Las pulgas son los parásitos externos más importantes y frecuentes de perros y gatos. Es muy probable que un perro o un gato concreto tenga problemas de pulgas en algún momento de su vida. Y como es bien sabido, si el perro o el gato tienen un problema de pulgas, su dueño probablemente también lo tendrá.

Para resolver los problemas de pulgas es muy conveniente saber cómo viven y se reproducen.

En este sitio también hay un artículo sobre los problemas de pulgas en el ganado (enlace).

Puede interesarle el artículo en este sitio sobre la biología general de los insectos (enlace).


Especies importantes de pulgas en perros y gatos

Cabeza de pulga del gato hembra, mostrando los ctenidios (flechas)

Dentro de los insectos, las pulgas pertenecen al orden de los sifonápteros. En todo el mundo hay más de 2000 especies de pulgas que infestan al ser humano, a mascotas, al ganado y a otros mamíferos y aves.

Las especies de pulgas que más afectan a las mascotas son las siguientes:

  • Ctenocephalides felis, la pulga del gato, es la especie más común en América del Norte y Europa. Puede infestar al hombre, a perros y gatos y a otros mamíferos como zorros, ardillas, ratas, ratones, etc., pero también a corderos, ovejas, terneros, cerdos, y también a las gallinas y otras aves.
  • Ctenocephalides canis, la pulga del perro, que se comporta de modo similar a la pulga del gato.
  • Pulex irritans, la pulga humana, que también puede infestar a otros animales salvajes y domésticos, especialmente a los cerdos.
  • Xenopsylla cheopis, la pulga de la rata oriental, que ataca a varias especies de ratas y es el vector más eficaz de la peste bubónica. También puede atacar al hombre y a otros animales.
  • Echidnophaga gallinacea se da sobre todo en las gallinas, pero también en otros roedores, y en conejos, perros, gatos, zorros, etc., y ocasionalmente en equinos. Las pulgas hembras preñadas permanecen fijadas al hospedador y se incrustan en la piel. Pueden producir úlceras cuando ponen los huevos. En los gatos se concentran a veces en las orejas.
  • Tunga penetrans (=Sarcopsylla penetrans). Conocida también como «pique». Es una pulga de regiones tropicales, original de América Central y del Sur, que se da también en África y Asia. No suele superar 1 mm de longitud. Las infecciones con esta especie se denominan “tungiasis”. Ataca a los seres humanos (a menudo en los dedos de los pies), a perros y gatos, al ganado y a otros animales. Las hembras se incrustan en la piel del hospedador, con la cabeza hacia delante y el abdomen hacia atrás dejando abierto un orificio en la piel para depositar los huevos. Las larvas se desarrollan en el suelo, de preferencia arenoso.  El desarrollo a adultos se completa en unas tres a cuatro semanas.

Los capítulos siguientes (anatomía, ciclo vital, control, etc.) se concentran en las pulgas del gato (Ctenocephalides felis) y del perro (Ctenocephalides canis).


Anatomía de las pulgas

Patas de una pulga con espículas y garfios

Si no está familiarizado con la biología general de los insectos puede consultar el artículo correspondiente en este sitio (enlace).

Las pulgas adultas son insectos picadores. Carecen de alas (ápteros) y alcanzan una longitud de 1 a 2 mm. Tienen una coloración pardo rojiza y su cuerpo está comprimido lateralmente. Las pulgas adultas se alimentan exclusivamente de la sangre de sus hospedadores (se dicen que son hematófagos)

Como en todos los insectos, el cuerpo de las pulgas está dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen. La cabeza es portadora de los ojos, las antenas las piezas bucales picadoras y a menudo un ctenidio, una estructura de espículas ordenadas en forma de "peine" (flechas en la ilustración de arriba). Algunas especies disponen de varios ctenidios adicionales. El tórax tiene 3 segmentos, cada uno con un par de patas. Cada pata termina en una garra que permite a las pulgas mantenerse agarradas al hospedador. El abdomen tiene 10 segmentos.

