¿Qué son las isoxazolinas?

Las isoxazolinas son plaguicidas de una clase química descubierta en la década de los 2000. Se introdujeron en 2013 como antiparasitarios para perros y gatos contra pulgas y garrapatas, pero son eficaces contra muchos otros parásitos externos veterinarios y agrícolas. Entre las isoxazolinas hay también compuestos con eficacia antimicrobiana y contra el cáncer. Las isoxazolinas son derivados del isoxazol.

Estructura química del isoxazol.

Tienen un amplio espectro de acción contra insectos y ácaros, incluidos numerosos parásitos externos veterinarios. Además de controlar pulgas y garrapatas en perros y gatos, estudios de laboratorio han mostrado eficacia contra moscas domésticas, mosquitos, larvas de califóridos, adultos de las garrapatas Rhipicephalus (Boophilus) microplus,  ninfas de garrapatas blandas (Ornithodorus moubata) y ácaros de las gallinas (Dermanyssus gallinae, Ornithonyssus silviarum),

Varias multinacionales agroquímicas y farmacéuticas (e.g. DU PONT, BAYER, BASF, MSD ANIMAL HEALTH, NOVARTIS AH, SYNGENTA, etc.) han solicitado patentes sobre varios tipos de isoxazolinas en los últimos años. Es probable por lo tanto que en los próximos años se introduzcan nuevos parasiticidas veterinarios con este tipo de compuestos. Sin embargo, parece que la mayoría de estos compuestos son inadecuados para el uso en la agricultura, y tal vez acaben usándose sólo como productos veterinarios.


Mecanismo de acción y propiedades

Las isoxazolinas autorizadas hasta ahora para uso veterinario son en su mayoría para administración oral a perros en forma de tabletas masticables (BRAVECTO, NEXGARD, SIMPARICA) o para administración tópica (BRAVECTO TÓPICO)). Esto implica que actúan de modo sistémico, es decir, tras la ingestión, la sustancia activa se absorbe a sangre, a través de la cual se distribuye por todo el cuerpo del hospedador. Pulgas y garrapatas se ven afectadas cuando chupan sangre del perro.

El modo de acción sistémico implica que tanto las pulgas como las garrapatas deben picar al hospedador y chupar la suficiente cantidad de sangre para que el producto las mate. No se sabe si mueren lo suficientemente rápido para impedir que transmitan enfermedades.

Las isoxazolinas con eficacia pulguicida y garrapaticida son antagonistas no competitivos de receptores GABA (ácido gama-aminobutírico), mucho más selectivos para receptores de artrópodos que de mamíferos, incluidos seres humanos. Se acoplan a canales de cloruro de las células nerviosas y musculares, lo que bloquea la transmisión de impulsos nerviosos. Los parásitos afectados quedan paralizados y mueren rápidamente.


Sustancias activas

Las isoxazolinas autorizadas para uso veterinario más utilizadas hasta la fecha son:

Están disponibles sobre todo en formulaciones para la administración oral en forma de tabletas masticables para perros, de diverso tamaño según el peso del perro. En algunos países está disponibles tambié como spot-ons (pipetas.), sobre todo para gatos. Fueron aprobadas inicialmente en los EE.UU. y/o en la UE, pero entretanto ya están disponibles en numerosos otros países de América Latina..

No se sabe si algún laboratorio está desarrollando productos a base de isoxazolinas para uso en el ganado contra moscas, ácaros de la sarna, garrapatas, etc. 

Es interesante constatar que tanto el afoxolaner como el fluralaner han sido descritos primero por DU PONT DE NEMOURS y NISSAN, respectivamente, dos laboratorios no activos en la Salud Animal pero sí en la producción de plaguicidas agrícolas. Sin embargo han sido introducido como antiparasitarios veterinarios por otros laboratorios (afoxolaner por MERIAL luego BOEHRINGER INGELHEIM, fluralaner por MSD ANIMAL HEALTH, antes INTERVET), antes de haber sido introducidos como plaguicidas agrícolas. Esto es bastante inusual, pues la inmensa mayoría de las sustancias activas usadas en antiparasitarios externos veterinarios han sido usadas antes en plaguicidas agrícolas, con una notable excepción, la ivermectina. El sarolaner en cambio ha sido descubierto e introducido por ZOETIS mismo, no por una empresa agroquímica. Lo mismo se aplica al lotilaner, descubierto por NOVARTIS luego ELANCO.


Seguridad de las isoxazolinas

Por lo reciente de su introducción hay aún poca información publicada sobre la toxicidad de las isoxazolinas.

Estudios de seguridad efectuados con los productos recientemente aprobados para perros indican que tales productos ofrecen una buena tolerancia a la dosis terapéutica. Perros (Beagle) tratados a hasta 5 veces la dosis terapéutica no mostraron síntomas clínicos de intoxicación. Pero por la escasa experiencia no se sabe apenas nada sobre la tolerancia de otras razas de perros o de animales más débiles (cachorros, perros viejos o enfermos, etc.).

Como son para la administración oral, no son de esperar residuos químicos en el pelaje de los perros tras el tratamiento. Por ello, a diferencia de los productos para administración tópica (sobre todo los spot-ons o pipetas) no hay riesgo de contaminación de seres humanos (sobre todo niños) por contacto directo con los animales tratados.

Entretanto se han introducido también productos para gatos sobre todo para uso tópico (spot-ons).

En septiembre de 2018 la FDA (Federal Drug Administration) de los EE.UU. publicó una alerta para dueños de mascotas y veterinarios sobre posibles reacciones neurológicas adversas tras el uso de productos con isoxazolinas. Algunos animales tratados han mostrado reacciones adversas como temblores musculares, ataxia (falta de coordinación de movimientos musculares) y convulsiones. Esto afecta a todos los productos con isoxazolinas. La mayoría de los animales tratados no mostrarán tales reacciones adversas, pero algunos pueden verse afectados.

Para más información consulte las fichas toxicológicas de los compuestos:

  • Ficha toxicológica del afoxolaner (enlace)
  • Ficha toxicológica del fluralaner (enlace)
  • Ficha toxicológica del lotilaner (enlace)
  • Ficha toxicológica del sarolaner (enlace)

Resistencia de los parásitos a las isoxazolinas

No hay reportes de resistencia a las isoxazolines de pulgas o garrapatas de los perros, o de los ácaros rojos de las gallinas, lo que no resulta sorprendente tras su reciente introducción en el mercado.

Al parecer las isoxazolinas no tienen resistencia cruzada con otros antiparasitarios que actúan sobre los receptores GABA (p.ej. los endectocidas o los fenilpirazoles).