resistencia de las garrapatas al amitraz es de ordinario menos elevada que a los piretroides.

Los casos más críticos de resistencia de parásitos veterinarios el amitraz son:

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Hay reportes sobre otros parásitos que han desarrollado resistencia o tolerancia a los piretroides. Pero no se analizan en detalle en este sitio porque, por ahora, se trata de casos regionales limitados, o no representan todavía una amenaza global para los animales domésticos. Las medidas recomendadas para hacerles frente son más o menos las mismas que para los casos más críticos: Rotación a compuestos de otras clases químicas con mecanismos de acción diferentes que siguen siendo eficaces, y/o implementar el Manejo Integrado de Parásitos. Se pueden mencionar los siguientes casos:

  • Garrapatas multi-hospedador:  resistencia reportada en Amblyomma cajennense en bovinos en Brasil y México: probablemente se extenderá en América Latina.

Tras su introducción, el amitraz se usó moderadamente donde la resistencia de las garrapatas a los organofosforados y otros viejos garrapaticidas empezó a ser problemática. Pero a partir de la década de 1980 fue progresivamente sustituído en muchos lugares por los piretroides que controlan más parásitos (p.ej moscas), son más fáciles de manejar, y el ganado los tolera mejor que el amitraz. Sin embargo, el rápido desarrollo de resistencia de las garrapatas a los piretroides a partir de la década de 1990 causó un aumento del uso del amitraz en muchas regiones, y hoy en día se usa abundantemente en bovinos.

El amitraz es eficaz contra todo tipo de garrapatas y varias especies de ácaros y piojos, pero no contra otros insectos (p.ej. moscas, pulgas, mosquitos, etc.). El amitraz no tiene ninguna eficacia contra parásitos internos (nematodos, trematodos y cestodos).

El amitraz pertenece a la clase química de las amidinas (=formamidinas).

Hoy en día el amitraz está disponible sólo para uso externo, sobre todo en concentrados para para baños de inmersión o aspersión para bovinos. Hay docenas de productos genéricos en la mayoría de países donde las garrapatas son un problema para el ganado bovino, a menudo en combinación con otros compuestos de otras clases químicas (organofosforados, piretroides, etc.).

El amitraz también se emplea en algunas pipetas (= spot ons) así como en productos de bajo costo como aerosoles, baños, champús, polvos, sprays, etc. para perros en vistas a mejorar la eficacia garrapaticida. No se emplea en equinos ni en gatos porque no toleran el amitraz. También se emplea en la apicultura contra ciertos parásitos de las abejas.

La resistencia múltiple (es decir simultánea) de Rhipicephalus (Boophilus) spp al amitraz y a compuestos de otras clases químicas (p.ej. fipronil, lactonas macrocíclicas piretroides, organofosforados) se ha reportado ya en varios países (p.ej. Brasil, México, etc.).

Otra sustancia activa de esta clase química es el cimiazol. Se usa escasamente en unos pocos países.

Como regla general hay que contar con que todas las sustancias activas de la misma clase química muestran resistencia cruzada entre ellas. Es decir, si una población de parásitos ha desarrollado resistencia a una de ellas, será más o menos resistente a todas las demás.


