¿Qué son las LACTONAS MACROCÍCLICAS también llamadas ENDECTOCIDAS?

Los endectocidas o lactonas macrocíclicas (ivermectina, moxidectina, doramectina, etc.) son antiparasitarios al mismo tiempo externos e internos que pertenecen al grupo de las lactonas macrocíclicas, derivadas de productos naturales obtenidos por fermentación de organismos del suelo del género Streptomyces.

La mayoría no se fabrican por síntesis química clásica, sino que primero se producen en grandes cantidades los Streptomyces por fermentación, de ellos se extrae el precursor de las sustancias activas, y este precursor se purifica y enriquece o se modifica químicamente hasta convertirlo en la sustancia activa específica.

La primera lactona macrocíclica introducida en el mercado para uso en el ganado fue la ivermectina: esta sustancia activa supuso un avance enorme y una revolución en el control de los ectoparásitos y endoparásitos veterinarios. Durante muchos años fue y sigue siendo la sustancia activa parasiticida más vendida en el mundo. Se puede decir sin exagerar que la ivermectina ha resuelto en gran medida varios problemas parasitarios que antes eran difíciles de controlar, p.ej. la sarna, los piojos, las gusaneras y la hipodermosis.


Mecanismo de acción y propiedades de los endectocidas

Fórmula molecular de la ivermectina

Los endectocidas actúan sobre los receptores GABA de las células del sistema nervioso: bloquean la transmisión del impulso nervioso lo que conduce a la parálisis y muerte del parásito.

Los endectocidas son eficaces contra muchos parásitos a concentraciones mucho menores que la mayoría de los parasiticidas clásicos. Así por ejemplo, mientras que la dosis letal de un organofosforado, carbamato o piretroide contra una larva de mosca puede ser de 1 ppm (una parte por millón = 1 mg/kg), la dosis letal de un endectocida puede ser de 1 ppb = una parte por billón = 1μg/kg), es decir mil veces menor, o lo que es lo mismo, el endectocida es del orden de mil veces más potente que el insecticida clásico. Esto permite utilizar menos cantidad de sustancia activa en un producto para obtener una eficacia suficiente.

Los endectocidas tienen acción sistémica (actúan a través de la sangre del hospedador), de contacto e incluso por ingestión, según cómo se administren. La denominación endectocida deriva del hecho que, además de controlar muchos ectoparásitos, también son altamente eficaces contra numerosos parásitos internos o endoparásitos, sobre todos helmintos nematodos (gusanos internos).

Los endectocidas tienen un espectro muy amplio de acción ectoparasiticida. Son especialmente eficaces contra los ácaros de la sarna, contra las larvas de insectos (miasis: gusanos barrenadores, bicheras, califóridos, tórsalo, etc.) y contra los insectos adultos (piojos, melófagos, moscas, etc.) en bovinos, ovinos, porcinos, perros y gatos.

Su eficacia es algo menor contra las garrapatas, sobre todo las de más de un hospedador, si bien depende también de la dosis administrada. Salvo la selamectina tampoco controlan pulgas en mascotas.

Consulte también el artículo en este sitio sobre los endectocidas como antihelmínticos (enlace).


Sustancias activas endectocidas

* LD50 oral agudo ratas en mg/kg usando agua como vehículo (** usando aceite): indicador de la toxicidad; cuanto menor la cifra, tanto más tóxico.

Algunos de estos endectocidas (p.ej. la abamectina y la ivermectina) se emplean también en la agricultura.


Formulaciones de las lactonas macrocíclicas

En la ganadería, la ivermectina y los otros endectocidas se comercializaron inicialmente como inyectables para bovinos, ovinos y porcinos, para el control simultáneo de parásitos externos (ácaros, piojos, miasis, gusaneras, etc.) e internos (sobre todo nemátodos gastrointestinales y pulmonares). Hoy en día, los inyectables de larga duración también puede ofrecer un control satisfactorio de garrapatas Boophilus. Más adelante aparecieron los pour-ons de vertido dorsal listos para el uso, sobre todo para bovinos, eficaces también en buena medida contra moscas picadoras y garrapatas de un hospedador (es decir, Boophilus). Hoy en día, según cual, están también disponibles en forma de suspensiones orales (sobre todo para uso en ovinos como antihelmínticos) y como aditivos para piensos y agua (sobre todo para porcinos),

Para las mascotas, los endectocidas están disponibles sobre todo en forma de tabletas, suspensiones orales y pipetas o spot-ons, casi siempre en mezcla con otros compuestos antiparasitarios para ampliar el espectro de acción. Mayormente son para el control de nematodos (típicamente Dirofilaria immitis, el gusano del corazón) y de algunas especies de piojos y ácaros. Sólo la selamectina se emplea en mascotas para el control de pulgas y garrapatas: los otros endectocidas no controlan estos parásitos a las dosis terapéuticas.

