Los helmintos (también denominados vermes) son gusanos de diverso tipo que parasitan al ganado, caballos, perros, gatos y a todo tipo de animales (artrópodos, peces, reptiles, aves, mamíferos, etc.) en todo el mundo.
Parasitan sobre todo órganos internos (el hígado, el intestino, el estómago, los pulmones, etc.) en los que encuentran los nutrientes que necesitan para sobrevivir y reproducirse. Por ello forman parte del grupo de los endoparásitos (o parásitos internos) en contraposición a los que parasitan el exterior del cuerpo que se denominan ectoparásitos (moscas, garrapatas, piojos, etc.). Las infecciones con helmintos reciben el nombre genérico de helmintiasis.
Los helmintos tienen una biología adaptada a este modo de vida. Por ejemplo, casi todos carecen de sistema circulatorio, los cestodos carecen de sistema digestivo, etc., por así decirlo, porque no los necesitan.
El daño a los órganos internos o la simple competencia por los nutrientes en la sangre o en el intestino del hospedador debilita al ganado y a las mascotas, y esto disminuye su capacidad de desarrollarse, reproducirse y a veces de sobrevivir, lo que a su vez provoca daños económicos a los productores en forma de pérdidas o aumentos menores de peso, menor producción de leche, fertilidad reducida, o incluso muertes.
Algunas especies son específicas de un hospedador (p.ej. Oesophagostomum radiatum, Toxocara vitullorum de los bovinos, Chabertia ovina de los ovinos, etc.),otras parasitan a numerosos hospedadores diferentes (p.ej. la duela del hígado, Fasciola hepatica), tanto domésticos como salvajes.
Tras penetrar en el hospedador, la mayoría de los helmintos se instalan en órganos predilectos según cada especie, que es donde completan el desarrollo y se reproducen.
La incidencia de los parásitos helmintos en el ganado y las mascotas, y su impacto económico depende mucho de la región geográfica y de su ecosistema, de la temporada del año, de las condiciones climáticas, etc. Los tipos de gestión del ganado (pastoreo natural o ceba intensiva, estabulación, densidad, etc.) también influyen en la incidencia de los parásitos y en los niveles de infección. En las mascotas, es muy distinto que vivan en un entorno urbano o rural, que sean animales de caza o de "piso", etc.
En general, los helmintos tienden a ser un problema mayor en regiones con climas húmedos. Pero las condiciones de salud y de alimentación del hospedador también juegan un papel importante en la gravedad de las infecciones y en el daño causado: cuanto más debilitado está un animal (por enfermedades, por nutrición insuficiente, por el frío o el calor excesivos, etc.), tanto peor puede combatir las infecciones de gusanos y otros parásitos con sus defensas naturales.
Ciclos vitales de los helmintos
La mayoría de los helmintos tienen ciclos vitales complejos que incluyen estados de vida libre, es decir fuera del hospedador, y estadios de vida parasitaria, es decir, dentro de uno o más hospedadores (insectos, caracoles, mamíferos, etc.) y muy estrechamente relacionados a las condiciones climáticas y ambientales. Conocer los ciclos de vida es de suma importancia para establecer y planificar posibles medidas preventivas de control.
Tras eclosionar de los huevos, casi siempre al exterior del hospedador, el desarrollo de todos los helmintos parásitos pasa por una serie más o menos compleja de estadios larvarios.
Una vez que alcanzan un cierto estadio de desarrollo (casi siempre el estadio de larvas III, también conocido como L3), las larvas se convierten en infecciosas, es decir, en capaces de penetrar y establecerse en el hospedador final o definitivo en el que completarán su desarrollo hasta alcanzar la madurez sexual y reproducirse.
El periodo de tiempo entre la penetración en el hospedador final y la madurez sexual se denomina periodo de prepatencia.
En muchos helmintos (p.ej. en la mayoría de los cestodos y en los trematodos), los estadios inmaduros pasan una parte de su vida en un hospedador intermediario obligado, tales como caracoles u otros moluscos, insectos, etc., antes de convertirse en infecciosos para el hospedador definitivo: se dice que tienen un ciclo vital indirecto. Estos hospedadores son obligados porque sólo en ellos puede continuarse el desarrollo del gusano. Hay especies (p.ej. Dicrocoelium dendriticum) que tienen dos hospedadores intermediarios obligatorios.
Otros helmintos no necesitan hospedadores intermediarios para desarrollarse a estadios infecciosos: se dice que tienen un ciclo vital directo: es el caso de la mayoría de los gusanos nematodos gastrointestinales.
Además de los hospedadores intermediarios obligados, muchas especies tienen también hospedadores facultativos de transporte o paraténicos. Estos son hospedadores en los que el parásito no sigue su desarrollo normal, pero en los que puede sobrevivir (a veces también multiplicarse) hasta que un hospedador definitivo «correcto» ingiera al hospedador de transporte (o sus restos...). Suele tratarse a menudo de vertebrados inferiores (ranas, lagartos), pájaros o pequeños mamíferos (ardillas, ratones).
El ganado y las mascotas son unas veces hospedadores definitivos de los helmintos, y otras veces hospedadores facultativos intermediarios o paraténicos. Ocurre a menudo que el parásito es más dañino para el hospedador de transporte que para el hospedador definitivo: es el caso de numerosas cisticercosis del ganado causadas por gusanos cinta o cestodos.
Y ocurre también desgraciadamente, especialmente con los helmintos de perros y gatos, que los seres humanos son no pocas veces hospedadores facultativos de transporte, es decir, están expuestos al contagio.
Los helmintos muestran tres modos principales de penetrar en el hospedador final:
- Ingestión pasiva por el hospedador, sea como estadios libres en el agua o el alimento (p.ej. Teladorsagia spp, Haemonchus spp), sea dentro de hospedadores intermediarios (insectos, caracoles) en los que viven, y que a su vez los ingiere el hospedador final (p.ej. Fasciola spp, Moniezia spp).
- Penetración activa desde fuera del hospedador, casi siempre a través de la piel (p.ej. Ancylostoma spp, Bunostomum phlebotomum, Strongyloides papillosus).
- Transmisión materna de madre a hijo: por el calostro, por la placenta, etc. (p.ej. Toxocara canis, Strongyloides papillosus).
Tipos de gusanos helmintos
Hay tres clases principales de helmintos parásitos del ganado, caracterizadas cada una por formas anatómicas comunes y ciclos vitales comparables:
- nematodos (=nematodes), los gusanos redondos cuyas infecciones reciben la denominación general de nematodosis (artículo sobre su biología general: pulsar aquí).
- trematodos (= trematodes), los gusanos planos, las duelas cuyas infecciones reciben la denominación general de fasciolosis o trematodosis (artículo sobre su biología general: pulsar aquí )
- cestodos (=cestodes), los gusanos cinta (p.ej. la tenia o solitaria) cuyas infecciones reciben la denominación general de cestodosis o teniasis (artículo sobre la biología general: pulsar aquí )
En las categorías sobre estos grupos de gusanos en este sitio (nematodos intestinales, nematodos pulmonares, otros nematodos, trematodos, cestodos) se incluyen artículos sobre las especies más importantes para la ganadería, los perros y los gatos.