Pareja de moscas domésticas copulando

La mosca doméstica (Musca domestica) es probablemente el insecto más cosmopolita. Aparece asociada al hombre desde los trópicos hasta las regiones polares.

Es una plaga universal en explotaciones ganaderas y en haras y ranchos de caballos. Los mayores problemas surgen de ordinario en instalaciones porcinas, aviares y bovinas lecheras y de engorde.

Es una de las plagas más difíciles de controlar. Esto se debe a su capacidad de nutrirse de cualquier tipo de materia orgánica, de desarrollarse eficaz y rápidamente en muchos substratos,y de hacerse resistente a los insecticidas en un breve espacio de tiempo.


Biología y ciclo vital de la mosca doméstica

Las moscas domésticas adultas (7 a 9 mm) se nutren de líquidos ricos en azúcares y proteínas que ingieren con su boca chupadora. Si el substrato está seco, vomitan sobre él para disolver los nutrientes. Este comportamiento y la anatomía de sus patas hacen de las moscas vectores mecánicos importantes de muchos organismos patógenos. Las moscas domésticas son excelentes voladores: se han registrado recorridos de más de 30 Km de distancia.

Huevos de moscas domésticas (Musca domestica) sobre estiércol

El ciclo vital puede completarse en menos de 2 semanas. Se crían en todo tipo de estiércol, especialmente si está mezclado con paja o heno, en montones de basura y en cualquier tipo de material vegetal en descomposición. Una hembra pone hasta un total de 900 huevos en paquetes de 75 a 150 cada vez. Las larvas emergen rápidamente y mudan a pupas en 6 días. Unos 5 días más tarde emergen los adultos. Esto permite entre 8 y 12 generaciones al año en regiones de clima moderado. La vida de los adultos dura pocas semanas, pero puede alargarse en temporadas frías. Tanto las pupas como los adultos inviernan en montones de estiércol o en otros hábitats en establos, corrales, basureros, etc.

Si no está familiarizado con la biología general de los insectos pulse aquí para consultar el artículo correspondiente en este sitio.


Daño e importancia económica de la mosca doméstica

Las moscas domésticas son vectores mecánicos de muchos virus y de bacterias patógenas para el ganado o contaminantes (p.ej. Salmonella, ántrax, mastitis, conjuntivitis, cólera, botulismo, enfermedad de Newcastle de los pollos, etc.). También transmiten protozoos y huevos viables de varios helmintos.

En las explotaciones ganaderas próximas a urbanizaciones residenciales, las molestias públicas causadas por el exceso de moscas pueden provocar demandas judiciales de considerable impacto económico para los productores.

La importancia veterinaria para perros, gatos y otras mascotas es escasa. En general, las mascotas no sufrirán más de las moscas domésticas que sus dueños.


Prevención y control no químicos de la mosca doméstica

Las moscas domésticas son con frecuencia un problema serio en granjas avícolas, especialmente en ponedoras en batería con acumulación de gallinaza. Los gallineros de cría ofrecen a menudo lugares donde se puede acumular el estiércol (debajo o alrededor de los comederos, bebederos, etc.) y que constituyen hábitats adecuados para el desarrollo de las moscas. Gallineros de broilers donde el suelo está cubierto de yacija (serrín, virutas, paja picada, etc.) relativamente seca presentan menos problemas de moscas domésticas.

Larvas (estadio III) de mosca doméstica (Musca domestica)

Los problemas también pueden ser serios en explotaciones porcinas intensivas más o menos tecnificadas, y por supuesto en las tradicionales. Aunque se disponga de sistemas más o menos sofisticados de evacuación del estiércol, es casi imposible evitar que se acumulen pequeñas cantidades en recodos y bordes de las cochiqueras y de las celdas, debajo y alrededor de los comederos y bebederos, en las fosas bajo los pisos de listones, etc. Este estiércol y abundantes restos de pienso en las porquerizas constituyen lugares ideales para el desarrollo de las moscas domésticas.