Hoy en día, la ivermectina es la sustancia activa con más número de marcas comerciales en el mercado: hay cientos de genéricos, sobre todo de la formulación original inyectable al 1% (IVOMEC). Puede decirse, que casi todos los laboratorios veterinarios del mundo tienen alguna formulación de ivermectina, salvo unas pocas multinacionales que emplean algunos de los otros endectocidas (doramectina, moxidectina, milbemicina oxima, etc.). Ahora bien, muchas de las diferentes marcas son exactamente el mismo producto, pues hay sólo un cierto número limitado de fabricantes y proveedores de tales formulaciones. Es decir, aunque parezcan productos diferentes porque se venden bajo otra marca, muchas son exactamente lo mismo. Algunos laboratorios se esfuerzan por diferenciarse comercializando fomulaciones que además contienen vitaminas (típicamente vitaminas A, D y E). Otros comercializan mezclas con algún fasciolicida (p.ej. closulón o nitroxinil) o con anabolizantes (p.ej. zeranol).

Para caballos se evitan los inyectables de endectocidas como la ivermectina. La razón es que, cuando se introdujo la ivermectina en los años 80 del siglo pasado, se vió que los caballos desarrollan infecciones de clostridios (por contaminación de las agujas) en el lugar de la inyección mucho más fácilmente que el ganado, así como otras complicaciones indeseadas. Además, también la farmacocinética de la ivermectina inyectable en caballos es diferente que en otros animales. Por todo ello se desarrollaron las pastas orales para equinos que no tienen ese inconveniente.


Marcas comerciales de antiparasitarios con lactonas macrocíclicas

Puede consultar en este sitio las fichas técnicas de marcas comerciales de antiparasitarios con endectocidas más extendidas en la ganadería (algunos productos también indicados para mascotas)

  • Inyectables:
    • Con IVERMECTINA al 1% (enlace): la formulación clásica, todos genéricos del mítico IVOMEC
    • Con IVERMECTINA del 1 al 3% LA (enlace) de larga duración
    • Con IVERMECTINA a >3% (enlace) de larga duración
    • Con mezcla de IVERMECTINA + CLORSULÓN (enlace)
    • Con mezcla de IVERMECTINA + anabolizante (enlace)
    • Con otros endectocidas: (enlace)
    • Con mezclas (enlace), algunas con ivermectina u otros endectocidas
  • Pour-ons (sobre todo ivermectina) (enlace)
  • Aditivos para piensos (enlace)
  • Orales 
    • Sólo con endectocida (enlace)
    • Con mezclas (enlace), algunas con ivermectina u otros endectocidas

Seguridad de llas lactonas macrocíclicas

En general, los endectocidas supusieron un progreso notable en lo relativo a la seguridad, tanto del ganado y las mascotas, como de los trabajadores y del medio ambiente.

Fórmula molecular de la doramectina

En los parásitos, los receptores GABA se dan en todo el sistema nervioso. En mamíferos y otros vertebrados estos receptores sólo se dan en el cerebro (sistema nervioso central) y las moléculas de los endectocidas de ordinario no son capaces de superar la barrera sangre-cerebro. Esto hace que para los mamíferos –incluido el hombre–  y otros vertebrados, los endectocidas sean menos tóxicos que para los parásitos.

Además, aunque la sustancia activa pueda ser en sí bastante tóxica –y de hecho algunas lo son–, las concentraciones a las que se usan en el ganado y las mascotas son comparativamente mucho menores que las de los insecticidas clásicos, es decir, los operarios y dueños de las mascotas no están expuestos a dosis elevadas. A esto se añade que las formulaciones más comunes de los endectocidas (inyectables, pour-ons, pipetas, etc.) son menos susceptibles de contaminar a quienes los aplican, que los baños de inmersión o aspersión con insecticidas o acaricidas clásicos, tan comunes aún en la ganadería.