Parásitos resistentes al amitraz

  • Garrapatas de un hospedador: Rhipicephalus (Boophilus) spp en bovinos

    • DÓNDE SE HA REPORTADO. La resistencia de R. microplus y su pariente R. australis al amitraz se ha reportado en numerosos países (p.ej. Argentina, Australia, Brasil, Colombia, Ecuador, India, México, Nueva Caledonia, Uganda, Uruguay, Venezuela, Zimbabwe, etc.) . Lo mismo ocurre con R. decoloratus en el sur de África.
    • PERSPECTIVA. Los problemas seguirán extendiéndose y reforzándose, pues el amitraz sigue siendo muy utilizado en todos los lugares, solo o en mezclas con otras clases químicas (organofosforados, piretroides, etc.).
    • MEDIDAS RECOMENDADAS. La medida más recomendada es implementar el Manejo Integrado de Parásitos (MIP) y/o aplicar medidas para la prevención de infestaciones que reduzcan el uso de productos químicos (ver el artículo sobre Rhipicephalus (Boophilus) spp en este sitio). Donde antiparasitarios de otras clases químicas siguen siendo eficaces contra estas garrapatas, la rotación de productos es muy recomendable, es decir, interrumpir el uso de piretroides durante varios años y sustituirlos por sustancias activas de otras clases químicas con mecanismos de acción diferentes. La rotación es también muy recomendable donde aún no hay problemas de resistencia, precisamente para retrasar su aparición.
    • PARASITICIDAS ALTERNATIVOS para ROTACIÓN.
      • Fipronil. Este compuesto está autorizado para el control de garrapatas en algunos países (p.ej. en América Latina e India), pero no en Australia, la UE o los EE.UU. Sólo está disponible como pour-on. De ordinario tiene un periodo de espera muy largo de unas 12 semanas. Ya hay reportes de resistencia de R. microplus al fipronil en varios países de América Latina (p.ej. Argentina, Brasil, México y Uruguay) y en India. El fipronil no controla parásitos internos como los nematodos gastrointestinales.
      • Fluazurón. Este compuesto está disponible en la mayoría de países donde estas garrapatas son un problema. Pero es muy específico contra las garrapatas (espectro reducido) y no controla otros parásitos externos (p.ej. moscas) ni internos. Sólo está disponible como pour-on. Hay ya algunos reportes de resistencia de R. microplus al fluazurón, p.ej. en Brasil.
      • Lactonas macrocíclicas (abamectina, doramectina, eprinomectina, ivermectina, moxidectina). Hay ya reportes de resistencia de R. microplus a la ivermectina en América Latina (p.ej. Argentina, Brasil, México y Uruguay) y también en India. También hay reportes de resistencia de R. annulatus en Egipto, y de R. decoloratus en África del Sur. Todo hace pensar que el problema acaba sólo de empezar.
      • Organofosforados (p.ej. clorpirifós, cumafós, diazinón, diclorvos, etión, etc.). Hasta la década de 1990 los organofosforados se usaron mucho en todo el mundo contra las garrapatas. Paulatinamente se sustituyeron por compuestos más modernos y menos tóxicos, sobre todo piretroides, pero su uso ha aumentado últimamente debido a la resistencia altísima de las garrapatas a los piretroides. La disponibilidad actual de organofosforados está limitada por restricciones de seguridad impuestas por las autoridades o por retiro voluntario de los productos por parte de los fabricantes. Los organofosforados están disponibles sobre todo para baños de inmersión o aspersión y en algunos pour-ons. Son eficaces contra muchos otros parásitos externos (p.ej. moscas, piojos, ácaros, etc.). La resistencia de las garrapatas R. microplus a los organofosforados estaba bien implantada antes de su progresiva sustitución y hay que contar con que persiste en numerosas regiones.
      • Piretroides. La resistencia de las garrapatas a los piretroides (sobre todo cipermetrina, deltametrina, flumetrina y permetrina) está más extendida y es de ordinario mayor que al amitraz. No obstante, en algunos lugares no se excluye que sean aún eficaces.

Pulse aquí para consultar otros artículos sobre la resistencia de parásitos veterinarios a otras clases químicas o compuestos antiparasitarios específicos.


Donde las haya, atenerse a recomendaciones regionales o nacionales para prevenir la resistencia, o manejarla si ya está desarrollada.

Para evaluar los problemas de resistencia hay que considerar que la innovación en el campo de los parasiticidas para el ganado y equinos ha disminuido notablemente en las últimas décadas.

  • Las últimas clases químicas de nematicidas realmente nuevas para bovinos y equinos (ivermectina perteneciente a lactonas macrocíclicas) se introdujo en la década de 1980; para ovinos y caprinos en la década del 2000 (monepantel, derquantel).
  • La última clase química de garrapaticidas realmente nueva para bovinos (fluazurón, perteneciente a las benzoilureas) se introdujo en la década de 1990.
  • Las últimas clases químicas de ectoparasiticidas para ovinos (diciclanil, spinosad) se introdujeron en la década de 1990.
  • La última clase química de trematicidas para el ganado (contra las duelas; albendazol, triclabendazol, pertenecientes a los benzimidazoles) se introdujo en la década de 1970.

Esto significa que la probabilidad de que se introduzcan nuevas clases químicas con mecanismos de acción diferentes a los de los productos actuales es muy pequeña. La razón es que, desde hace décadas, la inmensa mayoría de los laboratorios de salud animal ha enfocado su investigación y desarrollo en el mercado de mascotas, mucho más rentable que el mercado ganadero. La consecuencia es que, por lo que se refiere a la gestión de la resistencia, casi nada nuevo (es decir, con un mecanismo de acción nuevo) se ha introducido en las últimas décadas. Casi todos los nuevos productos comerciales introducidos han sido nuevas formulaciones o mezclas de viejas sustancias activas, entretanto ya genéricas; es decir: más de lo mismo.


Para saber más sobre la resistencia, lea los siguientes artículos en este sitio:

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