Anoplocephala y Paranoplocephala son dos géneros de cestodos (tenias, gusanos cinta) Adultos de Anoplocephala perfoliata en intestino de caballo. Imagen tomada de www.kfps.nlque parasitan caballos, asnos, mulas y otros equinos domésticos y salvajes.

Se dan en todo el mundo, pero la abundancia varía según la región. En estudios en Noruega se encontraron hasta un 27% de los caballos infectados, y en Brasil hasta un 21%. Las infecciones culminan durante el verano e inicio del otoño. Estos cestodos son especialmente frecuentes en haras y ranchos de caballos.

Ambos géneros pertenecen a la familia Anoplocephalidae y están relacionados con Moniezia spp, otro género de cestodos que afecta sobre todo a rumiantes (bovinos, ovinos, etc.).

Las especies más importantes para caballos son:

  • Anoplocephala magna = Anoplocephala plicata, se da en todo el mundo, bastante frecuente en América del Norte, pero rara en numerosos países europeos.
  • Anoplocephala perfoliata, se da en todo el mundo.
  • Paranoplocephala mamillana, se da en todo el mundo.

La enfermedad causada por estos cestodos se denomina anoplocefalosis.

Estos cestodos no infectan a bovinos, ovinos, caprinos, porcinos, perros o gatos.

Los caballos infestados con estos cestodos ¿son contagiosos para seres humanos

  • No. No hay ninguna evidencia de que estos gusanos infecten a seres humanos. Se trata de nematodos específicos de los equinos.

Localización 

Los órganos predilectos de los adultos de estos cestodos son: 

  • el intestino delgado para Anoplocephala magna (ocasionalmente en el estómago) y Paranoplocephala mamillana (sobre todo yeyuno e íleon).
  • el intestino grueso (válvula ileocecal) para Anoplocephala perfoliata.

Descripción

Anoplocephala magna es el mayor de los cestodos que infectan caballos: puede alcanzar 80 cm de largo y 2,5 cm de ancho. La cabeza (escólex) mide de 4 a 6 mm de largo y tiene 4 ventosas redondas que apuntan hacia adelante, pero carece de ganchos. Los adultos de Anoplocephala perfoliata miden de 8 a 30 cm de largo y 0,8 a 1,5 cm de ancho y, debajo de las ventosas, tienen unas formaciones típicas, las escofietas, una especie de lengüetas cutáneas. Los adultos de Paranoplocephala mamillana son notablemente menores, sólo de 1 a 5 cm de largo y ~0,5 cm de ancho, con ventosas no redondas sino en forma de ranura, orientadas hacia los lados.

Huevo de Anoplocephala spp. Imagen tomada de www2.vetagro-sup.fr

El cuerpo (o estróbilo) tiene docenas e i ncluso cientos de segmentos (proglotis), según la especia. Los segmentos son mucho más anchos que largos. Van madurando y aumentando de talla a medida que se alejan de la cabeza hacia la cola. Como todos los cestodos, éstos son también hermafroditas y se autofecundan. Cada segmento contiene órganos reproductores completos con testículos y ovarios que comparten una única apertura por segmento, el poro genital. Los segmentos van madurando y aumentando de talla de la cabeza hacia la cola. En segmentos jóvenes, estos órganos son aún rudimentarios.

Los segmentos maduros grávidos contienen millares de huevos y acaban desprendiéndose del cuerpo para ser evacuados con las heces del hospedador. Como en todos los cestodos carecen de los típicos sistemas circulatorio, digestivo y nervioso. Como viven en el tracto digestivo del hospedador, absorben directamente los nutrientes a través de su piel.

Anoplocephala magna tiene el aspecto típico de un cestodo, mientras que Anoplocephala perfoliata se parece bastante a una duela porque los segmentos están muy juntos y apenas se perciben.

Los huevos tienen una membrana gruesa y rugosa, y muestran una forma irregular, poliédrica o semicircular. Contienen una estructura característica en forma de pera, el aparato piriforme que contiene el embrión hexacanto. Los huevos de Anoplocephala magna miden ~50x60 micras, los de Anoplocephala perfoliata ~65x80 micras, y los de Paranoplocephala mamillana ~35x50 micras.


Biología y ciclo vital de Anoplocephala y Paranoplocephala

Como todos los cestodos, Anoplocephala y Paranoplocephala tienen un ciclo vital indirecto, con equinos (caballos, asnos mulas, cebras, etc.) como hospedadores finales, y varias especies de ácaros oribátidos como hospedadores intermediarios.

Ácaro oribátido, hospedador intermediario de cestodos equinos. Imagen  tomada de wikipedia.commons

Los gusanos producen huevos en el intestino del hospedador final que se evacuan con las heces, en parte ya fuera de los segmentos grávidos, en parte dentro aún de dichos segmentos grávidos que se han desprendido del cuerpo del gusano y se evacuan enteros con las heces. Estos segmentos grávidos en las heces se reconocen a menudo a simple vista. Los huevos son pegajosos y se adhieren a la vegetación o a partículas del suelo. Dependiendo de la especie y la región pueden sobrevivir durante meses en el entorno, e incluso durante el invierno en países de clima templado y frío. Pero son muy sensibles a la sequía.

Los ácaros oribátidos ingieren los huevos, que eclosionan en su interior y se desarrollan a cisticercoides en 2 a 4 meses. Estos cisticercoides son infectivos para el hospedador final. Los cisticercoides pueden sobrevivir durante meses dentro de los ácaros, cuya vida puede alcanzar los 18 meses.