No obstante, hay razas de perros que no toleran bien las lactonas macrocíclicas como doramectina,  ivermectina, milbemicina oxima, moxidectina, selamectina, ni la emodepsida (ni ciertos otros medicamentos no antiparasitarios) y, a dosis mayores de las recomendadas pueden presentar problemas de tolerancia más o menos graves. Por ello la dosificación debe hacerse lo más exactamente posible. Se trata sobre todo de los Collies y razas próximas, que tienen una mutación (en el gen MDR-1) que afecta a la barrera sangre-cerebro que hace que ciertos medicamentos de ordinario no entren en el cerebro de los mamíferos. Además de los Collies también otras razas han mostrado problemas similares: Bobtail, Border Collie, Collie Barbudo, McNab, Galgo Silken, Galgo Whippet, Pastor Australiano, Pastor Blanco Suizo, Pastor Inglés, Pastor Shetland, Wäller, si bien la mutación defectuosa no se ha confirmado aún en todas estas razas.

El tiempo de espera entre el tratamiento y el sacrificio del ganado varía entre unas 2 semanas para eprinomectina y de 4 a 6 semanas para la mayoría de los compuestos a la dosis normal. Para las formulacions de larga duración (LA) el tiempo de espera es de ordinario de 12 semanas o más.

Los endectocidas se excretan también a través de la leche por lo que de ordinario su uso en el ganado lechero en producción no está autorizado. La eprinomectina es una excepción porque produce muchos menos residuos en leche, y está autorizada para uso en ganado lechero en producción para el consumo humano.

El peligro para el medio ambiente que puede suponer el uso de endectocidas también es menor que el que implica el empleo de insecticidas clásicos. Por un lado, de ordinario no hay grandes cantidades que hay que desechar, como es el caso de los productos utilizados en baños de inmersión. Por otro lado, como la mayoría de estos productos se emplean de modo sistémico, la fauna salvaje se ve menos expuesta a ellos por contaminación del medio ambiente.

Parte de la sustancia activa de los endectocidas se expulsa con las heces sin modificar, y se ha estudiado exhaustivamente el impacto (sobre todo de la ivermectina) que los residuos en los excrementos del ganado podrían tener en la fauna coprófaga (escarabajos peloteros, larvas de diversas especies de moscas que se desarrollan en el estiércol, etc.). Aunque dichos residuos sí tienen un cierto efecto sobre dicha fauna, tras cerca de 40 años de uso masivo e investigación pertinaz en este tema no parece ser tan nocivo como para tener que renunciar al gran beneficio que supone su uso en la ganadería.

Para más detalles sobre la seguridad de los endectocidas consulte las fichas toxicológicas de los compuestos endectocidas más empleados en el ganado, perros y gatos:


Resistencia de los parásitos a las lactonas macrocíclicas

La resistencia de bastantes nematodos gastrointestinales del ganado a la ivermectina y después a otros endectocidas se extendió ya en los años 90 del siglo pasado, sobre todo en ovinos y caprinos, pero también en bovinos, equinos y últimamente en porcinos.

Sin embargo, la resistencia de ectoparásitos (moscas, garrapatas, piojos, etc.) a los endectocidas es hoy en día aún relativamente poco frecuente. A inicios del siglo XXI se confirmó la existencia en Brasil de poblaciones de garrapatas Boophilus resistentes a la ivermectina, y se han reportados casos también en México y Uruguay. En 2018 se han detectado casos de resistencia del  ácaro de la sarna Psoroptes ovis en ovinos en el Reino Unido, y en 2022 en Argentina. En 2021 se reportó el primer caso de resistencia del tórsalo (Dermatobia hominis) a la doramectina, y de Lucilia cuprina (califóridos) a la ivermectina.

Esta situación de la resistencia de ectoparásitos hasta ahora halagüeña se debe probablemente también al hecho de que los endectocidas aún no han sido empleados de modo masivo contra los ectoparásitos más capaces de desarrollar resistencia (p.ej. garrapatas Boophilus, moscas domésticas y de los cuernos) como lo han sido contra los endoparásitos. El riesgo de que esto cambie con el aumento del uso de los endectocidas es real. Estudios de laboratorio con moscas domésticas y moscas de los cuernos han mostrado que dicha resistencia puede aparecer al cabo de unas 30 generaciones y que puede alcanzar factores notables (>1000 en moscas domésticas).

En perros y gatos, se han reportado algunos casos de resistencia del gusano del corazón (Dirofilaria immitis) a los endectocidas, por ahora sólo en unas pocas regiones de los EE.UU.

También hay reportados en Australia casos de resistencia a la ivermectina del arador de la sarna (Sarcoptes scabiei) en seres humanos.

Pulse aquí para información adicional sobre la resistencia de los parásitos veterinarios a las lactonas macrocíclicas.