Dirofilaria immitis es una especie de gusanoMicrofilaria en sangre al microscopio. Imagen tomada de Wikipedia Commons redondo (nematodo), parásito específico de los perros y otros cánidos (zorros, coyotes, lobos, etc.), pero que también puede infectar a gatos y muy ocasionalmente a seres humanos.

Se da sobre todo en regiones templadas y cálidas: América del Norte hasta Canadá y América Latina, Europa, sobre todo en el Mediterráneo e Islas Canarias, Sudeste Asiático, Medio Oriente, Australia y Japón.

Dirofilaria repens también infecta a perros en el Sur de Europa y Norte de África. Ocasionalmente infecta también a los seres humanos, pero rara vez completa el ciclo en ellos.

En algunas regiones endémicas (p.ej. en el sur de los EE.UU., Valle del Po en Italia, partes de Australia) la prevalencia es muy grande y el número de perros infectados puede superar el 60%. La incidencia y la prevalencia dependen mucho de la abundancia de los mosquitos (zancudos) que son el vector principal.

Su extensión creciente hacia regiones de clima templado se ve favorecida tanto por la movilidad humana y con ella de las mascotas, que va en aumento, como por el calentamiento global que extiende tanto las regiones con condiciones de vida apropiadas para los mosquitos, como la duración de la estación caliente y con ello el número de mosquitos vectores potenciales en una determinada región.

La enfermedad causada por las infecciones con este nematodo en perros y gatos puede ser grave y se conoce como dirofilariasis.

Perros y gatos infectados con Dirofilaria ¿son contagiosos para los seres humanos?

  • NO. La razón es que la enfermedad se transmite por la picadura de los mosquitos, no por contacto direco o indirecto con las mascotas, sus heces, su vómito, etc. Para más información lea el capítulo sobre el ciclo vital.

Dirofilaria no afecta a bovinos, ovinos, caprinos, porcinos, caballos ni aves domésticas.


Localización de Dirofilaria

Los órganos predilectos de los adultos de Dirofilaria immitis son las arterias pulmonares y el ventrículo derecho del corazón. Las larvas pueden hallarse en la piel, músculos torácicos y abdominales y en la sangre.


Descripción de Dirofilaria

Los adultos de Dirofilaria tienen la típica forma de gusano redondo y son grandes, pues pueden alcanzar hasta 30 cm de longitud y 1-2 mm de espesor. Las larvas (microfilarias) miden pocos mm de longitud.

Las hembras son vivíparas, es decir, no ponen huevos, sino que estos se desarrollan a larvas en el útero. Tienen dos espículas de longitud diferente.


Biología y ciclo vital de Dirofilaria

Mosquito del género Aedes. Fotografía de Jarmo Holopainen tomada de www.pbase.com/holopain/flies

Dirofilaria tiene un ciclo de vida indirecto, con mosquitos (zancudos) de numerosos géneros (p.ej. Anopheles, Aedes, Culex) (enlace) como hospedadores intermediarios.

Infección en perros

Los mosquitos se infectan con microfilarias al picar a un hospedador infectado y chupar su sangre. Dentro del mosquito, la duración del desarrollo ulterior de las larvas hasta el estadio L3 depende de la temperatura. Una vez alcanzado el estadio L3 las larvas se instalan en las glándulas salivares del mosquito a la espera de que éste pique a un hospedador. A temperaturas ≥27° este desarrollo puede completarse en 2 semanas, a ≤14° el desarrollo se para. Por ello, la transmisión de los mosquitos a los perros u otros hospedadores se da sobre todo en los meses más cálidos y lógicamente varía según la región y su clima.

Dentro del hospedador, las larvas L3 permanecen algunas semanas bajo la piel y mudan a larvas L4. De allí emigran a los músculos torácicos o abdominales y, unas 6 a 9 semanas tras la picadura, mudan a larvas L5 (= adultos inmaduros). Seguidamente entran en el sistema circulatorio del hospedador y llegan a las arterias pulmonares que son su órgano predilecto, unas 12 a 20 semanas tras la infección. Ahí crecen rápidamente durante los próximos 2-3 meses hasta completar el desarrollo a adultos. Si hay muchos individuos se instalan también en el ventrículo derecho. Los adultos pueden vivir hasta 7 años en el hospedador.

