El triclabendazol se introdujo en la década de 1970 como antihelmínito específico contra los trematodos (duelas). Pertenece a la clase química de los benzimidazoles. Desde entonces sigue siendo el compuesto más utilizado contra la duela del hígado (Fasciola hepática) en ovinos, bovinos y caprinos.

Su uso masivo desde entonces ha dado lugar a la aparición de resistencia en las duelas del hígado (Fasciola hepática) en rumiantes.

El triclabendazol es eficaz contra adultos y estadios inmaduros de Fasciola hepatica, y contra Fasciola gigantica y Fascioloides magna. El triclabendazol no es eficaz contra nematodos ni contra cestodos.

El triclabendazol se usa exclusivamente en rumiantes (ovinos, bovinos, caprinos, camélidos). Está disponible fundamentalmente para la administración oral sobre todo en forma de suspensiones orales, pues es muy poco soluble en agua. Hay también algunos pour-ons para la administración tópica. Se usa a menudo mezclado con compuestos de otras clases químicas. Hay docenas de productos veterinarios genéricos con triclabendazol en todo el mundo.

Los benzimidazoles más importantes son: albendazol, febantel, fenbendazol, flubendazol, mebendazol, oxfendazol, oxibendazol, ricobendazol y triclabendazol.

Es una regla general que compuestos de la misma clase química muestran resistencia cruzada entre ellos, es decir: si una población de parásitos desarrolla resistencia a uno de ellos, será más o menos resistente a todos los demás compuestos de la misma clase química.


Parásitos con resistencia al triclabendazol

  • Duela del hígado (Fasciola hepatica) en ovinos, bovinos y caprinos

    • DÓNDE SE HA REPORTADO. La resistencia de Fasciola hepatica a los benzimidazoles (sólo el albendazol y el triclabendazol son eficaces contra las duelas) se detectó por primera vez en ovinos en Australia a mediados de la década de 1990. Desde entonces se ha reportado en muchos países en ovinos (p.ej. Argentina, Brasil, España, Irlanda, Nueva Zelanda, Países Bajos, Perú, UK, etc.) y en bovinos (p.ej. Argentina, Australia, Chile, Países Bajos, Perú, etc.). La situación es menos dramática que para los nematodos gastrointestinales pero se trata de una amenaza seria, especialmente en propiedades ovinas de regiones húmedas donde este parásito es endémico: Fasciola hepatica es más dañina para ovinos que para bovinos.
    • PERSPECTIVA. La resistencia seguirá extendiéndose y aumentando, pues poco o nada se hace en la mayoría de las regiones para fomentar el control no químico y la prevención.
    • MEDIDAS RECOMENDADAS. La medida más recomendada es implementar el Manejo Integrado de Parásitos (MIP) y/o aplicar medidas para la prevención de infestaciones que reduzcan el uso de productos químicos. Reducir la humedad de los pastos es crucial para reducir la infestación de los mismos porque Fasciola hepatica necesita caracoles para su desarrollo. Donde antiparasitarios de otras clases químicas siguen siendo eficaces contra Fasciola hepatica , la rotación de productos es muy recomendable, es decir, interrumpir el uso de los benzimidazoles durante varios años y sustituirlos por sustancias activas de otras clases químicas con mecanismos de acción diferentes. La rotación preventiva, es decir, antes de que haya síntomas de resistencia, puede contribuir a retrasar notablemente su aparición.
    • PARASITICIDAS ALTERNATIVOS para ROTACIÓN.

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Donde las haya, atenerse a recomendaciones regionales o nacionales para prevenir la resistencia o manejarla, si ya está desarrollada.

Para evaluar los problemas de resistencia hay que considerar que la innovación en el campo de los parasiticidas para el ganado y equinos ha disminuido notablemente en las últimas décadas.

  • La última clase química de nematicidas realmente nueva para bovinos y equinos (ivermectina perteneciente a lactonas macrocíclicas) se introdujo en la década de 1980; para ovinos y caprinos en la década del 2000 (monepantel, derquantel)
  • La última clase química de garrapaticidas realmente nueva para bovinos (fluazurón, perteneciente a las benzoilureas) se introdujo en la década de 1990.
  • La última clase química de ectoparasiticidas para ovinos (diciclanil, spinosad) se introdujo en la década de 1990.
  • La última clase química de trematicidas para el ganado (contra las duelas; albendazol, triclabendazol, pertenecientes a los benzimidazoles) se introdujo en la década de 1970.

Esto significa que la probabilidad de que se introduzcan nuevas clases químicas con mecanismos de acción diferentes a los de los productos actuales es muy pequeña. La razón es que desde hace décadas, la inmensa mayoría de los laboratorios de salud animal ha enfocado su investigación y desarrollo en el mercado de mascotas, mucho más rentable que el mercado ganadero. La consecuencia es que, por lo que se refiere a la gestión de la resistencia, casi nada nuevo (es decir, con un mecanismo de acción nuevo) se ha introducido en las últimas décadas. Casi todos los nuevos productos comerciales introducidos han sido nuevas formulaciones o mezclas de viejas sustancias activas entretanto ya genéricas, es decir: más de lo mismo.


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