Este artículo explica lo esencial de la biología de los ácaros de la sarna para quien no está familiarizado con ella.
Los ácaros pertenecen a la clase de los arácnidos. Junto con las garrapatas forman el grupo de lo acáridos. Los ácaros se dan en todo el mundo pero su importancia veterinaria es mayor en las regiones con inviernos fríos. Viven en la superficie del hospedador, fijados más o menos a la piel o penetrando más o menos en ella. La denominación médica de las infecciones con ácaros es «acarosis» o «acariosis». A la sarna se la conoce también popularmente como «roña» en algunos países. Afectan a todo tipo de ganado, a perros, gatos y otras mascotas, y a todos los mamíferos y aves salvajes.
Anatomía de los ácaros de la sarna
Los ácaros de la sarna son minúsculos (0,15 a 0,8 mm) y sólo se ven al microscopio. Las infestaciones se reconocen por los síntomas que provocan en el ganado o las mascotas. El diagnóstico exacto requiere examinar muestras o frotis de piel bajo el microscopio. Al igual que las garrapatas, los ácaros carecen de una cabeza propiamente dicha y han perdido todo signo de segmentación.
Como todos los arácnidos, los adultos tienen 4 pares (larvas sólo 3 pares) de patas o extremidades, a veces muy rudimentarias. Las hembras son siempre de talla mayor que los machos.
Biología de los ácaros de la sarna: metamorfosis y ciclo vital o biológico
Los ácaros de la sarna pasan por una metamorfosis con estadios de huevo, larva, varias ninfas y adultos. Los ciclos vitales pueden completarse en unas dos o tres semanas, según la especie y el clima. Su biología difiere también considerablemente de la de las garrapatas. Son también parásitos obligados pero pasan toda su vida sobre el mismo hospedador: no tienen estadios de vida libre en la naturaleza. Viven en la superficie del hospedador o excavan túneles en su piel. La mayoría de los ácaros no chupan sangre, sino que se alimentan de linfa tras perforar la epidermis, o de otros líquidos corporales que resultan de digerir la epidermis al excavar los túneles.
La transmisión de un hospedador a otro ocurre mayormente por contacto con un animal ya infestado. Por eso, el hacinamiento del ganado (típico en la temporada fría en el ganado estabulado) favorece el desarrollo y la transmisión de las infestaciones.
Daño a los hospedadores causado por los ácaros
Los ácaros no transmiten de ordinario enfermedades microbianas al ganado, las mascotas o a los seres humanos. Pero ellos mismos causan daños considerables. El ganado y las mascotas sufren mucho de estrés debido al intenso picor causada por las picaduras o por la actividad excavadora. Los animales se rascan continuamente, pierden el pelo, lo que provoca a su vez heridas abiertas que pueden infectarse con microbios secundarias.
Algunos ácaros también producen toxinas capaces de afectar a órganos vitales. En casos de infestaciones masivas algunas especies pueden también causar la muerte del hospedador.
Especies de ácaros de importancia veterinaria
A continuación se listan los géneros o familias de ácaros de mayor importancia veterinaria. Los enlaces le conducen a artículos en este sitio específicos de dichas especies o familias.