Las pulgas adultas tienen una gran capacidad de saltar. La pulga del gato puede superar una distancia de hasta 100 veces la longitud su cuerpo. Esto equivaldría a tres campos de fútbol o a un edificio de 70 pisos para un ser humano.

Como en todos los demás insectos, el cuerpo de las pulgas adultas está protegido por un cubierta externa dura denominada exoesqueleto que mantiene la forma del cuerpo y protege su interior de la presión mecánica y de patógenos externos.

El exoesqueleto sirve también de anclaje para músculos y otros órganos internos. El exoesqueleto está formado fundamentalmente por la cutícula que, en el caso de las pulgas, es muy dura y resbaladiza. La cutícula contiene quitina, una sustancia específica de los insectos y de otros artrópodos (arañas, ácaros, etc.). La quitina es un amino-polisacárido complejo que confiere su dureza a la cutícula y que se sintetiza en las células epiteliales de la piel.

Las pulgas tienen numerosas espículas orientadas hacia atrás que les ayudan a desplazarse entre los pelos o las plumas de sus hospedadores.


Cómo viven y se reproducen las pulgas (ciclo vital)

Huevos (flecha amarilla) y excrementos (flecha roja) de pulgas del gato (Ctenocephalides felis)

Las pulgas son insectos holometabólicos, es decir, atraviesan una metamorfosis completa: pasan por los estadios de huevo, larva (L1, L2 y L3), pupa y adulto.

Huevos de las pulgas

Las hembras adultas, tras la eclosión, empiezan a poner huevos 24 a 26 horas después de la primera comida sanguínea. Una única hembra pone un promedio de 25 huevos al día durante 50 días, pero puede continuar poniendo huevos durante más de 100 días. Es decir, durante su vida, una única pulga del gato puede poner hasta 2000 huevos. No obstante, la autolimpieza (lamerse, rascarse, etc.) del hospedador reduce de ordinario este elevado potencial reproductivo eliminando muchas pulgas antes de que hayan sido capaces de poner tantos huevos.

Los huevos de la pulga del gato son de un color blanquecino, ovales y de una longitud de unos 0,5 mm. Son depositados entre el pelaje del hospedador pero se desprenden fácilmente y caen al suelo en el entorno del hospedador.

La mayoría de los huevos se acumula en lugares donde el hospedador duerme o pasa la mayor parte del tiempo. De ordinario los huevos eclosionan 1 a 10 días después de la puesta, dependiendo de la temperatura y de la humedad. Por debajo de una humedad relativa del 50% los huevos no sobreviven.

Larvas de las pulgas

Larva L3 de pulga del gato (Ctenocephalides felis)

Las larvas recién nacidas se pueden desplazar libremente. Miden 1 a 2 mm de longitud y son de color blanquecino. Su cuerpo se divide en 13 segmentos. Las larvas sufren una serie de mudas larvales para desarrollarse y crecer. Efectúan dos mudas (ecdisis) antes de alcanzar su desarrollo y talla finales. Durante cada muda se elimina la piel vieja (exuvia) y se sustituye por una nueva.

Este proceso lo regulan dos hormonas principales: la hormona juvenil y la ecdisona. Mientras que un nivel elevado de hormona juvenil inhibe la muda, un nivel elevado de ecdisona la favorece. Larvas plenamente desarrolladas miden 4 a 5 mm de largo. El estado larvario dura entre 4 y 11 días, dependiendo fuertemente de la temperatura, la humedad y la disponibilidad de comida.

Las larvas de pulga evitan la luz y muestran geotactismo positivo, es decir, tienden a moverse hacia abajo y a lugares oscuros. Se introducen profundamente entre las fibras de alfombras y moquetas, en el interior de colchones y butacas, en grietas del suelo, bajo detritus vegetales, etc. Encuentran ahí el microclima apropiado: temperatura moderada y humedad elevada. Las larvas pueden sobrevivir en el exterior (jardines, porches, perreras, garajes, galpones, establos, etc.) pero el ambiente más propicio para su desarrollo se da normalmente en los interiores.

La mayoría de las larvas no se desplaza más allá de 10 o 20 cm del lugar donde cayeron los huevos de los que proceden. Esto hace que se concentren en lugares visitados por los hospedadores para reposar, para dormir, etc.

