Los ácaros de la sarna del ganado bovino se dan en todo el mundo, sin preferencias particulares por regiones cálidas o frías.

Las tres especies principales son Psoroptes bovis, que causa la sarna psoróptica, Sarcoptes scabiei var. bovis que causa la sarna sarcóptica o escabiosis, y Chorioptes bovis que causa la sarna corióptica.

Las infestaciones del ganado con ácaros reciben la denominación médica de acarosis. Popularmente también se la conoce como roña.


Chorioptes bovis, hembra. Fotografía de M. Campos Pereira

Biología y ciclo vital de los ácaros de la sarna en bovinos

Todos los ácaros del ganado bovino son minúsculos (0,5 a 0,8 mm) y sólo se ven al microscopio. Las infestaciones se reconocen por los síntomas que provocan en el ganado. El diagnóstico exacto requiere examinar muestras de piel bajo el microscopio.

Psoroptes (communis) bovis

Se trata del ácaro de la sarna, afecta al ganado vacuno, y también a los búfalos y camellos en todo el mundo. Algunos autores lo consideran una simple variedad de Psoroptes ovis, el arador de la sarna ovina. Antes se pensaba que los ácaros (0,4 a 0,7 mm de largo) perforan la piel del hospedador y chupan la linfa. Hoy se piensa que no es el caso, sino que las heces de los ácaros producen una reacción alérgica de la piel del hospedador que produce de exudados y otros líquidos corporales. Los ácaros se alimentan de dichos líquidos. El ciclo vital dura entre 2 semanas y 3 meses, según las condiciones ambientales. Las hembras ponen unos 100 huevos.

Vacuno afectado de sarna psoróptica. Fotografía de M. Campos Pereira

Los huevos y los ácaros pueden sobrevivie unas 2 o 3 semanas fuera del hospedador, bastante más en condiciones ideales con tiempo fresco. Las infestaciones son más severas durante las épocas frías. Comienzan a menudo en la base de la cola, de los cuernos, o en el cuello de donde se extienden por todo el cuerpo. En las partes afectadas aparecen pequeños nódulos y escamas, se cae el pelo y se forman costras a menudo húmedas por pérdida de linfa.

Chorioptes bovis

Es el ácaro del ganado bovino, de ordinario menos dañino que Psoroptes o Sarcoptes. Puede afectar también a ovejas, cabras y caballos. Aparece mayormente en las pezuñas y patas, de donde se extiende a otras partes del cuerpo. Las partes afectadas se caracterizan por la formación de escamas y costras. Las infestaciones generalizadas y las infecciones bacterianas secundarias son raras. El impacto económico es menor que el de otros tipos de sarna.

Sarcoptes scabiei var. bovis

Es una variedad de Sarcoptes scabiei, el arador de la sarna, específica del ganado vacuno. Los ácaros adultos son muy pequeños (0,3 a 0,5 mm). Las hembras preñadas excavan túneles en la piel en los que depositan sus huevos durante unos 2 meses. El ciclo vital puede completarse entre 10 y 14 días. Los adultos viven unas 2 o 3 meses. La supervivencia fuera del hospedador se reduce a unos pocos días. Al excavar la piel, las hembras se alimentan de los líquidos que resultan de la disolución de los tejidos del hospedador mediante enzimas digestivas. Esta actividad causa una intensa comezón en el hospedador que reacciona rascándose vigorosamente. Esto a su vez provoca heridas que pueden infectarse con bacterias secundarias. La piel se inflama, engrosa y acaba cubierta de costras. También pude darse una caída masiva del pelo.

Demodex spp. Fotografía de M. Campos Pereira

Demodex bovis

El demódex folicular de los bovinos es un ácaro diminuto (0,25 mm) de distribución mundial. Penetra en los folículos pilosos y en las glándulas sebáceas del hospedador y provoca la formación de nódulos que pueden infectarse con bacterias secundarias. El ciclo vital está poco estudiado. Se trasmite de la madre a los terneros. Puede causar daños a los cueros, sobre todo en vacas jóvenes. De ordinario no causa daños económicos importantes en los animales afectados, salvo en casos de infestaciones masivas que son muy raras.

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Daño e importancia económica de los ácaros de la sarna en bovinos

Los ácaros de la sarna no están implicados en la transmisión de enfermedades del ganado. Pero ellos mismos causan daños considerables. El ganado sufre mucho de estrés debido a la intensa comezón causada por las picaduras o a la actividad excavadora. Esto lleva a los animales a rascarse continuamente, lo que provoca a su a vez pérdida del pelo y heridas abiertas que pueden infectarse con bacterias secundarias. Los ácaros también producen toxinas capaces de afectar a órganos vitales: en casos de infestaciones masivas pueden también causar la muerte del hospedador.