Tras la fecundación, las hembras liberan las microfilarias que pueden permanecer en la sangre del hospedador hasta 3 años a la espera de que un mosquito las ingiera tras una picadura y en él poder continuar el ciclo de desarrollo.

El tiempo de prepatencia de Dirofilaria (desde la infección del perro hasta completar el desarrollo) es al menos de 6 a 8 meses en perros, unos 9 meses en gatos.

Infección en gatos

Es mucho menos frecuente: en los EE.UU. se calcula que de todos los casos de dirofilariasis en perros y gatos sólo el 1-5% afectan a gatos. En gatos, muchas de las microfilarias inyectadas en la picadura del mosquito no sobreviven. Por ello, habitualmente no se encuentran más de unos pocos gusanos (2 a 6) en el corazón o las arterias pulmonares, y no cientos, como puede ocurrir en perros. La vida media de los gusanos en gatos es sólo de 2 a 3 años. Es también frecuente no encontrar microfilarias en la sangre de gatos infectados. En los gatos suele haber más casos de migración anormal de los gusanos a la cavidad abdominal o al cerebro.


Daño, síntomas y diagnóstico de Dirofilaria

La infección con Dirofilaria es notablemente grave y dañina en perros. Los adultos pueden obstruir las arterias pulmonares, y también vasos sanguíneos menores en los pulmones. La irritación mecánica de la pared arterial puede causar edemas locales lo que favorece la deposición de material trombótico. El flujo de trombos o restos de gusanos muertos a los pulmones puede producir obturación de los vasos sanguíneos e inflamaciones locales agudas.

El estrechamiento de las arterias aumenta la resistencia al flujo sanguíneo lo que puede acabar en cor pulmonale, la dilatación o hipertrofia del ventrículo derecho, que puede a su vez causar insuficiencia cardíaca derecha, a veces mortal. Infestaciones masivas también pueden causar el síndrome de vena cava por obturación de la vena cava, con efectos nocivos en el hígado, bazo y riñones.

Muchos perros infectados con Dirofilaria apenas muestran síntomas clínicos. Pueden observarse inapetencia, pérdida de peso y languidez. A veces se presenta tos y disnea (dificutad en la respiración). También suele darse fatiga ante el ejercicio y acumulación del fluidos en el abdomen (ascitis).  En casos de infecciones masivas puese haber muerte súbita cardíaca.

Los síntomas de infecciones crónicas leves en gatos son similares a los de los perros. En casos agudos se dan sobre todo síntomas pulmonares.

El diagnóstico no es trivial en perros, y menos aún en gatos. Deformaciones arteriales o cardíacas pueden detectarse mediante rayos X, y sobre todo ecocardiografía que permite también la visualización directa de los parásitos en el corazón.

También pueden detectarse al microscopio las microfilarias sanguíneas en muestras de sangre, mejor tras centrifugación, o tras filtración, pero estas pruebas pueden dar falsos negativos: porque las hembras del helminto no están reproduciéndose en ese momento, o porque no hay hembras adultas en el hospedador.

También hay pruebas serológicas (p.ej. ELISA) para detectar los antígenos específicos producidos por el gusano en la sangre del hospedador, hoy en día disponibles en algunos países en kits de fácil uso para el médico veterinario. Pero estos tests se basan a menudo en proteinas del útero de las hembras del gusano. Y si no hay tales hembras, de nuevo pueden darse falsos negativos.

Otros tests se basan en la detección de anticuerpos específicos producidos por el hospedador ante la presencia de gusanos. Estos son capaces de detectar la presencia de un solo gusano macho. Es el test más usado en gatos. Pero lamentablemente es sabido que puden dar falsos positivos, es decir, señalar una infección cuando en realidad no la hay.

Es evidente que el diagnóstico sólo puede hacerlo un médico veterinario con experiencia.

Las muy raras infecciones de seres humanos con Dirofilaria no son graves, pues antes o después, las microfilarias acaban siendo neutralizadas por el sistema inmunitario, a más tardar a su llegada a los pulmones, sin mayores consecuencias para la salud del paciente.