Y en cualquier otra explotación ganadera (lecherías, cuadras, establos, granjas, graneros, etc.) abunda el estiércol mezclado con pienso, heno, paja etc., casi siempre bien húmedo por la orina o la lluvia. Se trata siempre de un substrato ideal para la nutrición y el desarrollo de moscas domésticas y sus larvas. Un mal almacenaje, transporte o distribución de piensos, ensilado, heno, serrín, etc. ofrece hábitats adicionales para el desarrollo de las moscas. Lo mismo se aplica a los desechos orgánicos de todo tipo (restos de pienso, cadáveres, huevos rotos, basura doméstica, etc.). Por lo tanto, para prevenir la aparición de grandes poblaciones de moscas es crucial reducir o eliminar los substratos de desarrollo de las larvas. La regla fundamental es suprimir o alejar todo este material y mantenerlo seco.

La gestión adecuada del estiércol es un elemento esencial en esta tarea. Si el estiércol no puede ser eliminado hay que mantenerlo seco. Las tuberías de agua no deben tener fugas y han de revisarse periódicamente. El agua de lluvia debe mantenerse alejada del estiércol mediante drenajes y desagües apropiados alrededor de las porquerizas, cochiqueras, gallineros, establos, etc. Hay que favorecer la circulación del aire sobre el estiércol acumulado (p.ej. con ventiladores). El modo de hacer todo esto depende mucho del tamaño y tipo de explotación y de la disponibilidad de suficiente superficie para desalojar el estiércol.

Restos de paja y suciedad: bastan para el desarrollo de moscas.

Para controlar con éxito las moscas domésticas en ponedoras enjauladas, en gallineros de cría y en explotaciones porcinas se recomienda vivamente aplicar programas de manejo integrado de plagas que combinan el uso del control biológico con la aplicación de métodos químicos y no químicos.

Las trampas atrapamoscas sin productos químicos (p.ej. rejillas electrocutantes, cintas adhesivas, etc.) pueden dar buenos resultados, especialmente en explotaciones intensivas confinadas.

El control biológico de las moscas domésticas en granjas avícolas o porcinas usando sus enemigos naturales puede ser bastante eficaz, siempre que se mantengan las condiciones adecuadaspara el desarrollo de estos enemigos naturales, lo que incluye reduciral mínimo el uso de larvicidas o insecticidas sobre el estiércol, ya que la mayoría son también tóxicos para los insectos beneficiosos.

Entre los más eficaces enemigos naturales de las moscas destacan los:

  • himenópteros (p.ej. Spalangia spp.) predadores de las larvas de moscas;
  • escarabajos (p.ej. Carcinops spp.) abundantes en la gallinaza y que se nutren de huevos y larvas de las moscas;
  • ácaros (p.ej. Machrocheles spp.) que también se nutren de huevos y larvas de moscas. Las hembras adultas se adhieren a las moscas adultas y se hacen transportar así a otros lugares.

Mosca atacada por ácaros, bajo el abdomen. Fotografía de M. Campos Pereira

Mantener secos el estiércol o la gallinaza facilita a estos insectos o ácaros beneficiosos la búsqueda y destrucción de los huevos y larvas de mosca. La gestión de la explotación ganadera debe favorecer prácticas que facilitan y refuerzan la labor de estos enemigos naturales de las moscas.

Algunos hongos patógenos de la mosca doméstica (p.ej. Entomophtora muscae) han sido investigados para aclarar su uso potencial para el control biológico.

Para más información sobre el control biológico de moscas y otros insectos en este sitio pulse aquí.

Puede interesarle el artículo en este sitio sobre el uso de plantas y otros remedios vegetales contras las moscas y otros insectos parásitos del ganado (enlace), si bien no debe esperar encontrar soluciones geniales...

Los repelentes (enlace) nunca darán un control suficiente de las moscas domésticas, pues no influyen para nada en el control de las poblaciones, y la modesta protección no duraría más que unas pocas horas en el mejor de los casos. Puede interesarle el artículo en este sitio sobre los repelentes .


Prevención y control químicos de la mosca doméstica con insecticidas y mosquicidas adulticidas o larvicidas

Mosca doméstica adulta saliendo de la pupa

El tratamiento de las superficies donde se posan las moscas (paredes, muros, postes, columnas, montantes, vallas, etc.) con mosquicidas da buenos resultados, siempre que las moscas sean susceptibles (es decir, no resistentes) a los productos empleados. La mayoría de estos productos contienen insecticidas convencionales (carbamatos, organofosforados, piretroides, neonicotinoides, etc.) que matan las moscas adultas (también se les denomina adulticidas) por contacto.