Las larvas se alimentan fundamentalmente de las heces de las pulgas adultas que consisten sobre todo en sangre digerida de modo incompleto por las pulgas adultas. También consumen restos vegetales u orgánicos, exuvias (es decir, la piel eliminada tras la muda) vacías, y pueden devorar también a sus congéneres.

Pupas de las pulgas

Pupas de pulgas del gato cubiertas de detritus  (Ctenocephalides felis)

Las pupas ni se desplazan ni se alimentan, por lo tanto se concentran en los mismos lugares que los huevos y las larvas, es decir en alfombras, bajo los muebles, donde duermen las mascotas, etc.

La larva madura produce una pupa dentro de un capullo de seda. El capullo es ovoide, blancuzco y mide cerca de 0,5 cm de largo. Las fibras de seda son pegajosas y el capullo pronto se recubre de partículas de polvo, tierra, etc., que le procuran un excelente camuflaje frente a posibles enemigos naturales (p.ej. hormigas).

Las pupas son muy resistentes a la sequedad, pero no sobreviven temperaturas prolongadas inferiores a 5°C o superiores a 35°C. El capullo que recubre la pupa es impenetrable para la mayoría de los insecticidas.

Una vez completado el desarrollo de las pupas en 5 a 10 días, los adultos recientemente formados no eclosionan inmediatamente sino que permanecen dentro del capullo durante días e incluso meses. Se les denomina adultos preemergidos o preemergentes. En condiciones ideales pueden aguantar más de seis meses antes de eclosionar.

Pulgas adultas

Pulgas del gato (Ctenocephalides felis) macho (dcha.) y hembra (izda.)

Los adultos preemergidos aún al interior del capullo permanecen a la espera de estímulos típicos de la presencia de un hospedador potencial: calor corporal, presión (de las pisadas), anhídrido carbónico (exhalado por el hospedador), etc. Pasar el aspirador también estimula la eclosión de las pulgas, pero no las vibraciones sin más. Esta espera al interior de la pupa reduce el riesgo de eclosionar en ausencia de un hospedador potencial y de morir seguidamente de hambre. Mientras sigue en el capullo, un adulto preemergido permanece además protegido de predadores tales como las hormigas. Los adultos preemergidos también son más resistentes a temperaturas extremas y a la sequedad. Y el capullo protege contra los insecticidas.

Dentro de un población de pulgas, la eclosión de los adultos no ocurre de golpe en un solo momento determinado, sino que se distribuye a lo largo de un período variable de tiempo, en grupos, en parte independientemente de los estímulos mencionados previamente. Se piensa que tal vez haya algún tipo de comunicación entre las pupas. Esta eclosión escalonada de los adultos se denomina el efecto de la ventana pupal.

Todos estos factores aumentan las posibilidades de supervivencia de una población de pulgas, y hacen más difícil controlarlas con insecticidas ambientales.

A las pulgas adultas recién emergidas les atraen varios estímulos producidos por hospedadores potenciales, especialmente el calor corporal, el anhídrido carbónico exhalado y los movimientos. También les atrae la luz, al contrario de las larvas, especialmente si es intermitente. Y muestran geotactismo negativo, es decir, tienden a moverse y a saltar hacia arriba, no hacia abajo como las larvas.

Es por ello por lo que las pulgas recién emergidas se desplazan hacia la superficie de las alfombras o de la vegetación, donde las posibilidades de encontrar un hospedador son mayores.

Normalmente, cuando una pulga ha hallado un hospedador no lo abandona salvo que se vea forzada a ello. Esto implica que, si bien un animal se puede reinfestar por contacto con otro, la causa más frecuente de reinfestación de un animal con pulgas es el entorno del animal mismo, y no el encuentro ocasional con otros animales infestados.

Estructura de la población global de pulgas

Si una mascota tiene pulgas es muy probable que una población mayor o menor de pulgas se haya instalado ya en la casa. Durante la temporada alta de pulgas en época caliente, el número de adultos, pupas, larvas y huevos muestra una típica forma de pirámide.

