La milbemicina oxima se introdujo como antiparasitario de amplio espectro para perros y gatos a finales de la década de 1980. Pertenece a la clase química de las lactonas macrocíclicas.

Desde entonces, se han reportado casos de resistencia de las microfilarias del gusano del corazón (Dirofilaria immitis) a las lactonas macrocíclicas, incluida la milbemicina oxima.

  • DÓNDE SE HA REPORTADO. Desde mediados de la década de 2010 se han reportado casos de resistencia y/o tolerancia de las microfilarias de Dirofilaria immitis a la ivermectina y a otras lactonas macrocíclicas en los EE.UU. (incluida la milbemicina oxima), sobre todo en el sur. Esto significa que los perros tratados con un producto preventivo (que se supone que mata las microfilarias) mostraron estar infectados con gusanos adultos, es decir, que las microfilarias en su sangre lograron desarrollarse a gusanos adultos. Poco se sabe aún sobre el número de perros afectados. En principio esta resistencia afecta a todas las lactonas macrocíclicas (resistencia cruzada), si bien diferentes formulaciones (p.ej. píldoras y tabletas, inyectables, spot-ons o pipetas, etc.) pueden mostrar niveles diferentes de resistencia y algunas pueden seguir siendo eficaces, p.ej. porque los niveles en sangre de la sustancia activa pueden ser más altos, o porque dichos niveles son más persistentes tras la administración, etc.
  • PERSPECTIVA. La resistencia no desaparecerá, como siempre ha ocurrido hasta ahora. Habiendo tardado bastante en aparecer (unos 30 años) algunos especialistas piensan que la intensificación y la propagación de la resistencia de las microfilarias de Dirofilaria immitis a estos compuestos podría ser relativamente lenta. Aunque no se han reportado todavía casos de resistencia en gatos, probablemente es sólo cuestión de tiempo para que aparezca en las regiones afectadas.
  • MEDIDAS RECOMENDADAS. Observancia de las recomendaciones de uso. Porque el uso incorrecto es la causa más frecuente de fallos de los productos, y porque la infradosificación crónica puede favorecer la aparición de resistencia. Como las microfilarias de Dirofilaria immitis las transmiten los mosquitos (=zancudos), conviene mucho disminuir la exposición de los perros a los mosquitos: evitando que los perros visiten lugares donde abundan los mosquitos, o reduciendo los posibles contactos de los perros con los mosquitos (p.ej. con mosquiteras, con repelentes, etc.).
  • PARASITICIDAS ALTERNATIVOS para ROTACIÓN. Lamentablemente, por ahora no hay otros medicamentos alternativos. Sólo las lactonas macrocíclicas son eficaces para prevenir infecciones con Dirofilaria immitis.

En 2019 se reportaron casos de resistencia de Ancylostoma caninum a la milbemicina oxima en los EE.UU. No se analiza en detalle en este sitio porque, por ahora no representa todavía una amenaza global para los animales domésticos.

La milbemicina oxima se usa abundantemente en perros y gatos. Además de su uso como preventivo del gusano del corazón es eficaz contra la mayoría de los nematodos gastrointestinales (p.ej. Ancylostoma spp, Toxocara spp, Uncinaria spp, etc.) y contra algunos ácaros de las mascotas. Hay ya bastantes marcas genéricas. Se emplea sobre todo en píldoras, tabletas y comprimidos, a menudo en mezclas con otras sustancias activas. No se emplea en el ganado ni en equinos.

Otras lactonas macrocíclicas usadas en medicina veterinaria son: abamectina, doramectina (sólo en ganado), eprinomectina, ivermectinamoxidectina y selamectina (sólo en mascotas).

Es una regla general que compuestos de la misma clase química muestran resistencia cruzada entre ellos. Es decir, si una población de parásitos desarrolla resistencia a un de los compuestos, será también más o menos resistente a los demás compuestos de la misma clase química.

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Donde las haya, atenerse a recomendaciones regionales o nacionales para prevenir la resistencia o manejarla, si ya está desarrollada.

Para evaluar los problemas de resistencia hay que considerar que la innovación en el campo de los parasiticidas para el ganado y equinos ha disminuido notablemente en las últimas décadas.

  • La última clase química de nematicidas realmente nueva para bovinos y equinos (ivermectina perteneciente a lactonas macrocíclicas) se introdujo en la década de 1980; para ovinos y caprinos en la década del 2000 (monepantel, derquantel)
  • La última clase química de garrapaticidas realmente nueva para bovinos (fluazurón, perteneciente a las benzoilureas) se introdujo en la década de 1990.
  • La última clase química de ectoparasiticidas para ovinos (diciclanil, spinosad) se introdujo en la década de 1990.
  • La última clase química de trematicidas para el ganado (contra las duelas; albendazol, triclabendazol, pertenecientes a los benzimidazoles) se introdujo en la década de 1970.

Esto significa que la probabilidad de que se introduzcan nuevas clases químicas con mecanismos de acción diferentes a los de los productos actuales es muy pequeña. La razón es que desde hace décadas, la inmensa mayoría de los laboratorios de salud animal ha enfocado su investigación y desarrollo en el mercado de mascotas, mucho más rentable que el mercado ganadero. La consecuencia es que, por lo que se refiere a la gestión de la resistencia, casi nada nuevo (es decir, con un mecanismo de acción nuevo) se ha introducido en las últimas décadas. Casi todos los nuevos productos comerciales introducidos han sido nuevas formulaciones o mezclas de viejas sustancias activas entretanto ya genéricas, es decir: más de lo mismo.


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