Toxascaris leonina es una especie de gusanos redondos (nematodos) parásito intestinal específico de perros, gatos y otros carnívoros (zorros, lobos, coyotes, etc.) que son los hospedadores definitivos.
En general es más frecuente en gatos que en perros.
Se da en todo el mundo, pero es menos frecuente que Toxocara canis o Toxocara cati, otros nematodos ascáridos parásitos de perros y gatos.
Estudios en Gran Bretaña mostraron que el 20% de los perros urbanos investigados estaban infectados con este helminto. Por lo general, es más frecuente en zonas rurales donde los carnívoros salvajes actúan de reservorio. Un estudio en Suiza mostró que aprox. el 60% de los zorros en zonas rurales están infectados con este parásito, pero sólo el 8% de los zorros de zonas urbanas.
La enfermedad causada por las infecciones con este nematodo gastrointestinal se conoce como toxascariasis o toxascariosis.
Perros y gatos infectados con Toxascaris leonina ¿son contagiosos para los seres humanos?
- SÍ. Pero muy raramente. Toxascaris leonina puede causar larva migrans visceral, pero mucho menos frecuentemente que Toxocara canis o Toxocara cati. Los seres humanos, especialmente los niños, pueden infectarse al ingerir inadvertidamente huevos de Toxascaris leonina evacuados con las heces de las mascotas (o de carnívoros salvajes), sea por contacto directo con las mismas, sea por contacto con los huevos que contaminan el pelaje. Para más detalles lea el capítulo sobre el ciclo vital.
Localización de Toxascaris leonina
El órgano predilecto de Toxascaris leonina es el intestino delgado.
Descripción de Toxascaris leonina
Toxascaris leonina tiene la típica forma de gusano redondo y puede alcanzar de 6 a 15 cm de longitud y 0,3 cm de espesor. Es de un color blanquecino a cremoso rosáceo. Los adultos disponen de unas típicas aletas cervicales.
Los huevos son esféricos u ovales, miden unas 60x80 micras de diámetro y la membrana es gruesa y lisa.
Biología y ciclo vital de Toxascaris leonina
Toxascaris leonina tiene un ciclo de vida directo, pero roedores (ratas, ratones, etc.) pueden actuar como hospedadores intermediarios.
Tras la excreción de los huevos en las heces del hospedador principal, las larvas se desarrollan y vuelven infectivas en el exterior en 3 a 6 días. El hospedador ingiere dichas larvas al comer o beber algo contaminado con ellas. Una vez en el intestino, las larvas penetran en la pared intestinal donde crecen y se desarrollan a adultos, tras lo cual regresan a la luz del intestino y las hembras empiezan a poner huevos. A diferencia de Toxocara canis o Toxocara cati y otros helmintos de las mascotas, no hay migración de larvas (larva migrans) de esta especie a otros órganos dentro del hospedador principal.
Los roedores (ratas, ratones, etc.) pueden actuar de hospedadores intermediarios ocasionales. Un roedor ingiere las larvas infectivas en el entorno. En su interior llegan al intestino, lo atraviesan y emigran por diversos órganos del cuerpo. Allí esperan hasta que el roedor sea a su vez ingerido por un perro, gato u otro hospedador definitivo. Una vez en el hospedador definitivo, las larvas llegan al intestino donde completan su desarrollo a adultos
El periodo de prepatencia es de 7 a 11 semanas.
Si no está familiarizado con la biología general de los helmintos y de los nematodos parásitos pulse aquí para consultar los artículos correspondientes en este sitio.
Daño, síntomas y diagnóstico de Toxascaris leonina
Las infecciones con Toxascaris leonina son de ordinario notablemente más beningnas que las de Toxocara spp. y otros nematodos intestinales de las mascotas. De ordinario no hay síntomas clínicos. En casos de infecciones masivas pueden darse apatía, inapetencia, vómitos, pelo desgreñado o erizado, debilidad y pérdida de peso. Los cachorros puede mostrar el vientre hinchado. El vómito o las heces pueden a veces contener gusanos adultos.
El diagnóstico preciso de Toxascaris leonina precisa del examen de materia fecal al microscopio para identificar los huevos, pero de ordinario no es necesario distinguirlo de otras especies de ascáridos, pues su tratamiento es similar.
De todos modos, para el dueño del perro no es posible determinar un diagnóstico preciso sobre qué gusanos específicos afectan a su mascota, y por tanto qué medicamento debe emplear. Es ineludible consultar a un médico veterinario.
Por ahora no hay vacunas que protejan a los animales domésticos haciéndolos inmunes a Toxascaris leonina. Por ahora no hay tampoco métodos de control biológico de Toxascaris leonina mediante sus enemigos naturales.
Las infecciones de seres humanos con Toxascaris leonina son muy raras, y también más benignas que las de Toxocara spp.
Prevención y control de Toxascaris leonina
Es muy conveniente evitar que las mascotas ingieran tierra u otra materia contaminada con huevos, pero muy a menudo esto es muy difícil de lograr. En criaderos y pensiones de perros es esencial cuidar la higiene y desinfección regular de las jaulas y locales donde están los animales, eliminar diariamente los excrementos, etc.
A las crías conviene tratarlas de modo preventivo con un antihelmíntico a partir de las 3 semanas, cada 2 a 3 semanas hasta los tres meses. Es muy recomendable tratar al mismo tiempo a las madres.
También es muy recomendable tratar a los perros adultos, aunque no haya crías, según la recomendación del veterinario en base a la situación epidemiológica local y a las condiciones particulares en las que vive la mascota (apartamento, casa con jardín, entorno rural, etc.). Si es posible y económicamente viable conviene hacer un examen de materia fecal para diagnosticar la presencia o no de éste u otros helmintos parásitos, antes de proceder a tratamientos preventivos o curativos.
Antiparasitarios químicos
Como antiparasitarios contra Toxascaris y otros nematodos se usan sobre todo antihelmínticos de amplio espectro como los benzimidazoles (p.ej. albendazol, febantel, fenbendazol), el levamisol y los endectocidas (p.ej. ivermectina, milbemicina oxima, moxidectina, selamectina) y la emodepsida.
Las tetrahidropirimidinas (pirantel, morantel) y los derivados de la piperazina tienen un espectro menor pero también son eficaces contra los ascáridos.
La mayoría se están disponibles en forma de formulaciones
- orales sólidas (enlace): tabletas, comprimidos, etc.
- orales líquidas (enlace): suspensiones, soluciones, etc.
- inyectables (enlace): sobre todo ivermectina y levamisol
- pipetas o spot ons (enlace): sobre todo la selamectina y la moxidectina
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Consulte a un médico veterinario para obtener informaciones y recomendaciones más precisas adaptadas a las condiciones climáticas y epidemiológicas regionales.
Resistencia de Toxascaris leonina a los antiparasitarios
Por ahora no hay reportes de resistencia de Toxascaris leonina a los antihelmínticos de uso habitual.
Esto significa que si un producto no procura la eficacia esperada contra estos parásitos, lo más probable es que no se debe a un problema de resistencia, sino a uso incorrecto o a que el antiparasitario empleado no es adecuado para dicho control. El uso incorrecto es la causa más frecuente del fracaso de productos antiparasitarios.
Aprenda más sobre qué es la resistencia y cómo manejarla.