¿Qué son los collares insecticidas?
Los collares insecticidas y garrapaticidas para perros y gatos están hechos de materia sintéticas (plásticos, fieltros) impregnadas con un antiparasitario insecticida, pulguicida o garrapaticida. Se le ponen al animal alrededor del cuello.
Liberan lentamente la sustancia activa: sea por abrasión (desgaste), difusión, o evaporación por efecto de la temperatura corporal de la mascota. La sustancia activa liberada se va extendiendo poco a poco por el pelaje de la mascota donde alcanza y mata, o esteriliza a los parásitos, o los repele.
A veces, la sustancia activa se deposita en la grasa del pelaje y se va liberando poco a poco. Hay collares con una matriz especialmente adecuada y capaz de liberar regularmente las sustancias activas, lo que suele asegurar un control más homogéneo y duradero.
Los insecticidas y garrapaticidas son casi siempre sustancias activas más bien antiguas, todas genéricas, pertenecientes a las clases de los piretroides (deltametrina, permetrina, etc.), organofosforados (diazinón, etc.), carbamatos (propoxur, etc.) amidinas (amitraz), neonicotinoides (imidacloprid, etc.). También los hay con antiparasitarios naturales como las piretrinas, el d-limoneno, el linalool, etc. Algunos collares contienen mezclas de sustancias activas.
Los collares antiparasitarios se comercializan ya desde mediados del siglo pasado. En los últimos años se han modernizado algo con el uso de sustancias activas menos tóxicas y matrices más elaboradas. Por lo general, desde la aparición de los spot-ons o pipetas, el uso de collares ha disminuido, pues suelen ser menos eficaces, y no rara vez encuentran problemas de resistencia, sobre todo en las pulgas.
No hay collares antiparasitarios pare el ganado mayor ni menor. Para los bovinos existen las orejeras (aretes, caravanas) con objetivo y modo de acción similares, pero fundamentalmente sólo contra las moscas, no contra garrapatas, piojos o ácaros.
Espectro de acción de los collares
Según las sustancias activas que contienen, los collares son eficaces contra pulgas, garrapatas o ácaros y piojos. Algunos pueden proteger en parte contra moscas, mosquitos (zancudos), jejenes, tábanos y otros insectos voladores. Ningún collar es eficaz contra parásitos internos de las mascotas.
Todas estas sustancias activas de los collares actúan por contacto con el parásito. No hay collares con sustancias activas de acción sistémica, es decir que de la piel dela mascota se absorba a sangre y a través de la sangre alcance al parásito.
Los collares son fáciles y cómodos de aplicar y de ordinario más económicos que las pipetas. Un inconveniente de algunos collares puede ser su olor desagradable, sobre todo si contienen ciertos organofosforados.
Eficacia de los collares
Algunos collares impregnados procuran una buena protección durante 6-12 semanas, a veces más, notablemente más larga que los spot-ons. No obstante, esto depende tanto del collar en sí (p.ej. la sustancia activa, la matriz), como de la situación parasitológica concreta: nivel de infestación, temporada del año, especies de garrapatas dominantes, etc. Por lo general, el nivel de control de los buenos collares suele ser entre el 80-95%, inferior al 90-100% que suelen procurar los mejores spot-ons. Pero esta protección puede durar unas semanas más que la de los spot-ons, tal vez hasta 16 semanas, aunque la eficacia irá bajando a medida que pasa el tiempo: en vez del 80-95% inicial, tal vez sea sólo del 60-70% hacia el final. Pero esto puede ser suficiente si ya pasó lo peor de la temporada de garrapatas.
Por su largo período de protección, los collares son adecuados para proteger a las mascotas contra infestaciones (uso profiláctico o preventivo), sobre todo durante largos periodos; y no tienen mucho sentido usarlas para eliminar a corto plazo las garrapatas o pulgas que ya ha atrapado el animal (uso terapéutico o curativo), entre otras razones porque actúan más lentamente que los spot-ons.
La resistencia al agua (lluvia, chapuzones) y al lavado depende de cada tipo de collar y su composición. El agua no eliminará la sustancia activa que quede en el collar mismo, pero puede eliminar en mayor o menor medida la que se había extendido por el pelaje de la mascota, que es la que realmente la protege contra los parásitos. En este caso deberán pasar varios días hasta que el pelaje vuelva a impregnarse de sustancia activa y proteger adecuadamente a la mascota.
Resistencia de las pulgas a los insecticidas
Está muy extendida la resistencia de las pulgas a los "viejos" insecticidas, sobre todo a los organofosforados, carbamatos y piretroides. Si el collar contiene una de estas sustancias activas, su eficacia puede ser mucho menor que la esperada, incluso nula. El dueño de las mascotas casi nunca tiene modo de averiguar si las pulgas que afectan a su mascota son resistentes o no. Por ello, si se comprueba que el collar que se le ha puesto a la mascota no da resultado, lo razonable es cambiar de producto y probar uno de una clase química diferente.
Por ahora la resistencia de las garrapatas de las mascotas a las sustancias activas de los collares eficaces contra ellas es muy rara: de ordinario no debería haber un problema de resistencia: si no procuran un buen control no es por problemas de resistencia, sino porque simplemente su eficacia no es satisfactoria.
Seguridad de los collares para seres humanos y mascotas
Para los propietarios de las mascotas los collares no presentan de ordinario un problema de seguridad. Pero si los niños pequeños juegan mucho con las mascotas, las agarran, abrazan, etc., puede ser recomendable que no lo hagan mientras las mascotas llevan un collar antiparasitario con sustancias activas del grupo de los organofosforados, carbamatos y piretroides. Estos pueden ser especialmente tóxicos o irritantes.
Desde el punto de vista de la seguridad para las mascotas, los collares son comparables a los spot-ons, salvo que algunas de las sustancias activas antiguas utilizadas en los collares son más tóxicas que las de los spot-ons (p.ej. los organofosforados).
¡ Muy importante !
¡Nunca debe ponerse a un gato un collar para perros ! Sobre todo porque hay sustancias activas que se usan en perros que son tóxicas para los gatos, p.ej. el amitraz y la permetrina. Además, los collares para perros pueden tener una concentración de sustancia activa que sería excesiva para un gato.
Marcas comerciales de collares antiparasitarios
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