Prevención y control de infecciones de Dirofilaria

La prevención básica de las infecciones con Dirofilaria consiste en el uso de medicamentos preventivos combinado con tests periódicos para controlar la presencia o no de la infección, y en la protección contra los mosquitos (zancudos), que también pueden picar a las mascotas al interior de las casas, y no sólo durante un paseo por el campo.

Sobre la protección de perros y gatos contra los mosquitos (zancudos) consulte el artículo específico en este sitio (enlace).

¡ ATENCIÓN !: los medicamentos preventivos (evitan que las microfilarias o larvas se desarrollen a adultos en el hospedador) son diferentes de los curativos (matan a los gusanos adultos o a las microfilarias en las arterias o el corazón). Los medicamentos preventivos a la dosis recomendada pueden también matar a algunos adultos, pero incluso a dosis superiores no logran matar a todos los adultos.

Ahora bien, el uso de medicamentos preventivos en animales ya infestados puede causar problemas graves. La razón principal es que algunos gusanos muertos en el corazón o las arterias pulmonares, o sus restos, pueden acabar en los pulmones y obstruir vasos sanguíneos, con el consiguiente daño a los pulmones que puede ser fatal.

Por ahora no hay vacunas que protejan a los animales domésticos haciéndolos inmunes a Dirofilaria. Por ahora no hay tampoco métodos de control biológico de Dirofilaria mediante sus enemigos naturales.

LA PREVENCIÓN Y EL TRATAMIENTO DE LA DIROFILARIASIS DEBEN SIEMPRE LLEVARSE A CABO BAJO LA SUPERVISIÓN DE UN MÉDICO VETERINARIO.

Medicamentos preventivos

La mayoría contienen endectocidas y se administran una vez al mes. En general conviene administrarlo los 12 meses del año, aunque haya temporadas del año sin mosquitos. La mayoría de estos medicamentos controlan también a numerosos otros helmintos parásitos internos de perros y gatos. Algunos también controlan pulgas.

Las marcas comerciales más extendidas para administración mensual son los siguientes (no todos disponibles para gatos, o en todos los países):

En algunos países hay formulaciones inyectables de moxidectina con hasta 6 y 12 meses de protección: PROHEART 6 o 12 (Fort Dodge, hoy Pfizer).

Hay genéricos, sobre todo con ivermectina. Su disponibilidad depende de cada país concreto.

También pueden usarse tabletas de dietilcarbamazina un derivado de la piperazina que se administran a diario. Es genérico y mucho más económico que los preventivos mensuales. Pero además del inconveniente de la administración diaria, este compuesto también puede causar las complicaciones mencionadas en mascotas ya infectadas con adultos. Y si se olvida administrarlo durante 2-3 días puede ser suficiente para que el animal se infecte con Dirofilaria.

¡ ATENCIÓN !: antes de administrar un medicamento preventivo debe hacerse un test de control para saber si la mascota está ya infectada o no, para evitar las complicaciones arriba mencionadas. Es también muy conveniente hacer estos controles al menos una vez al año.

Medicamentos curativos

Hoy en día, el medicamento curativo de Dirofilaria immitis más empleado es el dihidroclorhidrato de melarsomina. El uso de esta droga como curativo de Dirofilaria es notablemente complejo y su explicación detallada supera el marco de este sitio. Consulte fuentes especializadas de medicina veterinaria.

Puede interesarle el artículo en este sitio sobre plantas y remedios vegetales antihelmínticos (enlace).

Consulte a un médico veterinario para obtener informaciones y recomendaciones más precisas adaptadas a las condiciones climáticas y epidemiológicas regionales.


Resistencia de Dirofilaria spp a los antihelmínticos

Se han confirmado casos de resistencia de Dirofilaria immitis a los endectocidas (ivermectina, milbemicina oxima, moxidectina, selamectina, etc.) en los EE.UU., sobre todo en el estado de Louisiana. Esto significa que, en esa región, si un producto aprobado para esta indicación par no logra controlar este parásito, hay un riesgo real de que se deba a un problema de resistencia.

En otras regiones, por ahora, si un producto aprobado para esta indicación no logra controlar este parásito, es más probable que el fracaso se deba a uso incorrecto del producto que a un problema de resistencia.