Echinococcus granulosus es un gusano cinta (cestodos, tenias) del perro y otros cánidos (zorros, lobos, coyotes, etc.) que son sus hospedadores finales.
Pero las larvas de Echinococcus granulosus también infectan al ganado bovino, ovino, caprino, porcino, a equinos (caballos, asnos, etc.) y a otros animales domésticos y salvajes produciendo los llamados quistes hidatídicos. Todos actúan como hospedadores intermediarios.
Echinococcus granulosus se da en todo el mundo, pero con notables diferencias de prevalencia según las regiones: más frecuente en zonas rurales con abundancia de ganado y hospedadores salvajes, y con condiciones higiénicas insuficientes.
Los seres humanos también pueden infectarse.
La enfermadad causada por las infecciones con este cestodo se conocen como equinococosis o hidatidosis (quiste hidatídico, en los hospedadores intermediarios).
Echinococcus multilocularis (enlace), una especie próxima, afecta a perros y gatos, pero no al ganado.
Perros y otros animales domésticos infectados con Echinococcus granulosus ¿son contagiosos para los seres humanos?
- SÍ. Los huevos evacuados en las heces de perros infectados pueden contaminar alimentos y agua de bebida y son infectivos para seres humanos y otros animales. El contacto directo con perros infectados también puede ser contagioso, pues el pelaje de tales animales suele estar contaminado con huevos infectivos.
- El contacto con hospedadores intermediarios (caballos, bovinos, ovinos, etc.) infectados que sufren de hidatidosis no es contagioso para seres humanos.
- Lea también el capítulo sobre el ciclo vital (ver más abajo).
Localización de Echinococcus granulosus
El órgano predilecto en los perros es el intestino delgado.
Los quistes hidatídicos aparecen sobre todo en el hígado y los pulmones de los hospedadores intermediarios, pero pueden afectar a otros órganos.
Descripción de Echinococcus granulosus
Los adultos de E. granulosus son pequeños, de ordinario no más largos que 7 mm. Tiene sólo 4 segmentos, el último de los cuales preñado y el más grande con diferencia: representa cerca de la mitad de todo el cuerpo. El escólex tiene 4 ventosas y muchos ganchos. Los huevos son ligeramente ovoides, casi esféricos y miden unas 30 micras de diámetro, con un envoltorio estriado de forma radial.
Los quistes hidatídicos en el hospedador intermediario son ovales o esféricos y crecen paulatinamente. Ocho semanas tras ser ingerido su diámetro puede alcanzar unos 2,5 mm; tres meses después unos 20 mm. Los quistes que se detectan en matadero pueden alcanzar el tamaño de una naranja (de 5 a 10 cm). Los órganos infectados pueden tener docenas de quistes. Cada quiste está lleno de líquido y contiene varias cabezas del parásito.
Biología y ciclo vital de Echinococcus granulosus
Como todos los cestodos, E. granulosus tiene un ciclo vital indirecto. Los segmentos preñados o los huevos se excretan con las heces de los perros u otros hospedadores finales. La supervivencia en el medio ambiente depende mucho de las condiciones climáticas y disminuye con tiempo seco y caliente. La infectividad de los huevos disminuye con el tiempo.
Una vez ingeridos por el ganado como hospedadores intermediarios, los huevos eclosionan en el intestino. Los hexacantos atraviesan la pared intestinal, alcanzan la vena porta y por ella llegan al hígado. El sistema capilar del hígado actúa como un filtro que retiene numerosos hexacantos que se desarrollan a cisticercos y forman los quistes hidatídicos.
Otros hexacantos, transportados por el flujo sanguíneo, alcanzan los pulmones, donde el sistema capilar los detiene y acaban produciendo quistes. Algunos hexacantos pueden llegar a otros órganos. En los hospedadores intermedios no completan el desarrollo a adultos.
El ciclo se completa cuando el hospedador final consume estos órganos infectados. Al digerirse los quistes se liberan las larvas infectivas que contienen, que completan el desarrollo a adultos, se fijan a la pared intestinal y al poco (unas 6 semanas) comienzan a producir huevos que se excretarán con las heces.
Si no está familiarizado con la biología general de los cestodos pulse aquí.