Prevención y control de los ácaros de la sarna en bovinos

Vacuno afectado de sarna corióptica. Fotografía de M. Campos Pereira

Al igual que la sarna ovina, la sarna bovina es mayormente una problema invernal en las regiones con estación fría (p.ej. Europa, Canadá, los EE.UU., el norte de Asia, etc.). El hacinamiento y la alta humedad favorecen el desarrollo de la sarna en los hatos estabulados, pues la infección se transmite sobre todo por cantacto con animales infestados. Una alimentación deficiente y el estrés, problemas también asociados a la estabulación invernal, hacen al ganado más susceptible para el desarrollo de la enfermedad, especialmente la sarna psoróptica y sarcóptica. Por lo tanto, mantener el ganado en buenas condiciones sanitarias y de alimentación ayuda a prevenir los brotes de la enfermedad.

Los síntomas remiten rápidamente cuando el ganado vuelve a los pastos en primavera. La exposición al sol y un pelaje menos denso frenan el desarrollo de los ácaros y, sin hacinamiento, su transmisión se ve prácticamente interrumpida. Por razones poco claras, los ácaros sobreviven estas condiciones desfavorables en algunas reses mejor que en otras. Al volver a estabular el hato el próximo invierno, esos ácaros vuelven a reinfestar todo el hato si no se toman medidas preventivas.

Se recomiendan los tratamientos preventivos del ganado al final del otoño, tratamientos que pueden planearse de modo que sirvan también contra los piojos. Si surge un brote en un hato estabulado, como se transmite muy rápidamente, es esencial tratar a todos los animales, no sólo a los que presentan síntomas clínicos. Para evitar la introducción de ácaros en hatos libres de parásitos, se han de tratar preventivamente todos los animales que se incorporan a él durante el invierno.

En regiones donde se da la hipodermosis (Hypoderma spp.), el uso de productos sistémicos (p.ej.. ivermectina, doramectina, etc.) en otoño puede producir una reacción hospedador-parásito adversa si las larvas de hipoderma se encuentran en el estado crítico de migración dentro del cuerpo del hospedador.

Muchos baños de inmersión o aspersión a base de acaricidas de contacto son eficaces contra los varios tipos de sarna. Estos baños contienen sobre todo, organofosforados, piretroides o amidinas. Sin embargo, el fuerte engrosamiento de la piel en animales infestados y la presencia de costras ofrecen una barrera a la penetración del acaricida, lo que puede permitir que algunos ácaros no sean alcanzados por el producto y sobrevivan. Por ello se recomienda vivamente tratar de nuevo el hato una o dos veces más con un intervalo de 2 a 3 semanas. La repetición de los tratamientos también es importante porque los ácaros pueden sobrevivir fuera del hospedador hasta unos 20 días, y porque de sus huevos, que no son afectados por los acaricidas, pueden eclosionar ácaros durante unas 3 semanas que infestarán de nuevo al ganado.

Los pour-ons con endectocidas sistémicos son muy eficaces, aunque la penetración de la sustancia activa a través de la piel puede ser impedida por su engrosamiento o por las costras, lo que puede hacer que el tratamiento falle. El control de la sarna corióptica puede no ser completo con pour-ons. Algunos pour-ons a base de acaricidas de contacto (sobre todo piretroides), etc. también dan buenos resultados contra la sarna psoróptica y sarcóptica, pero pueden fallar contra la sarna corióptica por no alcanzar debidamente las patas, lugar donde son más abundantes los ácaros de esta especie. Los pour-ons con organofosforados sistémicos no controlan la sarna bovina.

Los endectocidas inyectables también son altamente eficaces contra la sarna bovina, aunque a veces resultan insuficientes contra la sarna corióptica.

Las orejeras (caravanas) usadas contra las moscas no son eficaces contra la sarna. Tampoco lo son los dispositivos de autoaplicación (polveras, rascaderos, etc.).

Consulte también el artículo en este sitio sobre sarnicidas (antisárnicos) - piojicidas (enlace).

No hay repelentes que mantengan a los ácaros alejados del ganado, por la simple razón de que permanecen toda su vida en el mismo hospedador y no andan buscando otro. Por ello tampoco hay trampas para atraparlos.

No hay vacunas que protejan a al ganado haciéndoles inmunes a estos ácaros.

Y por ahora no hay métodos de control biológico de estos ácaros mediante sus enemigos naturales.

Puede interesarle el artículo en este sitio sobre plantas y remedios vegetales contra los ácaros, garrapatas e insectos parásitos del ganado (enlace), aundue apenas hay remedios reralmente eficaces contra la sarna.


Resistencia de los ácaros de la sarna en bovinos a los parasiticidas

Hasta ahora no hay reportes de resistencia de los ácaros de la sarna bovinos a los antisárnicos.

Por ello puede concluirse que un fallo del control de estos ácaros será sobre todo debido a una aplicación errónea (p.ej. de dosificación), o al uso de un producto inadecuado (ineficaz contra estos ácaros o de mala calidad), no a un problema de resistencia. El uso incorrecto es la causa más frecuente del fracaso de productos antiparasitarios. 

Para consultar los artículos sobre resistencia de parásitos a los parasiticidas pulse aquí.