Los huevos son el estadio más abundante y representan el 50% de la población. Las larvas constituyen el 35% y las pupas el 10% de la población. Las pulgas adultas representan solamente el 5% de la población total.

La cantidad diferente de huevos, larvas, pupas y adultos reflejan el hecho de que no todos los huevos puestos por una hembra completan su desarrollo. Algunos huevos son destruidos por predadores (p.ej. hormigas). Otros caerán en lugares en los que se secan, etc.

De las larvas que nacen de los huevos, muchas no encuentran el entorno y las condiciones microclimáticas necesarias para completar su desarrollo a pupas. Perecen, o son destruidas por predadores, o son víctimas de otras larvas de pulga ya que entre ellas se da el canibalismo.

Una consecuencia importante de esta estructura poblacional es que cualquier estrategia para controlar infestaciones de pulgas debe abarcar, no sólo los estadios adultos en el hospedador, sino también los estadios inmaduros en el entorno. De otro modo producirán pronto pulgas adultas que reinfestan a los hospedadores.


Qué daños y enfermedades causan las pulgas

Se estima que las enfermedades relacionadas con las pulgas suponen más del 50% de los casos dermatológicos señalados por los veterinarios y cerca del 35% de todo su esfuerzo.

Mientras están ingiriendo sangre, las pulgas liberan saliva en la herida para evitar la coagulación de la sangre. La saliva contiene sustancias irritantes que provocan el típico picor. Mientras que algunas mascotas toleran ampliamente las picaduras de pulgas y apenas les molestan, otras pueden ser muy sensibles. Lo mismo ocurre en los seres humanos.

Algunos animales pueden desarrollar hipersensibilidad a la saliva y muestran intensas reacciones alérgicas  con aparición de granos o nódulos, costras, escamaduras, prurito, caída del pelo (alopecia) etc. Esta afección se denomina dermatitis por alergia a las pulgas (DAP). Casos de DAP grave pueden provocar automutilaciones de las mascotas. DAP ocurre a menudo sin proporción al número de pulgas en el animal. En casos extremos una sola pulga puede provocar esa reacción si el animal es hipersensible. En casos de DAP el tratamiento antialérgico y sintomático puede ofrecer un alivio temporal, pero la solución a largo plazo exige el control adecuado de la población de pulgas.

Infecciones graves de pulgas pueden también producir anemia por deficiencia de hierro debida a la pérdida de sangre por las picaduras.


Transmisión de enfermedades por las pulgas

Las pulgas son también vectores de enfermedades y parásitos del hombre y de las mascotas.

La pulga oriental de la rata, Xenopsylla cheopis, es el vector primario del tifus causado por Rickettsia typhii, pero está demostrado que la pulga del gato, Ctenocephalides felis, también puede ser vector de esta enfermedad.

La bacteria responsable de la peste, Yersinia pestis, es transmitida también por Xenopsylla cheopis, la pulga oriental de la rata, pero otras especies de pulgas pueden actuar ocasionalmente como vectores, incluida Ctenocephalides felis, la pulga del gato.

Ctenocephalides felisCtenocephalides canis y Pulex irritans transmiten Dipylidium caninum, la tenia intestinal común del perro que infesta perros, gatos y, raramente, también niños. Las larvas de las pulgas ingieren los huevos de la tenia que se desarrollan a cisticercos dentro de la pulga adulta. Haciendo su autolimpieza, los perros y gatos pueden ingerir pulgas infestadas, infestándose así ellos mismos con la tenia.


Control y prevención de las pulgas

En la actualidad los propietarios de mascotas disponen de toda un arsenal de productos pulguicidas novedosos y altamente eficaces para el control de pulgas. Sin embargo, para asegurar el éxito a largo plazo, esos productos han de emplearse correctamente. A veces será necesaria la combinación de más de un producto químico junto con medidas preventivas no químicas en un programa de Manejo Integrado (MIP). En cada caso particular, la selección de las medidas a aplicar dependerá de la dimensión del problema pero también de otros factores importantes como:

  • Riesgo de reinfestación con pulgas de origen externo.
  • Sospecha de resistencia de las pulgas a algún producto químico.
  • Nivel de molestia de mascotas y personas, o necesidad de un tratamiento de choque para lograr un alivio rápido de la mascota(p.ej. en caso de DAP).