Los caballos y otros hospedadores finales ingieren los ácaros con el pasto. La digestión de los ácaros en el tracto digestivo del caballo libera los cisticercoides que se anclan a la pared intestinal y desarrollan a adultos en unas 6 semanas.

Como la incidencia de los ácaros es estacional (máximo en verano en regiones de clima moderado, en estación húmeda en zonas cálidas) y depende mucho del clima (temperatura, humedad, etc.), las infecciones con estos vermes son también estacionales, con máximos durante el verano e inicio del otoño.

El periodo de prepatencia (tiempo entre la infección y la expulsión de los primeros huevos) es de unos 6 a 10 semanas, lo que sugiere que puede haber más de una generación al año, sobre todo en regiones de clima cálido y húmedo.

Si no está familiarizado con la biología general de los cestodos parásitos del ganado pulse aquí.


Daño, síntomas y diagnóstico

Las infecciones de Anoplocephala son de ordinario benignas para los caballos adultos y no suelen causar síntomas clínicos. No obstante, sustraen valiosos nutrientes al hospedador y su presencia puede afectar negativamente el rendimiento del caballo.

Los potros y caballos jóvenes son más susceptibles a sufrir daños. Los puntos de agarre de los gusanos a la mucosa intestinal sufren erosiones, se irritan, y pueden producirse abscesos, úlceras, o infecciones secundarias con bacterias. Infecciones masivas pueden producir cólico, diarrea y pérdida de peso. También se han reportado perforaciones intestinales, peritonitis y anemiaAnoplocephala magna puede causar enteritis (hemorrágica o ulcerosa), y se sabe que Anoplocephala perfoliata puede causar obstrucción intestinal fatal si se congregan demasiados gusanos en la válvula ileocecal.

Las infecciones de Paranoplocephala mamillana son rara vez patógenas.

El diagnóstico se basa en el examen fecal. Pero de ordinario los huevos expulsados directamente son escasos, lo que puede producir falsos negativos. También pueden hallarse segmentos grávidos en las heces. Tras necropsia los cestodos adultos se ven fácilmente dentro del intestino y pueden determinarse por sus características macroscópica.


Prevención y control no químicos

Es prácticamente imposible controlar los ácaros que infectan los pastos. El uso de pesticidas para este fin está contraindicado por el elevado costo y el efecto nocivo para el medio ambiente.

En zonas con alta incidencia se recomienda cosechar la hierba, arar la tierra y volverla a sembrar: esto puede reducir notablemente la población de ácaros. Pero algunos individuos pueden sobrevivir en las franjas intactas en los bordes de las zonas aradas y reinfectar los pastos en dos o tres años.

Los ácaros sobreviven mejor en pastos húmedos, evitan la luz y las zonas secas, y despliegan su máxima actividad al alba y al anochecer. Esto puede considerarse para decidir dónde y cuándo dejar pastar al ganado más expuesto a sufrir daños.

Por ahora no hay vacunas que protejan a los caballos haciéndoles inmunes a Anoplocephala spp y Paranoplocephala spp

Por ahora no hay métodos de control biológico de Anoplocephala spp y Paranoplocephala spp mediante sus enemigos naturales.

Pulse aquí si está interesado en plantas medicinales para controlar los parásitos internos del ganado, caballos y mascotas.

Prevención y control químicos

Hay varios antihelmínticos eficaces contra los cestodos de caballos:

  • El praziquantel, una isoquinolina, es altamente eficaz contra Anoplocephala spp y Paranoplocephala mamillana a la dosis recomendada. Es el tenicida más empleado en caballos y mascotas, a menudo en mezcla con otros antihelmínticos (p.ej. ivermectina y moxidectina).
  • El pirantel (sobre todo el pamoato), una tetrahidropirimidina, es eficaz contra Anoplocephala spp, pero ~80% a la dosis habitual (6,6 mg/kg). La eficacia es mayor (>90%) y más fiable al doble de esa dosis. No es eficaz contra Paranoplocephala mamillana.
  • Algunos benzimidazoles de amplio espectro (febantel, fenbendazol, mebendazol, oxfendazol, etc.) también tienen eficacia tenicida, pero en muchos países no están autorizados para este uso.
  • La niclosamida, una salicilanilida, es también eficaz contra Anoplocephala a la dosis usual, pero este compuesto se ha abandonado en muchos países.

Los endectocidas (lactonas macrocíclicas; ivermectina, moxidectina, etc.) no son eficaces contra los cestodos. Pero muchos antiparasitarios contienen mezclas de endectocidas con tenicidas, sobre todo con praziquantel.

En casi todos los países, la mayoría de los antihelmínticos equinos están disponibles sólo para administración oral (pastas, geles, suspensiones, aditivos, etc.).

Consulte a un médico veterinario para obtener informaciones y recomendaciones más precisas adaptadas a las condiciones climáticas y epidemiológicas regionales.


Resistencia

Por ahora no hay reportes de resistencia de Anoplocephala spp o Paranoplocephala spp a los antihelmínticos de uso habitual.

Esto significa que si un producto no procura la eficacia esperada contra estos parásitos, lo más probable es que no se debe a un problema de resistencia, sino a uso incorrecto, o a que el antiparasitario empleado no es adecuado para dicho control. El uso incorrecto es la causa más frecuente del fracaso de productos antiparasitarios.

Aprenda más sobre qué es la resistencia y cómo manejarla.