Daños, síntomas y diagnóstico de Echinococcus granulosus
Los perros y otros hospedadores finales apenas sufren daño ni muestran síntomas clínicos, salvo en casos de infestaciones masivas, que son muy poco frecuentes.
El ganado tampoco suele verse afectado negativamente por los quistes hidatídicos, pero los órganos contaminados acaban decomisados en matadero.
En casos de infecciones masivas puede haber perturbaciones digestivas, o tos y disnea si están afectados los pulmonesen el ganado infectado.
Para los seres humanos, los quistes hidatídicos pueden ser un problema grave, a menudo porque se descubren demasiado tarde, cuando el daño sufrido por órganos esenciales (corazón, cerebro) es ya irreparable, pues el desarrollo de síntomas tras la infección puede durar muchos años. Si bien las infecciones de seres humanos son cada vez menos frecuentes por la mejora general de las condiciones higiénicas, cuando se dan, no son raras las muertes.
El diagnóstico en perros y gatos por detección de huevos en las heces es muy difícil, pues los huevos no se diferencian morfológicamente de los del género Taenia spp, mucho más frecuentes. El diagnóstico inmunológico con la técnica ELISA en base a antígenos de los huevos detectados en heces es muy fiable, pero no disponible aún en algunos países. Hay también pruebas diagnósticas muy fiables basadas en PCR (Polymerase Chain Reaction), pero disponibles en laboratorios especializados.
El diagnóstico en el ganado sólo suele hacerse tras el sacrificio. Se van haciendo progresos en el desarrollo de tests inmunológicos de detección, pero aún faltan tests comerciales.
Prevención y control no químicos de Echinococcus granulosus
E. granulosus no causa daños al ganado. No obstante es importante prevenir las infecciones para evitar la transmisión accidental a los seres humanos y el decomiso de los órganos afectados tras la inspección en matadero (casi siempre hígados y pulmones).
La mejor prevención consiste en impedir que los perros de servicio o de caza y otros cánidos (lobos, coyotes, etc.) se infecten por consumir órganos contaminados. Para lograrlo conviene cocer la carne que se da a los perros y destruir los órganos afectados. Hay que considerar que además del ganado, pequeños rumiantes salvajes también son hospedadores de este helminto y que los perros pueden infectarse comiendo órganos contaminados de estos animales.
En zonas endémicas conviene reducir el número de perros vagabundos y los perros domésticos deben tratarse con cestodicidas para evitar que sean portadores de esta enfermedad.
En algunos países (p.ej. Argentina) hay una vacuna contra la hidatidosis por Echinococcus granulosus (PROVIDEAN HIDATIL EG95, de la empresa TECNOVAX) para ovinos, caprinos y camélidos sudamericanos. Se basa en el antígeno recombinante EG95 obtenido de huevos del parásito. Una dosis procura hasta el 82% de protección dos dosis hasta el 97% y tres dosis el 100%. Se basa en el antígeno recombinante EG95 obtenido de huevos del parásito. Es de esperar que esta nueva arma contra tan peligroso parásito esté pronto disponible a gran escala .
Por ahora no hay métodos de control biológico de este parásito mediante sus enemigos naturales.
Control químico de infecciones de Echinococcus granulosus
Varios cestodicidas (p.ej. praziquantel, epsiprantel, bunamidina), el fenbendazol y el albendazol son eficaces para el tratamiento de perros o gatos infectados. Suelen estar disponibles en forma de tabletas u otras formulaciones de administración oral.
De ordinario no está indicado el uso de antihelmínticos para combatir este helminto en el ganado.
Consulte a un veterinario o a los servicios zoosanitarios de su región para obtener informaciones y recomendaciones más precisas adaptadas a las condiciones climáticas y ecológicas regionales.
Consulte los artículos sobre el uso correcto de productos antihelmínticos en este sitio (pulse aquí).
Resistencia de Echinococcus granulosus a los antiparasitarios
Por ahora no hay reportes de resistencia de este parásito a los antihelmínticos de uso habitual.
Esto significa que si un producto no procura la eficacia esperada contra estos parásitos, lo más probable es que no se debe a un problema de resistencia, sino a uso incorrecto o a que el antiparasitario empleado no es adecuado para dicho control. El uso incorrecto es la causa más frecuente del fracaso de productos antiparasitarios.
Aprenda más sobre qué es la resistencia y cómo manejarla.