Se usan trampas en la ganadería sobre todo para atrapar moscas de todo tipo: moscas domésticas y otras moscas chupadoras, moscas de la cara, moscas del establo, moscas tse-tse, moscas adultas del gusano barrenador, califóridos, etc.

Los diseños son de lo más diverso, pues unas especies de moscas se ven atraídas por ciertos colores, formas, etc. y otras por otros. Algunas llevan un insecticida incorporado para matar a las moscas capturadas. Otras cumplen su función sin necesidad de insecticida. Su eficacia es muy desigual y variable, pues depende también de las condiciones climáticas momentáneas. Rara vez bastan para controlar poblaciones grandes. Además, son pocas las trampas comerciales que cumplen lo que prometen. No obstante, las más eficaces pueden contribuir a reducir las poblaciones de moscas y merecen consideración en programas de manejo integrado de plagas (MIP).

Trampa atrapamoscas. Fotografía tomada de www.aqua-design.de

Las trampas atrapamoscas pueden ser muy eficaces contra las moscas del establo (Stomoxys calcitrans) en explotaciones de ganado bovino, porcino y avícola. Los mejores resultados se han obtenido con paneles translúcidos de fibra de vidrio impregnados con un adhesivo; o con rejillas electrocutantes y cebo de CO2 o dotadas de lámparas fluorescentes.

Contra las moscas tse-tse (Glossina spp.) el uso de trampas atrapamoscas o de rejillas impregnadas de insecticida (fundamentalmente piretroides) ha dado buenos resultados para reducir las poblaciones o para crear barreras contra la reinfestación de áreas previamente liberadas de moscas. Su eficacia depende mucho del tamaño, color, emplazamiento, etc. A menudo se incluyen en ellas sustancias que atraen a este tipo de moscas (p.ej. acetona, orina de res, etc.).

También contra las moscas de la cara (Musca autumnalis) se puede lograr un cierto control mediante trampas. Paneles de varios materiales pintados de blanco e impregnados de un adhesivo dan los mejores resultados. Usados en combinación con los métodos químicos aseguran un control suficiente de las moscas de la cara.

Contra las moscas domésticas (Musca domestica) hay disponible todo un arsenal de trampas comerciales de eficacia variable y a veces discutible. El ingenio humano encuentra también a veces soluciones caseras nada despreciables. Entre las más eficaces y también más económicas, si bien no muy estéticas, se cuentan las clásicas y pegajosas cintas adhesivas en espiral en las que quedan atrapadas las moscas que se posan sobre ella pues se les pegan las patas o las alas a la cinta.

En la lucha contra el gusano barrenador y en combinación con la técnica de liberación de machos estériles también se han usado trampas dotadas de un insecticida y que atraen a las moscas adultas.

También se utilizan trampas con cierto éxito para atrapar califóridos de los ovinos en combinación con el tratamiento de las ovejas con larvicidas.

Por último, también se han utilizado con éxito trampas contra el ácaro rojo de las gallinas (Dermanyssus gallinae). Aprovechando que estos ácaros sólo chupan sangre durante la noche y durante el día buscan esconderse en lugares oscuros, si se colocan trampas impregnadas de un acaricida, los ácaros que se refugien en ella no sobrevivirán.

No hay trampas realmente eficaces para el control de garrapatas, piojos, ácaros de la sarna, melófagos, tábanos, mosquitos, pulgas, chinches, simúlidos y jejenes.