Algunos productos contienen adulticidas de efecto por vía oral que se mezclan con azúcar y se aplican con brocha como una pintura. El azúcar estimula a las moscas a comer, lo que provoca la ingestión de una dosis letal del adulticida.

La nebulización ambiental (o fumigación) con mosquicidas es adecuada para reducir inmediatamente altas poblaciones de moscas. Pero mata solamente a las moscas expuestas en el momento de la aplicación, y no tiene ningún efecto residual. Se necesita de ordinario un equipo especial. Para que la nebulización sea eficaz hay que evitar las corrientes de aire. Si no, la ventilación o el viento pueden reducir su eficacia.

Los cebos de varios tipos contra las moscas domésticas (polvos, granulados, etc.) pueden ser bastante eficaces. La mayoría emplean adulticidas (organofosforados, carbamatos, neonicotinoides, spinosad, etc.), combinados a menudo con sustancias atrayentes (p.ej. tricoseno), y son muy útiles para reducir las poblaciones de moscas.

El tratamiento del estiércol y otros substratos para eliminar o reducir el desarrollo de las larvas se combina a menudo con los métodos de control de moscas adultas. Para ello se emplean productos que se aplican directamente sobre el estiércol u otros substratos en forma de sprays, granulados, polvos, etc. Junto a larvicidas clásicos (sobre todo organofosforados), se emplean también con éxito varios inhibidores del desarrollo (p.ej. benzoilureas, ciromazina, etc.). En algunos países también hay disponibles larvicidas que se mezclan al pienso de los pollos y que después hacen que todo el estiércol producido sea tóxico para las larvas de las moscas. Pero salvo pocas excepciones (p.ej. la ciromazina), casi todos los larvicidas aplicados sobre el estiércol son también letales para los enemigos naturales de las larvas de las moscas.

Combinar el uso de adulticidas con el de larvicidas tiene sentido a menudo porque supone atacar a las moscas con dos principios activos dotados de modos de acción totalmente diferentes, lo que disminuye el riesgo de que surjan poblaciones resistentes.

Mosca doméstica (Musca domestica) adulta

Casi nunca es recomendable tratar directamente al ganado con mosquicidas para controlar la mosca doméstica. Por un lado, porque las moscas pasan muy poco tiempo sobre los animales, ya que se nutren de materias orgánicas, abundantísimas en y alrededor de cualquier explotación ganadera. Por lo tanto sólo unas pocas moscas se verían expuestas al mosquicida. Por otro lado, muchos de tales mosquicidas no están autorizados para uso sobre vacas lecheras o sobre aves, pues pueden dejar residuos químicos elevados en la leche, los huevos, etc.

Consulte también el artículo en este sitio sobre mosquicidas - insecticidas (enlace).


Resistencia de la mosca doméstica a los mosquicidas e insecticidas

La mosca doméstica es una de las especies que más rápidamente desarrolla resistencia a los mosquicidas y plaguicidas en general. En laboratorio se han logrado provocar la resistencia incluso a Bacillus thuringiensis, que no es un compuesto químico sino una bacteria.

La resistencia está ya extendida por todo el mundo y afecta a la mayoría de las clases químicas disponibles para su control. Hay reportes de resistencia de moscas domésticas a organoclorados, organofosforados, carbamatos, piretroides, benzoilureas, ciromazina, neonicotinoides (imidacloprid, tiametoxam), fenilpirazoles (fipronil), avermectinas, spinosad, etc. Si bien es cierto, que la resistencia a las clases químicas más modernas (neonicotinoides, fenilpirazoles, spinosad, etc.) es aún relativamente poco frecuente, pues estos compuestos no se han empleado mucho hasta la fecha.

Abundan cada vez más las poblaciones multiresistentes, es decir resistentes simultáneamente a más de una clase química (p.ej. organofosforados, carbamatos y piretroides al mismo tiempo). Por ello es especialmente importante y urgente aplicar el manejo integrado de plagas al control de las moscas domésticas.

Para consultar el artículo sobre moscas domésticas resistentes (y otras especies de parásitos externos resistentes) a los ectoparasiticidas pulse aquí.