¿Qué son los bolos intrarruminales?

La gran mayoría de los bolos han desaparecido del mercado en América Latina y España, sustituidos sobre todo por los endectocidas inyectables de larga duración (LA), mucho más fáciles de aplicar y con el mismo poder residual.

No obstante se resumen aquí sus características fundamentales.


El bolo intraruminal libera paulatinamente la sustancia activa en el estómago del animal

Los bolos y cápsulas intrarruminales son dispositivos que se introducen en el rumen del animal desde donde liberan sustancia activa antiparasitaria durante varios meses. Se empleaban fundamentalmente en el ganado bovino y ovino.

Entre los antihelmínticos hay bolos o cápsulas con antiparasitarios endectocidas disponibles para bovinos y ovinos con benzimidazoles (oxfendazol, albendazol, etc.), endectocidas (sobre todo de ivermectina), closantel, levamisol, morantel, rafoxanida, bitionol, etc. Se emplean contra todo tipo de gusanos helmintos, sobre todo contra los gastrointestinales.

En algunos países hay aún bolos con inhibidores del desarrollo (p.ej. diflubenzurón, metopreno). Estas sustancias activas apenas pasan a la sangre del hospedador: más bien acaban sin metabolizar en las heces donde actúan contra las larvas de las moscas que se desarrollan en las boñigas. En bovinos se emplean sobre todo contra las moscas de los cuernos.

Los bolos osmóticos suelen ser metálicos y una vez en el rumen del animal, la sofisticada bomba osmótica presiona sobre un reservorio de sustancia activa que se va liberando poco a poco al rumen. Del rumen pasa a la sangre y a través de la sangre u otros fluidos corporales llega a los parásitos que atacan al hospedador.

Los bolos de abrasión son bloques de una sustancia inerte (p.ej. parafina) mezclada con la sustancia activa. Una vez en el rumen, el bloque de sustancia inerte se va gastando poco a poco por simple frotamiento, lo que libera paulatinamente la sustancia activa.

Otros bolos están construidos con láminas de plástico que separan tabletas del antihelmíntico. Las láminas se van gastando periódicamente y liberan una tras otra las tabletas que contienen.

Las ventajas de los bolos son similares a las de otros productos listos para el uso que no necesitan diluirse antes de ser aplicados y sobre todo del larguísimo periodo de protección de varios meses.

El inconveniente mayor de todos los bolos es la engorrosa aplicación: hay que introducirlos en el rumen a través de la boca del animal mediante un aplicador especial. Para ello hay que inmovilizar a los animales. Los bolos osmóticos son de ordinario metálicos, quedan en el rumen del animal y al sacrificio hay que recuperarlos.

En bovinos, otro inconveniente del bolo de ivermectina es que, normalmente, sólo está autorizado para ganado de engorde de un peso entre 125 y 300 kg. Esta limitación se debe a que el bolo libera una cantidad constante de sustancia activa. Para animales más pequeños de 125 kg la dosis sería excesiva; y para los animales de más de 300 kg, al transcurrir los 130 días la dosis sería insuficiente, pues habrían engordado demasiado.

Un último inconveniente es que el tiempo de espera para el sacrificio es muy largo, varias semanas más de los 2-3 meses que dura la eficacia. En todo ese tiempo no se puede enviar ganado tratado a matadero.