También hay que considerarlas prioridades, preferencias y circunstancias personales de los propietarios de las mascotas, p.ej.:

  • Deseo de reducir al mínimo la exposición de las personas, sobre todo niños, a productos químicos: esto puede llevar p.ej. a preferir productos que no dejan residuos químicos al exterior de la mascota (tabletas, inyectables, etc.).
  • Costo del tratamiento, sea en productos o en trabajo.
  • Capacidad y disponibilidad del propietario de aprender el empleo correcto de algunos productos más sofisticados y de dedicar y esfuerzo a resolver este problema.

En países con una estación fría, el «problema» de las pulgas desaparecen casi por completo durante el invierno. Desaparece es un decir, porque si es cierto que en invierno apenas eclosionan pulgas adultas, la población no desaparece, pues las pupas están en el entorno esperando a condiciones favorables para eclosionar.

Tratamientos preventivos al inicio de la primavera impiden que se desarrolle una población de pulgas a partir de los estadios inmaduros que pasan el invierno en el entorno. De este modo se puede evitar la aparición ulterior de un «problema» de pulgas adultas durante le época cálida.

Un problema de pulgas es un problema de ¡¡¡ población de pulgas !!!

Es decir, si un perro o un gato atrapa ocasionalmente dos o tres pulgas, el dueño muy probablemente no lo notará, es decir, no percibirá que tiene un «problema» de pulgas. Porque esas dos o tres pulgas no abandonarán la mascota para ir a picar al dueño. Si en cambio el dueño percibe que tiene un «problema» de pulgas, será casi siempre porque las pulgas le han picado ya a él mismo o a alguien de la familia, lo que significa casi siempre que las mascotas llevan muchas pulgas y algunas saltan a otros hospedadores; o que hay ya pulgas que eclosionan en el suelo y saltan sobre lo primero que se les aproxima; o –lo más probable– ambas cosas al mismo tiempo: las mascotas llevan muchas pulgas, y el entorno alberga una gran población de poulgas.

Para resolver un problema de pulgas, la pregunta clave a plantear y responder es pues, qué dimensión tiene la población de pulgas. Descubierta a tiempo, la infestación esporádica de un perro o un gato con unas pocas pulgas se puede resolver de ordinario con unos pocos tratamientos del animal afectado, pues dichas pocas pulgas apenas habrán tenido ocasión de poner muchos huevos e infestar el entorno doméstico de las mascotas. Pero eliminar durante el máximo de la temporada de pulgas una población grande y bien establecida requiere siempre un esfuerzo de meses aplicando intensa y consecuentemente las medidas de control.

Si un problema de pulgas ha persistido durante meses o incluso años, debe suponerse que el entorno de la mascota está altamente contaminado con estadios inmaduros (huevos, larvas, pupas). Por cada pulga adulta que se encuentre sobre una mascota hay que contar con la presencia de 2 pupas, 7 larvas y 10 huevos en algún lugar del entorno inmediato de la mascota. Estos estadios inmaduros en el entorno son frecuentemente la parte mayor del problema, pues son difíciles de percibir por los propietarios de mascotas y tienden a ser ignorados.

Por lo tanto, para controlar con éxito las pulgas es necesario atacar tanto las pulgas sobre las mascotas, como los estadios inmaduros en el entorno. Esto resultas más evidente si se considera que, normalmente, las pulgas adultas no cambian de hospedador, es decir, no saltan de un perro a otro. Si bien es cierto que una mascota puede atrapar alguna pulga de otra mascota infestada, está demostrado que la mayor fuente de reinfestaciones es el propio entorno hogareño de cada mascota. Ahora bien, si un perro está altamente infestado -por ejemplo con unas cien pulgas adultas–, la probabilidad de que alguna salte fuera, a su dueño o a otro perro, es al menos 100 veces mayor que si tuviera una sola pulga.


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